La Barcelona posColau: una incógnita para el turismo (y las inversiones)
El nuevo alcalde, Jaume Collboni, podría flexibilizar la moratoria hotelera y ser más business friendly, pero su situación política es frágil
Publicada 03/07/23
Una etapa se ha cerrado y otra se abre en Barcelona. Pero no está nada claro todavía cómo repercutirá este cambio en el sector turístico. Durante la etapa de ocho años de Ada Colau como alcaldesa de la ciudad, el Ayuntamiento impulsó una moratoria hotelera llamada PEUAT y persiguió con ahínco la oferta ilegal de pisos turísticos. El nuevo alcalde, Jaume Collboni, promete ser más business friendly, aunque todo es impreciso aún y su posición política es muy frágil. Ante las incertidumbres, los inversores hoteleros optan por seleccionar con sumo cuidado los proyectos, poniendo el foco en la compra y reposicionamiento de activos, cuyos precios se han disparado debido a la moratoria.
Embrollo político en Barcelona
En las elecciones municipales del pasado 28 de mayo, la lista encabezada por Xavier Trias (Junts per Catalunya) fue la más votada, con el 22,42% de los votos, que le dieron 11 concejales
- Trias per BCN-CM (Xavier Trias): 11 concejales
- PSC-PC (Jaume Collboni): 10 concejales
- Barcelona en Comú-C (Ada Colau): 9 concejales
- ERC-AM (Ernest Maragall): 5 concejales
- PP (Daniel Sirera): 4 concejales
- Vox (Gonzalo de Oro-Pulido): 2 concejales
Sin embargo, Xavier Trias no logró ser elegido alcalde cuando el nuevo pleno del Ayuntamiento se constituyó el pasado 17 de junio, a pesar de que contaba con el apoyo de ERC.
Ese día fue un culebrón, con negociaciones secretas y giros inesperados de guion de última hora.
El resultado fue que, en la votación del alcalde del 17 de junio, Jaume Collboni (PSC) fue el candidato más votado por los concejales presentes en el Pleno municipal, gracias a los apoyos que recibió de Barcelona en Comú y Partido Popular.
El PP dio su apoyo a Collboni para evitar que los partidos independentistas controlaran el Ayuntamiento de Barcelona, pero con la condición de que Ada Colau no entrara a formar parte del gobierno municipal.
De este modo, Collboni fue elegido alcalde con 23 votos (diez del PSC, nueve de BComú y cuatro del PP) mientras que Trias solo tuvo 16 (once de Junts y cinco de ERC).
Gobierno municipal en minoría
Tras ser elegido alcalde, Jaume Collboni ha formado un nuevo gobierno municipal formado por solo diez concejales socialistas. Su posición es extremadamente frágil, teniendo en cuenta que el PSC se encuentra en clara minoría en un Pleno de 41 concejales.
Es decir, cualquier propuesta que deba llevarse a aprobación en el Pleno (presupuestos municipales, impuestos y tasas, planes turísticos, etc.) podría ser tumbada fácilmente si el gobierno municipal no logra reunir suficientes apoyos de otros partidos.
Y de momento, no está nada claro qué partidos van a apoyar al gobierno en minoría de Jaume Collboni para un mandato de cuatro años que acaba de comenzar.
¿Podría esa situación cambiar tras las elecciones generales convocadas para el próximo 23 de julio dependiendo de las políticas de pactos que se abran a continuación? ¿Quizá Barcelona en Comú podría incorporarse al gobierno de Jaume Collboni de aquí a unos meses pese al veto a Ada Colau que puso el PP? Todo está en el aire.
Nuevo concejal para el área de Turismo
De momento, el alcalde Jaume Collboni ha nombrado cuatro tenientes de alcalde en su gobierno municipal. Entre ellos está Jordi Valls, quien se hará cargo de área de Economía, Hacienda y Promoción Económica (donde se incluye Turismo).
Jordi Valls Riera es licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona y ejerció como juez y abogado. Fue alcalde de Manresa desde 1995 hasta 2006. Durante 2006 también fue consejero de Trabajo e Industria de la Generalitat de Catalunya.
De 2007 a 2020 ocupó cargos de alta dirección en el Puerto de Barcelona y Agbar. En los últimos años, ha sido director general de Mercabarna.
¿Qué pasará con la moratoria hotelera en Barcelona?
Durante la etapa de ocho años de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona, el Ayuntamiento impulsó una moratoria hotelera llamada PEUAT (que solo permite la construcción de nuevos hoteles en algunos barrios de la ciudad, alejados del centro) y persiguió con ahínco la oferta ilegal de pisos turísticos.
