Fallas de Gandia para quienes buscan fiesta y tradición sin aglomeraciones

Este mes las calles de la ciudad se llenan de música y de monumentos realizados con ninots de cartón piedra que satirizan los acontecimientos más recientes. Gandia es la tercera ciudad en la cual aparecen las fallas, después de Valencia y Játiva, concretamente en 1876. Se trata de una tradición que en 2015 fue declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial por el pleno del Consell de la Generalitat, y que combina arte, modernidad y sátira.

Las fallas son uno de los eventos más importantes de la provincia y Gandia propone escapadas a la ciudad para “huir de las aglomeraciones de las fallas de Valencia y conocer unos monumentos igualmente impresionantes”

La fiesta culmina con la Nit de la Cremà, cuando las fallas arden e iluminan la noche de San José. El resto del año, se puede visitar el Museo Fallero y descubrir la artesanía y las tradiciones ligadas a esta fiesta.

Naturaleza en Gandia

En Gandia hay temperaturas agradables todo el año lo que permite disfrutar de los tres kilómetros de arena fina y aguas limpias. La Playa Nord es la más conocida, pero existen otras más naturales y protegidas por sus dunas: playas de Venecia, Rafalcaid y d’Ahuir.

Quienes busquen conectar con la naturaleza también encontrarán espacios como el Paraje Natural Municipal Parpallo-Borrell, la Sierra de Falconera o el Monduver. Además, Gandia cuenta con uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Europa: la Cueva del Parpalló, donde habitaron los primeros homo sapiens que llegaron a la zona. Se trata de un santuario prehistórico muy importante de la región mediterránea peninsular.

Una ciudad con historia y gastronomía

Gandia es una ciudad repleta de historia y al pasear por el casco antiguo los turistas encontrarán las huellas de los Borja, la familia valenciana más poderosa de Europa en los siglos XV y XVI; la colegiata de Santa María; el convento de las Esclavas o Convento de Santa Clara.

Durante la estancia en Gandia es casi una obligación degustar una fideuà frente al mar y otros productos frescos de la lonja, además de arroces, coques, figatells y gamba amb bleda.