España ignora qué es un municipio turístico 60 años después de inventarlos

Vamos a decir las cosas por su nombre: la industria turística sigue siendo la Cenicienta de la economía en España. Su madrastra y hermanastras la tratan a patadas.

Solo hay que ver, por ejemplo, la forma en que se financian los municipios turísticos en España.

Los ayuntamientos de estas localidades deben prestar servicios de todo tipo (limpieza, recogida de basuras, seguridad, tratamiento de aguas, mantenimiento de las calles, alcantarillado, alumbrado público, etcétera) para una población flotante de miles de personas, pero, en cambio, las transferencias económicas anuales que reciben del Estado corresponden a su población censada.

Esta disparidad entre las obligaciones que deben ser atendidas y los recursos económicos disponibles crea enormes problemas y por este motivo los municipios turísticos llevan tiempo reclamando, sin éxito, una reforma de la Ley de Haciendas Locales.

"A nosotros, el Estado nos da el dinero correspondiente a una población de 27.000 habitantes, pero resulta que además tenemos una media mensual de 90.000 visitantes", me explicaba hace unos años el alcalde de Salou, Pere Granados.

"El sistema de financiación actual es poco equitativo a pesar de la gran riqueza que los municipios turísticos aportamos al PIB. Una fórmula podría ser que una parte del IVA que se recauda en cada municipio se quedara allí”, añadía.

Por su parte, el alcalde de Lloret de Mar, Jaume Dulsat, apuntaba: “Legislativamente, este país no se toma en serio el turismo teniendo en cuenta toda la riqueza que genera".

"Si una empresa como la SEAT o una proveedora suya quiebra y mil personas van a la calle, todo el mundo a correr, a aprobar ayudas y a legislar a favor de la automoción. En cambio, el turismo, como ya funciona, como ya tenemos sol y playas y un fantástico patrimonio, entonces el Estado dice 'Estos ya van haciendo, ya les va bien'. Y realmente no se legisla a favor de un sector que representa casi el 12% del PIB y que en épocas de recientes crisis seguía tirando del carro. Y ahora que otros sectores funcionan bien afortunadamente, resulta que empieza a molestar el turismo y el turista ya no es tan bienvenido, algo que no podemos permitirnos”, comentaba el alcalde de Lloret de Mar.

Efectivamente, hoy en día el simple anuncio de un proyecto hotelero en según qué localidades puede crear tal alarma social (alimentada por determinados colectivos, medios de comunicación, redes sociales, etc.) como si dijeran que nos ponen al lado una central nuclear, un almacén de ácido sulfúrico o una fábrica de bombas.

Sin embargo, si como sociedad, como país, nos concentramos obsesivamente en los aspectos negativos del turismo y olvidamos los positivos, ¿seremos capaces de encontrar las mejores soluciones?

Nuevo estudio para definir qué es un municipio turístico

Quien está buscando soluciones es la Alianza de Municipios Turísticos Sol y Playa (AMT), formada por las localidades de Adeje, Arona, Benidorm, Calvià, Lloret de Mar, Salou, San Bartolomé de Tirajana y Torremolinos.

Estos ocho municipios cuentan con 60.000 habitantes de media, "pero el pasado verano acogieron al 10% de todo el movimiento turístico que se produjo en todo el país", explica la entidad.

Ahora, esta asociación ha contratado a la consultora PwC la realización de un estudio "que posibilite definir el concepto de ‘Municipio Turístico’ y mejorar la financiación de estos destinos que están liderando la recuperación económica y del sector en España", según informa la ATM.

Turistas en Benidorm. Foto: Adobe Stock

El encargo de dicho estudio se lleva a cabo tras la firma de un convenio con la Secretaría de Estado de Turismo.

La intención es contar con el documento en el primer trimestre del año 2023 y se espera que sus conclusiones sirvan para establecer "las nuevas posibilidades de financiación y afrontar los gastos que suponen para los municipios el tener que ofrecer servicios a una población que estacionalmente multiplica por cuatro el de ciudadanos empadronados", dice la ATM.

Ojalá sea así. Porque sé de muchos estudios, informes y propuestas sobre financiación de municipios turísticos en España que, por falta de consenso político, acabaron olvidados en un cajón.

Los dos grandes partidos (PSOE y PP) afirman que consideran al turismo como una "política de Estado". Eso solo me lo creeré el día en que ambas fuerzas pacten una nueva ley de financiación de municipios turísticos que proporcione un marco jurídico estable y certezas a largo plazo, independientemente de quién gobierne cada cuatro años.

Las posibilidades que abriría tal ley (contrarrestar el relato de la turismofobia, dignificar el sector, atraer talento, proyectar nuevas infraestructuras, captar nuevas inversiones...) permitirían situar nuestra industria turística definitivamente en el siglo XXI.