Accidente de Spanair, factor determinante en su quiebra según una investigación
Publicada 20/08/13
El accidente de Spanair registrado hace cinco años con el saldo fatal de 154 personas fallecidas (ver: Cinco años después del accidente de Spanair la asociación de afectados sigue reclamando justicia) redujo en los años subsiguientes un 20% el volumen total de pasajeros que viajaban en la aerolínea española, incidiendo en la posterior quiebra de la compañía, según un estudio realizado conjuntamente por investigadores de las universidades de Sevilla y de Castilla-La Mancha.
Impulsado por el grupo de investigación Applied Economics and Management y profesores investigadores de ambas universidades, Universidad de Sevilla y Universidad de Castilla-La Mancha, el estudio sobre el impacto del siniestro en el transporte aéreo sostiene que el accidente "contribuyó de forma decisiva" a la posterior quiebra de la aerolínea.
Las reperscusiones del mayor accidente de aviación en España de los últimos 25 años se reflejaron de manera directa en la toma de decisión de los pasajeros potenciales, produciéndose el denominado 'efecto Rainman', de larga duración, por el que los pasajeros penalizan a las aerolíneas que sufren accidentes no volando en ellas si consideran que tales siniestros han sido provocados por algún tipo de negligencia.
El profesor José Ignacio Castillo, investigador principal del estudio, ha señalado este 'efecto Rainman' -nombre del filme protagonizado por Dustin Hoffman- "es el principal seguro de vida que tienen los pasajeros para que todas las aerolíneas, incluidas las de bajo coste, tengan grandes incentivos para efectuar un correcto mantenimiento de los aviones y tomar todas las medidas que garanticen la seguridad de los pasajeros".
Cambio a otros modos de transporte
Tras el siniestro del vuelo JK 5022, según los datos obtenidos en la investigación, también se generó una tendencia a utilizar otros medios de transporte alternativos, como el AVE o el coche, lo que disminuyó el tráfico del Aeropuerto de Madrid-Barajas en un 6% en el mes siguiente al accidente.
Esa tendencia, de forma similar a lo que ocurrió tras el 11-S, tuvo una la duración limitada en el tiempo y, en este caso, a los pocos meses los pasajeros volvieron al aeropuerto.
En lo que respecta al tráfico aéreo en el Aeropuerto de Gran Canaria, destino al que se dirigía este vuelo, después del accidente no hubo ningún efecto neto destacable, lo que los investigadores achacan a su carácter insular que determina la prevalencia del transporte aéreo sin otras alternativas de modalidades competitivas. En cambio, sí se registró una caída permanente del 29% en el número de pasajeros operados por Spanair en este aeropuerto, es decir, se acentuó el efecto 'Rainman' contra esta aerolínea frente a la media nacional de reducción del 20%. El estudio destaca que esos pasajeros, al no cambiar de modo de transporte, volaron, por tanto, con otras aerolíneas.
Los investigadores han trabajado con seis modelos econométricos avanzados que incluyen un repertorio de variables necesarias en el análisis para tener en cuenta, entre otros, el efecto Pascua, el efecto diferenciado de los días laborables, el 11-S, la construcción de la Terminal 4 en Barajas y el efecto del ciclo económico, entre otras.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.