La Federación de Hostelería de Girona calcula que la ocupación en la Costa Brava ha caído en la primera quincena de julio entre un 20 y un 40 por ciento con respecto al año pasado, atribuyéndole, entre otros motivos, a la recesión económica que viven algunos países de Europa.
La Federación de Hostelería de Girona calcula que la ocupación en la Costa Brava ha caído en la primera quincena de julio entre un 20 y un 40 por ciento con respecto al año pasado, atribuyéndole, entre otros motivos, a la recesión económica que viven algunos países de Europa.Sin embargo, estas cifras no son "alarmantes" para los responsables de la federación porque el turismo estatal ha aumentado, especialmente durante los fines de semana. Una de las poblaciones más afectadas por este descenso de turistas es Lloret de Mar, que durante la primera quincena del mes ha tenido un bajada de entre el 35 y 40 por ciento de la ocupación hotelera.
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