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Cabe recordar que el PSC formó parte del anterior gobierno municipal. El nuevo alcalde Jaume Collboni no ha dicho que vaya a derogar la moratoria hotelera, solo que la ciudad será más "business friendly" en comparación con la etapa de Ada Colau. Sin embargo, todo es bastante impreciso hasta ahora.
Por ejemplo, el pasado mes de marzo, durante un encuentro de precampaña electoral con empresarios inmobiliarios de Barcelona, Jaume Collboni avanzó que, si era elegido alcalde, facilitaría que edificios históricos del centro (zonas 1 y 2 del PEUAT, donde ahora no se pueden construir nuevos hoteles debido a la moratoria) pudieran ser transformados en establecimientos hoteleros siempre y cuando estuvieran acompañados de un "contenido cultural", aunque no ofreció muchas más pistas al respecto.
¿Qué ocurrirá en Turisme de Barcelona?
Tampoco está claro que pasará en Turisme de Barcelona, el organismo público-privado de promoción turística.
Tras el cese por sorpresa de Marian Muro como directora general de Turisme de Barcelona en septiembre de 2022, el presidente del organismo, Eduard Torres, asumió de manera provisional la dirección del organismo.
Sin embargo, ahora las disputas políticas entre PSC, Junts per Catalunya y ERC dificultan el nombramiento de un nuevo director general.
Un nombramiento que además deberá ser pactado entre el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio de Barcelona, institución donde se celebrarán elecciones del 15 al 20 de septiembre.
Desde 2019, la Cámara está controlada por "Eines de País" (grupo vinculado a la entidad independentista Assemblea Nacional Catalana), que volverá a presentarse a las elecciones.
¿Cómo afecta el clima político actual a las operaciones de compra-venta de hoteles?
Según explican Juan Gallardo y Roger Serrallonga, de la firma consultora 3 Capital Real Estate, Barcelona tiene tal éxito turístico como destino que las inversiones siguen fluyendo hacia el destino, a pesar de las incertidumbres políticas.
Ahora bien, esas inversiones tienen como objetivo principal la compra y reposicionamiento de hoteles ya existentes. Muy pocos inversores se interesan por la posibilidad de construir nuevos hoteles en las zonas periféricas de la ciudad, una posibilidad que sí permite el PEUAT.
"Actualmente, varios fondos internacionales y hoteleros patrimonialistas negocian acuerdos de compra de establecimientos existentes. Aunque los precios de compra y alquiler de viviendas han continuado creciendo en la ciudad en los ocho años de restricciones estrictas a nuevas aperturas hoteleras, la idea fuerza de que el turismo no puede convivir con la ciudadanía ha calado de tal forma que ninguna fuerza política representativa en el consistorio se ha atrevido a cuestionar una normativa única en Europa como es el PEUAT. Su único efecto claro ha sido la inflación sobrevenida en los precios de compra de activos", explican ambos expertos.
El PEUAT, según recuerdan los socios de 3 Capital Real Estate, permitiría la construcción de hasta cuatro mil plazas hoteleras en zonas más alejadas del centro. Pero de momento los posibles inversores no se muestran interesados en tal posibilidad.
Y es que esas "cuatro mil plazas factibles en zonas más alejadas siguen esperando a que el entorno se consolide y/o a que algún inversor descubra la rentabilidad o interés que nadie fue capaz de identificar en los ocho años de la administración anterior".
"Los inversores preguntan constantemente qué va a pasar ahora en Barcelona"
Según explica Bruno Hallé, socio de la firma consultora Cushman & Wakefield, desde que se celebraron las elecciones y Ada Colau dejó de ser la alcaldesa de Barcelona, "los inversores preguntan constantemente qué va a pasar a partir de ahora en Barcelona. Hay mucha inquietud".
Por ejemplo, inversores locales preguntan si la moratoria hotelera vigente desde 2015, que prohíbe la construcción de nuevos establecimientos en el centro de la ciudad, será derogada o flexibilizada de algún modo por el nuevo gobierno municipal. Pero ante la falta de claridad, de momento no se mueve ningún proyecto de nuevos hoteles, explica Bruno Hallé.
También los inversores internacionales que recientemente han adquirido hoteles en Barcelona están preguntando si el nuevo Ayuntamiento será realmente más "business friendly" a la hora de facilitar la actividad económica y qué discurso mantendrá respecto al turismo.
Mientras tanto, "las cadenas hoteleras siguen teniendo interés por Barcelona, pero saben perfectamente que no tendría la misma rentabilidad abrir un nuevo hotel en el centro que en un barrio alejado. Así que todos están esperando hasta que se clarifique la situación", concluye Bruno Hallé.
Este artículo forma parte de una serie en la que HOSTELTUR analizará en qué posición ha quedado el sector turístico tras las elecciones municipales y autonómicas del 28M y cómo afectarán los cambios políticos en los principales destinos. Ver también:
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