España impulsa la aprobación del nuevo reglamento UE de alquiler vacacional

Estamos hablando de sostenibilidad y me gustaría aterrizarlo en algunos de los temas concretos que ya se han tratado en la Convención. Por ejemplo, la regulación de las viviendas turísticas. Hay muchas competencias transferidas a las comunidades autónomas, pero a nivel Secretaría de Estado, ¿qué se está haciendo para intentar resolver este problema de tan complicada solución?

La oferta ilegal se engloba en el tema de cómo mejorar la convivencia turista-residente, sobre todo en núcleos urbanos, centros históricos y sitios de gran éxito y gran afluencia. Está claro que a cada comunidad autónoma le corresponde la regulación de qué es una vivienda turística y, sobre todo, bajo qué marco se puede realizar esta actividad. Este fenómeno también ha experimentado un aumento muy notable en los últimos años, y cada comunidad y cada ayuntamiento -porque hay competencias urbanísticas que asimismo entran en juego- deben encontrar cuál es el punto de equilibrio de la oferta legal en su territorio. Para ello tienen todas las herramientas a su alcance con el fin de, con una buena coordinación, gestionar el volumen de este tipo de actividad. En Palma, por ejemplo, se ha zonificado y en un área determinada no se permite ejercerla. (El Supremo avala el no de Palma al alquiler turístico en plurifamiliares, publicado por HOSTELTUR noticias de turismo).

“Nos enfrentamos a un fenómeno de muy difícil control, también por la comercialización online de esta oferta ilegal a la que no le afecta la normativa, por mucho que la endurezcas. Pero precisamente en su comercialización a través de esas plataformas internacionales es donde pensamos que tenemos una oportunidad muy buena para luchar contra esa oferta ilegal, limitando qué tipo de contenido o de anuncios puede aparecer en ellas”, como ha subrayado Rosana Morillo

¿Y se está acometiendo en el ámbito europeo?

Efectivamente. Para ello empezamos a elaborar en el Consejo de Competitividad de la Unión Europea un reglamento, que es de aplicación directa en todos los países miembro, no hay que transponerlo, que obliga a las plataformas a compartir mensualmente con los Estados información detallada de cada uno de los anuncios: cuántos días se han comercializado, a cuántas personas y los detalles de cada transacción. Datos a los que tendrá acceso la inspección turística y, si existe un incumplimiento o es una oferta ilegal, va a poder actuar porque va a tener la prueba, que ahora mismo es tan difícil de conseguir. Es cierto que la posición inicial de España y del Parlamento era poder establecer cierto control previo a la publicación de ese anuncio, poder comprobar si el inmueble estaba dentro del registro de viviendas turísticas o no. Pero nos tenemos que ajustar a lo que dice la Directiva de servicios digitales, y eso hubiera tenido un encaje más complicado a la hora de poder exigir obligaciones a los comercializadores. Lo que sí esperamos es que ejerza un efecto disuasorio en los que estén realizando una actividad ilegal y opten por no publicar su anuncio en estas plataformas.

“Es un tema jurídicamente complejo y hemos trabajado para que el reglamento fuera lo más beneficioso posible para España. Creo que va a ser un paso adelante muy grande para la lucha contra esta oferta ilegal, garantía también para un visitante que, si ve el anuncio en una de estas plataformas, no tiene por qué saber si es legal o no”

En cuanto a la medición de la capacidad de carga de los destinos para evitar la turismofobia, ¿qué está haciendo la Administración central para facilitarles las herramientas necesarias para ello?

A través de Segittur, y dentro de las iniciativas de los destinos inteligentes, promovemos herramientas digitales para medir la movilidad y los flujos turísticos, como el seguimiento de los móviles o de las compras con tarjetas de crédito, también para saber qué tipo de productos les atrae o por dónde se mueven. Pero ya he dicho que no hay una única solución para todos, sino que cada destino debe encontrar la suya basándose en el análisis de todas las opciones a su disposición. Para analizar la capacidad de carga resulta clave asimismo la colaboración con el área académica. De hecho me consta que a muchos destinos les está funcionando muy bien trabajar con sus universidades, aprovechando sus conocimientos también en la vertiente tecnológica. Y todo ello acompañado siempre de políticas públicas relevantes y adecuadas a esa capacidad de carga que ya hemos medido, y que hay que seguir midiendo porque no es un valor estático.

Rosana Morillo, en un momento de la entrevista mantenida en la III Convención de Turespaña celebrada en Santander. Fuente: Secretaría de Estado de Turismo.

Hablaba de los avances tecnológicos y la tecnología también es una ayuda en pro de la sostenibilidad de los destinos. ¿Cómo se les facilita el acceso a ella?

