La oferta complementaria de la Playa de Palma está viviendo uno de los peores inicios de temporada que se recuerdan. A fecha de hoy, los propietarios de comercios, bares y restaurantes cifran la caída de sus ingresos entre un 35 y un 40% respecto al pasado año.
La oferta complementaria de la Playa de Palma está viviendo uno de los peores inicios de temporada que se recuerdan. A fecha de hoy, los propietarios de comercios, bares y restaurantes cifran la caída de sus ingresos entre un 35 y un 40% respecto al pasado año.
La crisis no sólo se nota en el descenso de los niveles de ocupación hotelera, apenas un 65%, con 14 establecimientos turísticos cerrados al público, sino que paralelamente se refleja en el panorama desértico que presentan restaurantes, bares y terrazas de una desconocida Playa de Palma. Una situación anómala que sorprende a empresarios alemanes, propietarios de establecimientos tan populares como el Bier König (rey de la cerveza), prácticamente vacío este fin de semana, o al Biergarten. «Esta temporada las cosas nos van muy mal», dice el director de este conocido restaurante. «El problema es que los pocos turistas que hay, vienen con los bolsillos vacíos y eso que lo hemos intentado todo, happy hour, promociones especiales, etc». José Tirado, portavoz de la asociación de bares y establecimientos de ocio de Baleares, confirma la pésima situación económica que padece la oferta complementaria de SArenal. «Ha habido una caída de ingresos de entre un 35 y un 40% respecto al año pasado, que ya fue una mala temporada», asegura. Para este empresario las causas que han llevado a esta situación son conocidas por todos: recesión económica alemana; mala imagen derivada de la implantación de la ecotasa o la problemática social y el elevado índice de delincuencia que padece esta zona. «No padecemos una temporada tan mala desde la Guerra del Golfo en el 91», abunda Tirado, para quien la única solución al problema actual pasa por la activación de un plan de promoción turística con carácter inmediato en todos los mercados emisores. Para Gerald Arnsteiner director del complejo Mega Park, uno de los complejos de ocio de referencia en la Playa de Palma, «el alemán está en una actitud muy negativa en estos momentos. Se alarma y se convierte en un pesimista de primera calidad», apunta. Su remedio al problema es presentar al turista un buen servicio, buen precio y sobre todo calidad con el fin de incentivar la afluencia de turistas de mayor capacidad adquisitiva. «No sirve de nada echar la culpa a los demás. Tenemos que adaptarnos a esta situación y no perder la esperanza», asegura. (S.V.R./I.R., diario El Mundo-El Día de Baleares, 16/06/03
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