“Una mala noticia” el nuevo modelo de gestión de Aena

Así opinaba sobre el anuncio de que Suspenden la privatización de Barajas y El Prat, hecho por la ministra de Fomento, Ana Pastor. “Como parece ser que no tendremos el aeropuerto, pues debemos asegurarnos de que tendremos una aerolínea que realmente apueste por Barcelona y por hacer de Barcelona un hub. No vamos a desfallecer, sino a trabajar más y más fuerte”, ha asegurado.

Soriano, que ha recordado que la mayoría de aeropuertos en Europa están gestionados por autoridades o empresas del ámbito local, se ha mostrado sorprendido por el hecho de que el Ejecutivo crea que los aeropuertos de Barcelona y Madrid no deben competir entre ellos.“El problema es que la compañía que se ha construido con el dinero de todos los ciudadanos del Estado español –Iberia- haya hecho una apuesta clarísima por Madrid donde opera 200 frecuencias semanales en vuelos intercontinentales y en Barcelona tan sólo dos. No existe ninguna otra competición, ni deportiva ni económica, en la que Madrid gane por 200 a 2. Por tanto, no ha habido una apuesta suficientemente fuerte por Barcelona”.

Decepcionante el presidente de Iberia

En cuanto a las opiniones del presidente de Iberia, Antonio Vázquez, en las que cuestionaba la viabilidad del modelo de negocio de Spanair, Ferran Soriano considera que "es decepcionante y sorprende que el presidente de una compañía hable mal de un competidor. Lo que estamos haciendo en Spanair es construir una red de alimentación que nos permita tener vuelos intercontinentales (…) porque la compañía que podía haberlo hecho y disponía de las inversiones billonarias, con b, por parte del Estado no lo hizo. Por tanto, nosotros a lo nuestro y a trabajar por un objetivo perfectamente posible y es que Barcelona tenga vuelos intercontinentales como los tiene Madrid”.

En cuanto a la entrada de un socio estratégico en Spanair, Soriano ha afirmado que están trabajando "muy fuerte" para atraer un partner que ponga en Barcelona 10 ó 20 aviones grandes -que suponen una inversión de entre 2.000 y 3.000 millones de euros- que permitan "hacer realidad un sueño perfectamente posible y que Cataluña y la economía catalana merecen. Soy optimista”.