Ahora estamos trabajando con Segittur en una plataforma inteligente de destinos, uno de nuestros proyectos con fondos europeos, que va a estar abierta a todos porque los datos son caros y su análisis no es fácilmente accesible. Por eso queremos facilitar que las pymes, el 98% de las empresas turísticas en España, lo que debemos tener en cuenta a la hora de diseñar políticas, puedan utilizarlos para tomar mejores decisiones de negocio. Esta gran plataforma se va a enfocar en todos los eslabones de la cadena de valor turística, ya sean residentes, empresas… Todo lo que compone en un destino el ecosistema turístico. Es un proyecto muy ambicioso que espero que sea ejemplo y que está despertando mucho interés fuera de España. Además creo que tenemos que ser pioneros porque copresidimos el Comité de Estadísticas de la OMT, también porque fuimos el primer destino del mundo en empezar a medir datos en 1998. Vamos a empezar a trabajar con destinos piloto de los distintos segmentos turísticos, para luego poder implementarlo más rápidamente en otros de similares características. En breve anunciaremos cuáles son, porque es importante elegir los que sean un buen ejemplo de cada tipología.

Otro de los temas que se han tratado en la Convención ha sido el de de potenciar la colaboración público-pública, entre las administraciones. ¿El nivel actual es el idóneo o siempre hay que trabajar en ello porque nunca se llega a la colaboración ideal?

Yo creo que es un trabajo constante que no podemos descuidar ninguna de las Administraciones, especialmente en años electorales como éste en el que ha habido cambios al frente de ellas, pero eso no implica que vaya a cambiar la colaboración. Por ejemplo, en la gestión de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos, que es la partida más grande dentro de los 3.400 millones de euros y que aterriza directamente en cada territorio, mi equipo sigue colaborando con los equipos nuevos en comunidades y ayuntamientos igual que lo hacía antes. Esto tiene que estar fuera de toda duda y toda discusión, obviamente cada uno dentro de su marco competencial. Además es que creo que el éxito de poder gestionar correctamente todos los fondos europeos que han venido a turismo está precisamente en esta colaboración y diálogo entre administraciones, yendo muy de la mano. Y cuando al Estado español le corresponde ser el interlocutor a nivel europeo, que tengamos en cuenta las diferentes realidades de los territorios españoles, porque somos la voz de todos cuando hablamos a nivel internacional. Esta colaboración se pone asimismo de manifiesto en las constantes iniciativas y proyectos piloto que emprendemos con los gobiernos autonómicos. Como todo, creo que no hay que dejar de buscar la mejora, pero es importante que se sepa que esta Secretaría de Estado y este Ministerio tenemos una actitud absolutamente colaboradora y de cooperación con autonomías, ayuntamientos, diputaciones, consejos y cabildos para lo que necesiten.

Y ante la falta de talento, que también se ha hablado mucho de que es un gran problema para el sector, no sé si se está trabajando de alguna manera para que el sector siga siendo atractivo para captar a ese nuevo talento.

Es un fenómeno prepandemia, cuando se empieza a percibir que las generaciones que se incorporan al mundo laboral están menos interesadas en buscar trabajo en el sector servicios. La pandemia lo agudiza y se convierte en un fenómeno mundial, lo que nos tiene que hacer reflexionar porque no hay una única solución, sino que es un camino en el que cada una de las partes tenemos nuestra tarea. Creo que entre todos tenemos que recuperar el prestigio del sector. Por eso hablaba hoy del orgullo de pertenencia, de que la gente esté orgullosa de trabajar en turismo, de que se perciba como una industria atractiva para trabajar, que trabajemos esa marca. Considero que en España tenemos una gran ventaja porque la marca España en turismo tiene mucho prestigio y no debemos olvidar que nos movemos en el marco europeo. Es decir, podemos ir a buscar talento a cualquier país de la Unión Europea.

“Es fácil atraer talento europeo para que venga a trabajar a España porque somos un referente en turismo. Ahí sí que tenemos que ir de la mano el sector público y privado para buscar el talento que el sector necesita, obviamente sin olvidar el talento nacional. Esto no quita que sigamos invirtiendo en formación y trabajando por volver a prestigiar el sector o por aumentar su reputación dentro de España. Tiene que ir en paralelo. España tiene que aprovechar la Presidencia del Consejo para poner el turismo en la agenda de la Unión Europea”

Ya lo comentamos con el comisario Breton, porque también pensamos en iniciativas cuando las temporadas turísticas no coinciden entre territorios. Podemos impulsar la movilidad entre las escuelas de turismo, las universidades, etc. De hecho encaja perfectamente dentro del Pacto por las Capacidades de la Unión Europea. Si entre los territorios europeos podemos compartir el talento, al final es un win-win para todos. Sólo tenemos que ser un poco creativos, porque además si querremos crecer en calidad y no en volumen, también necesitamos profesionales más preparados, con más cualificación, por ejemplo en idiomas; competencias que a lo mejor son más fáciles de adquirir en otros territorios, aunque también puede ser al revés, que podemos exportar talento. Se trata de pensar que dentro del mercado laboral tenemos también un marco europeo, así que aprovechémoslo. A nivel país tenemos una labor importante que hacer para ayudar a nuestro sector a buscar profesionales fuera, y creo que el sector es plenamente consciente de que también tiene que realizar ciertos cambios para adaptarse a las demandas de las nuevas generaciones.

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