Cada mes más, y cada día más imprescindibles para la Costa del Sol. La llegada de visitantes británicos ha entrado en una tendencia imparable, y su importancia para la industria turística de la provincia crece por momentos.
Cada mes más, y cada día más imprescindibles para la Costa del Sol. La llegada de visitantes británicos ha entrado en una tendencia imparable, y su importancia para la industria turística de la provincia crece por momentos.
Los datos de tránsito de pasajeros en el aeropuerto de Málaga demuestran que el número de viajeros procedentes o con destino en el Reino Unido se ha disparado, con un crecimiento durante el primer semestre del año de casi el 20 por ciento. Los datos son contundentes. Junio ha sido el segundo mes consecutivo en que el número de pasajeros británicos en el aeropuerto de Málaga ha superado el medio millón, una cantidad nunca antes alcanzada. El año pasado, el mes de mayor tránsito fue agosto, con 486.000 viajeros. En lo que va de julio, esta tendencia se ha afianzado, lo que hace prever que los dos meses de mayor actividad, julio y agosto, arrojarán cifras históricas. Este crecimiento formidable del turismo británico sólo encuentra parangón con el comportamiento del mercado nacional, segundo en importancia en el aeropuerto de Málaga, que ha crecido un 16 por ciento en el primer semestre aunque con cifras absolutas muy alejadas. Por cada pasajero español que llega al aeropuerto, lo hacen casi dos británicos. Por su parte, la llegada de alemanes, tercer mercado de origen en importancia, ha caído en el mismo periodo un 1,8 por ciento. El aumento del peso del turismo británico en la Costa del Sol es una buena noticia sólo en parte. La estrategia de concentrar la mayor porción de actividad en un solo mercado supone un grave peligro, como lo demuestran las nefastas consecuencias que para las islas Baleares está teniendo la crisis económica alemana. Pero también porque el mercado turístico del Reino Unido no pasa por su mejor momento económico. Los británicos han perdido en los últimos meses más de un 10 por ciento de capacidad adquisitiva en la zona euro como consecuencia de la depreciación de la libra esterlina. La Costa del Sol lo está sufriendo en la piel de los hoteles, que registran una bajada de ingresos medios por comida y gastos extras. (H.B., diario Sur, 24/07/03)
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