Cogobernanza turística en Canarias y Comunidad Valenciana
Qué echan en falta empresarios como Gabriel Escarrer (Meliá), Jordi Ferrer (Hesperia) y José Luque (Fuerte Group Hotels)
Publicada 24/01/24- Escarrer se ha sorprendido de la amonestación del presidente valenciano a la Administración pública, porque “suelen amonestar al privado”
- Jordi Ferrer apuesta por “más colaboración público-privada incorporando a los ciudadanos para trabajar conjuntamente y eliminar reticencias”
- José Luque ha reclamado una solución para “la financiación de grandes municipios turísticos, porque el sector paga muchos impuestos”
Las continuas peticiones de los empresarios del sector turístico de mayor colaboración público-privada, que se han repetido durante toda la jornada del Foro Exceltur, se han encontrado con dos posicionamientos claros al respecto, protagonizados por Canarias y la Comunidad Valenciana. Ha sido en la mesa con el título de “Conocer para mejorar: políticas comprometidas para avanzar”, en la que, además de los presidentes de Canarias y de la Generalitat Valenciana, Fernando Clavijo y Carlos Mazón, respectivamente; han participado Gabriel Escarrer, presidente de Exceltur y presidente y CEO de Meliá Hotels International; Jordi Ferrer, consejero delegado de Grupo Inversor Hesperia; y José Luque, director general de Fuerte Group Hotels y presidente de Aehcos; con Rodolfo Núñez, presidente de Binter Canarias, como moderador.
José Luque ha escrito su carta a los Reyes Magos en este sentido con un doble destinatario. Así, a la Administración le ha reclamado “más transversalidad; dado que el turismo representa hasta el 14% del PIB, su Consejería debería tener prerrogativas sobre otras, o contar con algún responsable en Presidencia, también a nivel nacional”.
Pero también ha tenido para los empresarios, advirtiendo que “la cogobernanza no es fácil para las empresas, que debemos mejorar y profesionalizarnos más, además de apostar por las asociaciones y ser más participativos porque si puedes influir más, tienes que destinar más recursos. Sólo así podremos erigirnos en un verdadero lobby y ejercer más presión, y las cosas funcionarían mejor”.
Sin embargo, ante estas peticiones, el presidente de Canarias lo tiene claro: “Ampararnos en la cogobernanza no puede traducirse en una parálisis en la toma de decisiones. Buscando el consenso, cuando decidimos todos no se decide nada. Y yo quiero decidir y que ni empresarios ni trabajadores manden en la Comunidad; establecer unas reglas de juego claras, con seguridad jurídica, y garantizar que se cumplan, con unos instrumentos de inspección que no tenemos. Porque se debe facilitar la acción privada pero con una serie de requisitos, de manera que si se saltan las reglas del juego, caiga todo el peso de la ley”.
En el polo opuesto se ha colocado el presidente de la Comunidad Valenciana, que ha reconocido que “cuando el Gobierno no practica la cogobernanza, cuando no escucha al sector, Valencia perdió la Copa América y la ganó Barcelona, aunque lucharemos para que vuelva a casa”. En esa cogobernanza Carlos Mazón aboga por “competir y cooperar; no tengamos miedo a competir para prepararnos para ser mejores; la competencia es buena y perfectamente compatible con cooperar para ser un gran destino”.
Gabriel Escarrer ha apostado asimismo por “la colaboración público-privada, pero también público-pública y privado-privada, para decidir el modelo de desarrollo que queremos; no tenemos por qué competir, por ejemplo Madrid y Barcelona, porque son destinos complementarios para emisores de larga distancia como Estados Unidos, Asia y Oriente Medio, y ambas ciudades conforman una combinación muy poderosa. Es el momento de sumar, no dividir, porque nos hace más fuertes”.
Qué echan de menos los empresarios
El presidente y CEO de Meliá, con su legado de empresa familiar, echa de menos “una visión más largoplacista, que cada vez que entre un nuevo Gobierno no destruya ni cambie todo lo avanzado ni modifique las cosas que se han hecho bien. Porque el sol y playa es necesario pero no suficiente, y con elementos como la seguridad, patrimonio, medioambiente e infraestructuras resulta una combinación poderosa”.
Por ello ha pedido “un pacto de Estado o aglutinar esfuerzos para fijar unas reglas del juego básicas que puedan modificarse, pero que no se cambien, para tener seguridad jurídica para planificar empresas y desarrollar el tipo de turismo que queremos en cada comunidad autónoma. Es lo que hace falta”.
Escarrer ha subrayado la necesidad de que “España se consolide como referente en sostenibilidad, en temas sociales y digitales, lo que nos puede asegurar la competitividad para los próximos 20 años. Debemos asegurarnos de ser más amigables para los ciudadanos, poniendo en valor nuestras iniciativas sostenibles, y atractivos para los trabajadores; escuchar a las nuevas generaciones porque tienen otras prioridades y buscar fórmulas de flexibilidad para atraerlas. Porque la falta de mano de obra, junto con la oferta de alquiler vacacional ilegal, son los grandes retos del sector”.
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En esta misma línea, Jordi Ferrer ha incidido en que “los empresarios del sector hemos invertido mucho en producto para elevar su calidad y atraer así a un turista de más calidad, en lugar del turismo de cantidad. Lo que nos ha faltado ha sido focalizarnos en actuaciones que demuestren nuestro compromiso a los ciudadanos, no sólo a los clientes, para revertir así la mala imagen que tienen del sector. No lo hemos sabido explicar, porque somos empresas muy comprometidas con los ciudadanos y se pueden hacer muchas cosas”.
Se ha mostrado partidario asimismo de “formar a los trabajadores para que puedan transmitir mejor los conceptos de sostenibilidad y de RSC (responsabilidad social corporativa) de las empresas a ciudadanos y clientes”. También de “generar empleo local, y formarlo, para que no tenga que desplazarse de otros lugares, ocupar habitaciones o ejercer presión sobre la vivienda local”.
José Luque, por su parte, ha destacado la necesidad de “fijarnos más en la planificación de recursos para que visitantes y residentes tengan calidad de vida, resolviendo los problemas del agua, de las playas, las comunicaciones, porque nos afectan a todos. Debemos sustituir la ideología por la innovación y la tecnología. Por qué no hemos hecho nada si ya lo veíamos venir, si son problemas estructurales. La planificación es fundamental porque necesitamos recursos y sensibilidad para planificar e invertir. Hay que trabajar más en esa planificación”.
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