Así es el primer hotel 5 estrellas Gran Lujo de Triana
El edificio rehabilitado, cuenta con 12 habitaciones y una oferta gastronómica que se funde con el ambiente sevillano
Publicada 11/10/23 00:23hDesde mediados de septiembre, Cavalta Boutique Hotel ha abierto sus puertas convirtiéndose en el primer establecimiento hotelero de 5 estrellas Gran Lujo del conocido barrio de Triana, en Sevilla. El hotel ha puesto en valor una joya arquitectónica de la ciudad con su meticulosa rehabilitación y su carácter abierto tanto a los visitantes de la ciudad como a los propios sevillanos.
El edificio fue construido en 1924, diseñado por el arquitecto Ramón Balbuena y Huertas, seguidor del regionalismo y que junto a Aníbal González y otros creadores de la época formó parte del proyecto de la Exposición Universal del 29. En él destacan sus fachadas por el uso del ladrillo aplantillado visto y los paneles cerámicos policromados con detalles vegetales y figurativos creados en los talleres ceramistas populares del Barrio de Triana.
Como hotel ha comenzado a recibir a sus primeros clientes desde el día 19 de septiembre, alojados en una de sus 12 habitaciones de lujo, donde destaca la calidad de los materiales, con suelos de madera natural, paredes de ladrillo visto, mobiliario confortable y original, y los productos más exclusivos, incluyendo la lencería, destacando la conseguida insonorización que permite aislarse del bullicioso y alegre barrio de Triana en cualquier momento.
Cavalta Boutique Hotel cuida de sus huéspedes con una atención personalizada las 24 horas del día, sin ser invasiva, ofreciendo el trato cercano que pide el nuevo cliente de lujo. “Mobiliario de alta calidad, obras pictóricas originales, equipos de descanso Premium”, estos son algunos de los aspectos que destaca a HOSTELTUR Guillermo Colchero, CEO de la compañía propietaria del edificio, Doble G Inmuebles, que ha decidido ocuparse ella misma de la explotación del hotel, sobre los aspectos más visibles en sus estancias, y que se complementan con un trato personalizado y muy cercano que les haga vivir “la experiencia de alojarse en una casa sevillana como un invitado”.
Gastronomía a ritmo sevillano
En cuanto a la gastronomía, todo en Cavalta queda abierto a la ciudad, desde el restaurante Balbuena y Huertas hasta su cocktail bar y el Alzalí Garden Club en la azotea con piscina exterior. De ahí que su exclusivo restaurante haya visto la oportunidad de adaptarse, tras una primera etapa de apertura durante el verano previa a la operativa del hotel, al ritmo de vida de la ciudad, que tanto atrae también a sus visitantes.
De este modo, el restaurante ha estrenado en octubre “la barra de Balbuena y Huertas, con soluciones rápidas, con producto de calidad, presentaciones elaboradas, creando un producto orientado tanto para el huésped como para el cliente externo del hotel”. Por otra parte, el desayuno es a la carta con un buffet asistido en el que se ofrecen productos sevillanos y toda la repostería y bollería se elabora artesanalmente en su restaurante.
La plantilla del hotel, liderada por su director, Pablo Alcantarilla, con una amplia trayectoria, se compone de una veintena de profesionales, que se ocupan de variadas funciones, atendiendo al tamaño y el objetivo de trato cercano y familiar.
Elevado valor histórico
En cuanto a la rehabilitación del edificio, Guillermo Colchero explica que “es un edificio del año 1924, el arquitecto original fue Ramón Balbuena y Huertas, un arquitecto muy afamado en Sevilla, participó, por ejemplo, en el proyecto del Bar Laredo y de una serie de casas que se construyeron de familias acomodadas en la época, y que eran casas muy particulares. Aquí se han recuperado todos los elementos que hemos cogido del edificio original, y no por obligación, sino por verdadero interés en apreciar todo lo que es la cultura sevillana”.
“La fachada del edificio es de corte regionalista, los azulejos son de Enrique Orce, que es el mismo ceramista del panel de la escalera principal del hotel Alfonso XIII. Tenía aquí, muy cerca, al final de la calle Conde de Bustillo, tenía el taller de cerámica”. Destaca el cuidadoso trabajo de conservación en fachada, “muy respetuoso con la misma, no se han hecho técnicas agresivas, se han mantenido todos los elementos, se han sustituido las ventanas en muy mal estado, que estaban del edificio ya con 100 años, por ventanas con madera natural de iroko, dotándolas de un aislamiento acústico importante, y la iluminación del edificio va a ser muy conservadora, muy simple, para destacar lo justo lo que haya que destacar, para integrarse en el barrio”.
El propietario de Cavalta Boutique Hotel incide en que “la interacción con el barrio de Triana y con la ciudad de Sevilla en general, es muy importante. Esto no pertenece a un fondo de inversión extranjero que va a estar por un tiempo, es un proyecto de familia y es un proyecto con el que queremos revalorizar un inmueble que estaba ya en decadencia. Había la opción de venderlo y había la opción de ponerlo en valor, que es por lo que se ha apostado, y además, de esa manera, crear un enclave diferente”.
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