A las aerolíneas les preocupa lo que vendrá después del verano

Los ponentes también analizaron el presente y futuro del transporte aéreo, teniendo en cuenta su estratégico rol para la industria turística, al traer al 80% de los viajeros que visitan España; y las oportunidades que los combustibles sostenibles de aviación (SAF) le abren al país para su transición energética y convertirse en un líder mundial de su producción.

¿Y después del verano?

La demanda para este verano 2023 se mantiene muy fuerte, acercándose a los niveles de 2019, aunque aun la gran interrogante para el sector aéreo es qué pasará después del verano, cuando decaiga tras concluir la temporada.

En tal sentido, sobre previsiones, Carlos Muñoz destacó que el verano va a ser muy fuerte, “la gran cuestión es si se mantiene después del verano. Estamos muy cerca de 2019, pero falta aún. España llega al 105%, pero Europa en el Q1 al 92%, en el Q2 al 95%, el verano Q3 está al 97-98%, pero luego en el Q4, baja al 90%. A la vuelta de verano, en algún momento se va a resentir el consumo, por lo que, todas las aerolíneas, en conjunto, pondremos menos capacidad, curándonos en salud en el Q4”

Javier Gándara confirmó, por su parte, que el dato de capacidad en España es aún mejor que el de Europa: para este verano la oferta va a ser un 2,5% mayor que la del verano de 2019, que fue año récord histórico de tráfico aéreo en el país con más de 275 millones de pasajeros...y las compañías aéreas sí que vamos a estar preparadas...”

Fortaleza del modelo low cost

Durante el debate, fue planteado el tema de las altas tarifas actuales que han llevado a líderes de la industria aérea como el CEO de TUI Group, Sebastian Ebel, o nada menos que el creador del modelo low cost europeo, Michael O’Leary, CEO del Grupo Ryanair, a vaticinar el fin de los viajes de bajo coste o de la era low cost.

Ambos defendieron la fortaleza del modelo low cost. Javier Gándara, apuntando que, muchas veces, los mensajes que dan los directivos del sector dependen de la audiencia a la que van dirigidos, destacó que, en el caso de EasyJet, el 50% de sus tarifas que están para la venta en los próximos 12 meses están por debajo de 60 euros y su tarifa media sigue estando en alrededor de 70 euros.

“...hay un tema, y es que, en el verano pasado y el anterior, había que estimular la demanda con tarifas muy bajas a costa de los márgenes de las aerolíneas, y comparándolas, sí que se ve un incremento. Creo que volar sigue siendo competitivo en precios, pero los mayores retos que tenemos ahora mismo son los futuros costes de la sostenibilidad”, apuntó Gándara.

Carlos Muñoz ha agregado que, la tendencia es que, cuando suben los precios, las aerolíneas que más cuota ganan y más rápido son las low cost.

“En tiempos normales, del 2002 al 2022, las low cost podemos haber ganado 43 puntos de cuota, como dos puntos por año. En los años de crisis o de subidas de precios, se acelera esa ganancia, la gente se hace más sensible al precio, pero aunque suene paradógico, por la diferencia de precios, dejan de volar en compañías tradicionales y vuelan más con low cost, y somos las que más crecemos”, dijo Muñoz

Muñoz destacó que, en la posCovid, Volotea ha crecido cinco veces: “Antes de la pandemia teníamos 8 millones de asientos y ahora tenemos 12 millones”.

La subida de tarifas, necesaria

El fundador de Volotea ha reconocido que, si bien la subida de precios está siendo fortísima, era absolutamente necesaria. Recordó que el año pasado, todo el sector, en especial, hoteles y aeropuertos, estaban muy contentos cuando se disparó la demanda aérea y el tráfico, pero las aerolíneas tenían el problema del alto precio del combustible a causa de la invasión de Ucrania.

“Nos hacía falta una subida de precios que el año pasado no se pudo producir, pero este año sí, y ahora va habiendo demanda, pero también precios necesarios para tener buenos márgenes. ... El precio del fuel en euros se había casi duplicado en 2022 respecto a 2019. Si consideramos que es un 30% de nuestros costes, hace falta subir mucho las tarifas para poder tener márgenes sanos”, afirmó Muñoz

Muñoz recodó, después de la pandemia, las pérdidas de la industria aérea fueron de 200.000 millones de euros y la deuda total pasó de 450.000 M€ a 650.000 M€, lo que puso a la industria aérea en una situación de riesgo.

Ambos reconocieron que España fue la excepción positiva con su política de ERTE para proteger el empleo, así como sus aeropuertos, donde no se vieron los problemas que se vivieron en otros países.