El desastre del festival Burning Man: 70.000 personas atrapadas en el lodo
El evento concluyó ayer, pero la mayoría de los participantes siguen atascados
Publicada 05/09/23 11:31h
La celebración este año del festival Burning Man en Nevada (EEUU) se ha convertido en un auténtico desastre desde que la semana pasada la meteorología adversa, en forma de lluvias torrenciales, se cebara en aquella región desértica donde a finales de agosto surge cada año Black Rock City, una ciudad temporal para 72.000 personas que durante una semana se dedican al arte y a la vida en comunidad. Este año más a lo segundo que a lo primero, pero en condiciones de supervivencia.
Las arenas del desierto en aquella zona, que corresponde a un antiguo lago seco, al haber sido intensamente regadas por las precipitaciones, se han transformado en un barro muy pegajoso que ha impedido no solo el desarrollo de las actividades previstas, sino que también la salida de los participantes que deseaban abandonar el paraje, que no es un recinto cerrado. Algunos lo han conseguido a pie, con grandes esfuerzos para avanzar, y quien disponía de un vehículo todoterreno, tenía un tesoro.
Lento éxodo de Burning Man
Tan solo ayer lunes han podido empezar a salir unos pocos cientos de la gran cantidad de camiones, caravanas y todo tipo de vehículos privados que pueblan el área, y lo han hecho por pistas que la organización ha conseguido habilitar. Eso sí, en medio de unas previsiones meteorológicas aún preocupantes y con la perspectiva de que vaciar Black Rock City lleve días todavía.
Por ese motivo se mantiene la petición de que quienes todavía se encuentran en la embarrada Black Rock City continúen racionando el agua, alimentos y combustible, ante una situación que ha tenido todo tipo de reacciones por parte del público. Las menos han sido las de histeria, algunos incluso han hecho esculturas con el fango y se han centrado en la vida en comunidad en tan peculiares condiciones.
La zona del festival Burning Man no se podía abandonar en caravana, porque estos vehículos se quedaban atascados en el barro, lo mismo que las bicicletas
De hecho, entre los participantes hay quienes han manifestado que el desastre de la convocatoria de este año ha servido para devolver al festival a su estado más genuino. Pero ayer lunes era festivo en EE.UU., el Día del Trabajo, con lo cual a partir de ahora es mucha la gente que deberá volver a su casa para atender sus obligaciones.
La situación, hasta ahora ha dejado un muerto -que parece ser que no guarda relación con el evento meteorológico- y, también, momentos de humor y muchas, muchas anécdotas. Una de las más comentadas es la salida del festival Burning Man del comediante Chris Rock y DJ Diplo, primero a pie y después en la camioneta de un fan.
Segun explicó Diplo más tarde, "un joven me reconoció en el camino y dijo: 'Oye, te llevaré durante los próximos kilómetros'. Y, por supuesto, lo aceptamos con mucho gusto". Evidentemente, el buen samaritano se ha ganado la gratitud del disc jokey y una entrada para una de sus próximas sesiones.
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Más allá de los momentos dulces, amargos y agridulces, el desastre en que se ha convertido en 2023 este festival, que se viene celebrando desde 1986, ha puesto la atención sobre la seguridad en esta clase de eventos multitudinarios, que tienen un potencial de convertirse en tragedia cuando las cosas se tuercen.
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