Riu: cómo el apellido familiar pasó a ser la marca de la cadena hotelera
“Hoy la marca tiene un valor intangible incalculable… pero no siempre fue así”
Publicada 02/04/23- A principios de los 80 los hoteles de la cadena se llamaban Río por lo que le gustaban los westerns clásicos a Luis Riu Bertrán
- El Riu Palace Maspalomas se llamó así porque su arquitectura recordaba a un palacio e incluyó el apellido familiar para evitar conflictos
- “Afortunadamente nuestro apellido es corto, sonoro y singular, por lo que la decisión de utilizarlo como marca hotelera fue fácil”
Luis Riu, consejero delegado de Riu Hotels & Resorts, reconoce en su blog que “durante décadas convivieron la marca Riu, que era la que identificaba a la empresa, presidía los contratos y además estaba directamente representada por la familia; con los nombres de los hoteles, que en un principio no estaban unidos por ninguna denominación común”. El directivo recuerda cómo fueron aquellos primeros tiempos.
La historia comienza en 1980 con la apertura del Río Bravo, nombre que le adjudicó Luis Riu Bertrán porque le encantaba el clásico de John Wayne. Después se amplió con la apertura del adyacente hotel Río Grande, otro clásico del maestro John Wayne ambientado en el lejano Oeste. Y como el siguiente en abrir era más pequeño,la lógica les indujo a llamarlo Río Chico.
Con tres Ríos en cartera, como rememora el directivo, “tomamos la decisión de unificar toda nuestra oferta bajo el paraguas de Río”, aprovechando que “era breve, sonoro y se parecía muchísimo al nombre familiar. Y como tres de los ocho hoteles ya llevaban en su nombre esa marca, solo teníamos que añadirla a los otros cinco”.
“Hoy la marca tiene un valor intangible incalculable. Nos esforzamos para que detrás de un logo de Riu haya un servicio de calidad reconocido y reconocible. Trabajamos cada día para que se refuercen los valores como empresa, aquellos en los que se reflejan nuestros empleados, que guían nuestras acciones y que reconocen nuestros clientes y todos nuestros socios. Pero hace muchos años estos principios no se tenían tan en cuenta, porque el foco se ponía en el producto y la gestión”, según admite Luis Riu
Y así fue hasta la apertura del Riu Palace Maspalomas en 1989, nombre que también tiene su anécdota. Luis Riu colgó en su oficina en el Río Palmeras un dibujo que el arquitecto, el sr. Andino, hizo del futuro hotel de Maspalomas y que recordaba a los elegantes palacios europeos, como le hizo ver un cliente alemán. El nombre estaba elegido, Palace, pero para que no hubiera conflictos con el hotel Palace de Madrid, Riu Bertrán decidió que se llamaría Riu Palace.
A partir de ahí, como añade su consejero delegado, “la lógica nos dijo que debíamos aplicar el nombre familiar, la marca que ya operaba como empresa, a todos los hoteles de la cadena. Y es que el Río había seguido creciendo. Habíamos abierto el Río Palmeras, el Río Papayas y el último había sido el Río Ventura Maxorata en 1987”.
Riu se acuerda de que su padre les decía “al principio nos costará, pero nos acostumbraremos”. El que más costó fue el Bravo. Para llamarlo correctamente había que hacerlo pensando las palabras despacio. Y poco después, más que acostumbrados todos, dentro y fuera de la casa, lo que no se recuerda es aquel Río que durante unos años presidió nuestros hoteles en Mallorca y Canarias”.
Hoy cuentan, según subraya el directivo, “con una marca bien consolidada que preside los hoteles desde hace 34 años. Aquel día que decidimos unificar el nombre de la empresa y de nuestra oferta, aplicando el de la familia al de nuestros hoteles, supuso un momento clave en la historia de la empresa. Entonces no fuimos conscientes de lo importante que iba a ser esa decisión”.
Riu, concluye su consejero delegado, “es hoy el gran paraguas que representa todo: los hoteles, el servicio que ofrecemos, los empleados que lo hacen posible, nuestra forma de hacer negocios, de relacionarnos con el entorno y con todos los grupos de interés. Hoy Riu tiene vida propia, una que arrancó en 1989 como marca global, pero que en realidad nace en 1953 forjada por el carácter y trabajo de mis abuelos y mis padres. ¡Qué gran responsabilidad y qué gran honor estar hoy al frente!”.
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