Gran Canaria, donde el verano se queda un ratito más
Propuestas para vivir la isla en otoño de una manera diferente
Publicada 25/09/23Los días de playa y sol se alargan en Gran Canaria cuando el frío comienza a asomarse en otros puntos de la geografía española. El otoño abre sus brazos en la isla para acoger a quienes están buscando un remanso de luz en medio del océano Atlántico, perfecto para recargar pilas, llenarse de energía y descubrir la esencia de una tierra única.
Es el momento ideal para disfrutar de la sorprendente naturaleza de Gran Canaria, evadirse del mundo tumbado durante horas en las playas del sur o en sus escondidas y tranquilas calas de su cara norte. O quizá disfrutar de su interior verde y montañoso, donde es posible perderse para conocer el lado más natural de la isla.
Una isla que también cuenta con una amplia oferta cultural y de ocio en cualquiera de sus pueblos y ciudades. Todas las opciones son posibles para vivir intensamente múltiples planes al aire libre en cualquier momento del año, por su excelente temperatura también en otoño e invierno, ya sea en familia, con los amigos, en pareja o, si apetece, en solitario.
Esta temporada Gran Canaria ofrece una experiencia única que combina piscinas naturales, oportunidades para hacer senderismo, exploración arqueológica y la belleza de sus pintorescos pueblos del norte, que a menudo son los más desconocidos.
Y no es sólo su sobrecogedor paisaje volcánico lo que animará al visitante a conocer más y más de Gran Canaria. Los encantos de esta tierra que acoge a todo el que la visita van mucho más allá, están en todas partes, en su gente, su cultura y sus tradiciones, algunas de ellas ancestrales.
En esta ocasión Turismo de Gran Canaria propone un viaje diferente a través de las manos de sus artesanos, gentes de campo y mar que llevan al visitante a conocer la verdadera raíz de Canarias, muchas de cuyas manifestaciones están enlazadas con la multitud de experiencias que ofrece el destino. De sus manos brotan productos que hablan de la identidad y la forma de vida de un lugar ideal para la desconexión donde hay mucho por vivir.
Con ingredientes de la tierra, técnicas tradicionales heredadas de generación en generación y un carácter único, la artesanía y cultura de la isla de Gran Canaria son realmente especiales. Cestería, cerámica, carpintería, zurrones, calados y bordados, alfarería y trajes tradicionales, son algunos de los elementos que acompañan al visitante durante su estancia en la isla. Su presencia y utilización es cada vez mayor en sus restaurantes y hoteles; productos turísticos gastronómicos y planes en los que el entorno es el protagonista.
Recopilamos aquí algunos detalles a tener en cuenta para descubrir este paraíso al alcance de la mano desde una perspectiva diferente, ofreciendo la posibilidad de convertirse durante las vacaciones o escapada a Gran Canaria en un auténtico explorador de tesoros conociendo el alma de la isla y su patrimonio etnográfico. El visitante podrá llevarse así en su maleta recuerdos de esos días mágicos en forma de productos de artesanía, muy versátil y amplia, y también única como lo es toda la “isla redonda”.
Cestería
Ejemplo de ello es la cestería, elaborada con hojas de palmera canaria o pírgano -nombre con el que los isleños llaman al tallo central de la hoja-, que ha estado presente en las Islas desde tiempos inmemoriales. Con hojas entretejidas se elaboran todo tipo de objetos cotidianos que forman parte de los oficios tradicionales transmitidos de generación en generación, y que aún permanecen vivos en sus pueblos.
En Gran Canaria también destaca la cestería de mimbre, entre otras fibras vegetales utilizadas. De ambas materias primas se pueden encontrar productos como arquetas, seretas, panaderas, bolsos, sombreros, bandejas de ropa, nasas, o el decorativo forrado de botellas y garrafones.
Existe un amplio calendario de ferias de artesanía, muchas de ellas con muestras de labores en vivo, que recorren distintos puntos de la isla donde descubrir la cultura tradicional de Gran Canaria.
Otro buen lugar para empaparse de sus diferentes manifestaciones es en el Centro Etnográfico del Faro de Maspalomas. En sus salas se exponen más de mil objetos que reflejan las transformaciones sociales en la isla desde el periodo aborigen hasta la conquista castellana. La visita al icónico faro, de más de 50 metros de altura, se puede completar con una visita a su tienda de artesanía, escaparate de artículos que llevan el sello de lo auténtico. Además, también da cuenta del paso en su cuarto viaje a América de Cristóbal Colón, que recaló en este litoral arenoso para hacer acopio de leña y agua salobre. Seguro que él también se quedaría enamorado del paisaje que lo rodea, las impresionantes Dunas de Maspalomas.
Calado
El hermoso arte del calado tiene en la Villa de Ingenio a su máximo representante, un pueblo artesano por excelencia en el que “las caladoras” continúan confeccionando con sus manos verdaderas obras de arte, conservando así una labor que es seña de identidad de Gran Canaria.
Con una historia ligada en sus inicios a Portugal y el sur de España, a principios del siglo XX su principal centro receptor era Londres, mientras que en la actualidad es una artesanía que atrae la atención del mundo del diseño, que marca tendencia en la moda hecha en las Islas y alcanza la alta costura. Esta manufactura textil es un activo cultural de valor incalculable para este municipio del sureste grancanario, que también sorprende por un entorno natural único.
Ingenio comparte con el municipio de Agüimes una auténtica joya: el Monumento Natural del Barranco de Guayadeque. Este valle espectacular de 15 kilómetros de largo cuenta con uno de los patrimonios arqueológicos más destacados de Gran Canaria. Además, es uno de los valles más verdes e impresionantes de la isla, repleto de cactus, pitas, amapolas, palmeras, pinos canarios y almendros, así como más de 80 especies endémicas que crecen en abundancia en sus escarpadas laderas.
El visitante puede descubrir entre los palmerales del barranco las huellas de los antiguos habitantes canarios, y en los cascos históricos de ambas poblaciones el reflejo de un encuentro cultural único. Otro de los atractivos de este barranco son las casas cueva, que añaden un toque mágico a la experiencia de estar en un lugar de ensueño. Estas numerosas grutas naturales han sido convertidas en residencias privadas, alojamientos rurales y restaurantes, completando así la sensación única de este lugar extraordinario.
Aloe vera
El clima eternamente suave de Gran Canaria invita a organizar una escapada otoñal para cuidar cuerpo y mente. A la calidez de su constante sol, al mar y al aire puro se suma una extensa lista de opciones de alojamiento e instalaciones de la más alta calidad en las que descansar y cuidarse, con centros de spa y wellness de excelentes características. Muchos de ellos ofrecen a sus clientes tratamientos basados en el aloe vera canario, considerada la variedad que crece en la isla una de las mejores del mundo por su alta pureza.
De forma totalmente artesanal también se elaboran cremas hidratantes, jabones, champú y hasta maquillaje con el aloe como ingrediente principal, el tesoro que guarda esta “planta picuda”, muy estimada por ser una de las mejores medicinas naturales. Si el visitante quiere conocer en profundidad cómo se cultiva el aloe vera de forma 100% ecológica puede realizar una visita guiada a algunas de las plantaciones dedicadas a este cultivo, probar su pulpa y conocer cómo se obtienen los diferentes productos de su gel natural. Un ejemplo es lo que hacen en la Finca Canarias Aloe Vera, situada en el barranco de Fataga, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, en una zona conocida como el “Valle de las mil palmeras”.
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