Polonia seduce como sede de los Juegos Europeos 2023 y tierra de Copérnico
Destinos Publicada 05/06/23
Polonia multiplica este año el atractivo para los visitantes gracias a su papel como sede de la 3ª edición los Juegos Europeos, que se extenderá hasta primero de julio, y con la celebración del 550 aniversario del nacimiento de uno de los polacos más universales: Nicolás Copérnico.
Los Juegos Europeos se celebrarán en Polonia entre el 21 de junio al 2 de julio con la participación de 7.000 atletas que representan 48 países del continente. Atletismo, carreras de montaña, saltos de esquí, fútbol playa, judo y taekwondo, son solamente algunas de las 29 disciplinas presentes, además de 5 eventos deportivos complementarios. Entre ellos, por primera vez, se celebra el Torneo de fútbol de la Liga de las Naciones para los jugadores con diferentes discapacidades.
De esta manera, Polonia marca la diferencia con respecto a las ediciones anteriores de los Juegos Europeos, y España estará representada por su equipo nacional que cuenta entre los cuatro mejores de Europa. Además, la presente edición de los Juegos Europeos contará con la participación de más de 8.000 voluntarios de varios países europeos, incluida España, y las entradas ya están disponibles para comprarlas online a través de la página Juegos Europeos (European Games), para asistir a las competiciones de la disciplina elegida, así como para las ceremonias de inauguración y de clausura.
Variedad de sedes
Los Juegos Europeos se llevarán a cabo en Cracovia, una ciudad con un gran atractivo turístico. Además de disfrutar de las competiciones deportivas, los visitantes podrán explorar el casco antiguo con sus museos, la Colina y el Castillo de Wawel, y la histórica judería de Kazimierz. Las visitas a los museos y las rutas temáticas están disponibles en español y la oferta gastronómica es muy variada.
Pero además, gran parte de las competiciones se llevarán a cabo fuera de Cracovia, en la región de Polonia Menor (Małopolska), que ofrece una amplia variedad de atractivos turísticos, como seis parques nacionales, reservas naturales y parques paisajísticos. Los entusiastas del turismo activo encontrarán muchas oportunidades para practicar ciclismo de montaña, escalada y carreras de montaña.
Y algunas competiciones, como el judo y el taekwondo, tendrán lugar en localidades con estatus de balneario, como Krynica. Otras sedes de los Juegos Europeos, como Tarnów y Zakopane, también ofrecen experiencias únicas. Tarnów, conocida como la "pequeña Cracovia", alberga equipos de balonmano y fútbol playa, y ofrece una ruta de arquitectura de madera. Zakopane, por su parte, cuenta con impresionantes pistas de saltos de esquí cubiertas con una masa plástica similar a la nieve, y se encuentra rodeada de los Montes Tatra y el parque nacional homónimo.
Además de los Juegos Europeos, los visitantes podrán disfrutar del Festival de Cultura Judía, que se llevará a cabo en la judería Kazimierz, del 28 de junio al 2 de julio. Este festival es reconocido a nivel mundial.
Viaje astral por las tierras de Copérnico
En 2023, Polonia celebra el 550 aniversario del nacimiento de Nicolás Copérnico. Copérnico, además de astrónomo, fue un hombre renacentista versátil con conocimientos en medicina, leyes, astronomía, matemáticas y economía.
Viajar por Polonia siguiendo los pasos de Copérnico permite explorar las hermosas ciudades históricas a lo largo del río Vístula y descubrir el legado universal que dejó este científico a la humanidad.
La ciudad natal de Copérnico, Toruń, era parte del reino de Polonia en el año de su nacimiento, 1473. Su apellido, Kopernik, tiene raíces eslavas y solía referirse a la metalurgia, aunque el padre del astrónomo era un comerciante de Cracovia. La ciudad de Toruń y Cracovia eran relevantes políticamente y económicamente en ese entonces, ya que se encontraban a orillas del río Vístula y prosperaban gracias a sus privilegios comerciales.
Toruń conserva una arquitectura gótica medieval en su casco antiguo, lo que le ha valido el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. Para seguir los pasos de Copérnico en Toruń, se pueden visitar la casa de su familia y el planetario. Además, se puede disfrutar de las famosas galletas de jengibre llamadas "pierniki", que se producen en Toruń desde hace siglos.
Su paso por Cracovia y Varmia
A Cracovia fue donde enviaron a Copérnico para que continuara estudiando y también fue aquí donde comenzó a interesarse por la astronomía. Al terminar sus estudios en la Universidad Jaguelónica, cursó varios años en universidades italianas hasta terminar medicina en Padua. Es por eso que encontramos retratos de Copérnico sosteniendo un lirio de los valles, símbolo de las artes médicas.
La Universidad Jaguelónica, fundada en 1364, sigue existiendo a día de hoy. La sede más antigua que se conserva es el Collegium Maius, de 1400, ubicada en el casco viejo. Son muchos los viajeros que visitan este lugar, pero quizá no todos sepan que por el claustro de este edificio paseaba Copérnico mientas observaba las estrellas del cielo de Cracovia.
Copérnico pasó más de la mitad de su vida en la histórica región de Varmia, al noreste de la actual Polonia. Fue por su tío Lucas Watzenrode, que era el obispo de Varmia y tenía la potestad de legar el puesto a su sobrino, incluso a pesar de la resistencia del rey polaco. Fue aquí, en diversas ciudades de Varmia, como Lidzbark Warmiński, Olsztyn, Elbląg o Frombork, donde finalmente concluyó una obra que hizo época y que dio lugar a la revolución copernicana. En estas cuatro ciudades encontramos patrimonio relacionado con Copérnico o su obra. Por ejemplo, en el castillo de Olsztyn (donde Copérnico era administrador entre 1516 y 1521) se conserva la tabla astronómica que utilizó para determinar el equinoccio de primavera y así poder reformar el calendario.
Un epitafio para el astrónomo
La etapa de Copérnico en Olsztyn también supuso el germen de otros proyectos que desarrollaría más adelante. Para empezar, fue donde esbozó su tratado Sobre el valor de la moneda de 1517. El sabio murió en 1543 en Frombork, una ciudad a orillas del Báltico, a 70 km del puerto histórico de Gdańsk. Su lugar de enterramiento cayó en el olvido poco después de su muerte, y cuando el obispo de Varmia, Martin Kromer, encargó un epitafio para el astrónomo en 1580, lo colocaron en un lugar aleatorio: el séptimo altar lateral de la nave derecha de la catedral de Frombork.
También, entre las huellas de Copérnico en Varmia, destaca su paso por Lidzbark Warmiński, localidad donde se conserva el castillo de los Obispos de Varmia, hoy reconvertido en un lujoso hotel con encanto, donde pasar la noche bajo el mismo techo en que durmió Copérnico y su familia: o el castillo Olsztyn, que conserva la tabla astronómica de Copérnico.
Por su parte, Varsovia no era más que un pequeño asentamiento sobre un promontorio del Vístula en tiempos de Copérnico. Sin embargo, Varsovia también podría caber en un viaje tras las huellas del astrónomo, ya que rinde homenaje a su pulso innovador y a sus descubrimientos científicos a través del Centro de Ciencias Copérnico, una propuesta fuera de serie para los viajeros más curiosos, que también es ideal para los que viajan en familia. El río Vístula, cuya ribera queda a los pies de este moderno espacio, una vez más se convierte en el hilo conductor de un viaje por la historia y el presente de Polonia.
Gran parte de este recorrido relacionado con Copérnico está incluido en los itinerarios ofrecidos por los turoperadores españoles.
Más información en: Turismo de Polonia
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