British Airways ha reforzado su poder en Iberia al lograr manos libres para decidir el futuro del pacto de accionistas que controla los destinos de la aerolínea española. Los británicos tienen desde hace cinco meses libertad para vender sus acciones. Si la ejercen y reducen su participación actual en Iberia del 10% al 6%, inmediatamente expirará el pacto de accionistas, que implica a seis socios que en conjunto controlan el 40% del capital. El cambio se produce cuando Iberia sustituye a su presidente.
British Airways ha reforzado su poder en Iberia al lograr manos libres para decidir el futuro del pacto de accionistas que controla los destinos de la aerolínea española. Los británicos tienen desde hace cinco meses libertad para vender sus acciones. Si la ejercen y reducen su participación actual en Iberia del 10% al 6%, inmediatamente expirará el pacto de accionistas, que implica a seis socios que en conjunto controlan el 40% del capital. El cambio se produce cuando Iberia sustituye a su presidente.
British Airways negoció en una clara posición de fuerza cuando pactó su incorporación al núcleo estable de accionistas de Iberia en 1998. Ahora la aerolínea británica tiene manos libres para decidir el futuro del pacto accionarial, articulado a través de una sindicación de acciones, que rige los destinos de la empresa española desde que fue privatizada. Además de la propia British, que junto con American Airlines controlan el 10% del capital, los miembros del núcleo estable son Caja Madrid, con un 10%, BBVA, con un 7,3%, Logista con el 6,7%, El Corte Inglés con un 3% y varias cajas de ahorros que, en conjunto, controlan otro 3%. Desde enero British puede vender sus acciones en Iberia al haber expirado el compromiso de permanencia pactado con la SEPI en el momento de la privatización. Pero además, si British decidiera en cualquier momento reducir su participación 'por debajo del porcentaje menor del 7% o de aquel otro porcentaje que coincida con la media aritmética de los porcentajes accionariales mantenidos por los otros accionistas sujetos al acuerdo' (este último se cifra actualmente en el 6%), el pacto de accionistas se extinguiría de forma inmediata, según detalla la empresa en el folleto informativo referido a la última emisión de obligaciones convertibles. El pacto de accionistas también expiraría si todos los accionistas lo acordaran por escrito. El acuerdo de sindicación, firmado el 15 de diciembre de 1999, regula las relaciones entre éstos con la finalidad de crear un núcleo estable que dé coherencia a los criterios de gestión y estabilidad a la sociedad en el medio y largo plazo. Los accionistas sindicados discuten las materias que se van a tratar en el consejo, en las comisiones del mismo, y en la junta de accionistas, y sus miembros se comprometen a votar en Iberia en el mismo sentido que hayan decidido en el sindicato. Las mayorías necesarias para tomar decisiones dentro de ese núcleo accionarial se pactaron en su momento a través de un delicado equilibrio de poderes. En todo caso, British tendría que superar algún condicionante si quisiera vender acciones de su aliado, ya que el pacto establece que si un accionista del núcleo vende, el resto de socios tendrá derecho preferente de compra. Asimismo, si un tercero quisiera comprar un paquete de al menos el 3,5% a un socio del sindicato (en uno o varios tramos dentro de un periodo de 12 meses), u otro socio del pacto quisiera aumentar su participación, uno y otro tendrán que someterse a todos los términos de la sindicación.
Junto a British y American, las cajas de ahorro presentes en el núcleo estable también se liberaron en enero de 2003 del compromiso de permanencia en el capital. Por contra, Caja Madrid firmó por un plazo de seis años, mientras BBVA, Logista y el Corte Inglés se comprometieron a una presencia en el capital de Iberia de cinco años. En el supuesto de que se rompiera el núcleo estable, el compromiso de permanencia de los socios españoles en Iberia seguiría vigente, ya que fue un acuerdo paralelo y bilateral entre cada uno de ellos y la SEPI, según informan fuentes de la sociedad estatal. La compañía británica reiteró a principios de año su vocación de permanencia en Iberia una vez que se conoció que quedaba liberada del compromiso alcanzado con la SEPI para no salir del capital de la aerolínea en tres años. La empresa británica ha sido uno de los principales apoyos con los que ha contado el presidente dimisionario Xabier de Irala.
(5Días/11-6-03)
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