Los dueños del grupo turístico Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, secundados en el mercado latinoamericano por el presidente de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, mantienen una intensa actividad en el sector aéreo. Tras la toma del 75% de Spanair por parte de la escandinava SAS, Pascual y Díaz, que controlan un paquete del 25%, han puesto en marcha proyectos empresariales que no suponen una competencia directa para Spanair y, en alguna medida, buscan sinergias con la actividad de la segunda línea aérea española y del grupo turístico Marsans.
Los dueños del grupo turístico Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, secundados en el mercado latinoamericano por el presidente de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, mantienen una intensa actividad en el sector aéreo. Tras la toma del 75% de Spanair por parte de la escandinava SAS, Pascual y Díaz, que controlan un paquete del 25%, han puesto en marcha proyectos empresariales que no suponen una competencia directa para Spanair y, en alguna medida, buscan sinergias con la actividad de la segunda línea aérea española y del grupo turístico Marsans.
El aspecto más significativo de esta estrategia es la creación de nuevas aerolíneas. Hace tres meses, Pullmantur, el mayorista turístico de Marsans, puso en marcha la creación de una nueva compañía aérea: Pullmantur Air. La empresa opera un avión de gran capacidad Jumbo y en los próximos días incorporará una segunda aeronave de las mismas características. La razón de ser de esta compañía es alimentar el negocio de cruceros que, con cuatro barcos, desarrolla Pullmantur en aguas del Caribe. Los dueños de Marsans se han embarcado igualmente en un agresivo proceso de expansión en Latinoamérica, tomando como base Aerolíneas Argentinas, empresa que controlan desde que hace dos años fue privatizada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). A partir del próximo otoño comenzarán a operar en Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia cuatro compañías independientes que se denominarán Aerolíneas-Austral, seguidas del nombre de cada uno de los países. El objetivo de este proyecto, en palabras de Antonio Mata, primer ejecutivo del Air Plus Comet Argentina y de Aerolíneas, es conseguir un grupo aéreo líder en el Cono Sur que mejore las relaciones por avión en toda la región. Como apoyo de la actividad en Aerolíneas, los propietarios de Marsans han creado un distribuidor de vuelo de la empresa argentina en el aeropuerto de Madrid, que está servido por dos aviones pequeños. Los dueños de Marsans se han aplicado también en reforzar el negocio de vuelos chárter con el que se iniciaron en la actividad aérea. La compañía Air Plus va a aumentar su flota de seis aviones Airbus 310 con dos nuevos aparatos; un Jumbo de gran capacidad y una aeronave de tamaño mediano Boeing 737. Fuentes financieras aseguran que los propietarios de Marsans se han embarcado también en la realización de un estudio muy detallado para analizar las posibilidades de crear una compañía de bajo coste que tenga su base en España. Gonzalo Pascual asegura que está estudiando entrar en este segmento de mercado, que es el que más crece en todo el mundo, sin precisar en qué fase se encuentra este proyecto. El presidente de Spanair aseguró también que Aebal, la empresa de vuelos regionales filial de Spanair, analiza la posibilidad de realizar servicios similares en la Península con aviones de 50 plazas. Los intensos movimientos empresariales que se perciben en el sector aéreo español tienen como trasfondo la ampliación en marcha de los dos principales aeropuertos: el de Barajas, en Madrid, y el de El Prat, en Barcelona. Ambas obras son, por su cuantía económica, de las más importantes que se realizan para el desarrollo de las infraestructuras del país. Además tendrán como consecuencia la multiplicación por dos de la oferta de slots (franjas horarias de aterrizaje y despegue) en las dos terminales troncales de la red a partir de enero de 2005.El incremento de los slots es visto por las compañías aéreas españolas con un sentimiento contradictorio: por un lado, supone una oportunidad histórica para hacer crecer sus proyectos empresariales. Por otro, representan una amenaza cierta de incremento de la competencia, ya que sus principales rivales están al acecho para conseguir el mayor número de slots.Los dueños de Marsans se han puesto a trabajar con celeridad para estar preparados y poder sacar provecho de esta ocasión histórica. Pero en la misma disposición se encuentran las otras aerolíneas españolas y, sobre todo, las principales compañías europeas.American Airlines, por otra parte, hipotecará siete aviones, parte de los últimos activos aéreos que le quedan, para darlos como garantía a cambio de préstamos, con el fin de recaudar 254 millones de dólares que le permitan salir de la actual situación crítica que vive. (A.R.A./J.Ch., diario Cinco Días, 07/07/03)
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