Peligra la ocupación de los hoteles de Barcelona por la sequía

La fase de emergencia decretada es la más grave de todas y tiene tres estadios: En el primero (el actual, con el sistema Ter-Llobregat por debajo de 100 hectómetros cúbicos de reservas), las dotaciones de agua máxima se reducen a 200 litros por día y habitante para todos los usos (comercial, industrial, lúdico o personal). En los estadios dos (67 hm3) y tres (33 hm3) descienden a 180 y 160 litros, respectivamente, al tiempo que se incrementan otras restricciones.

En total son 239 los municipios que están en la lupa del control de consumo por debajo de 200 litros, porque a los del Ter-Llobregat (202) se suman los que ya estaban en emergencia por los embalses de Riudecanyes (Tarragona) y Darnius Boadella (Girona), y el acuífero del Fluvià Muga (Girona).

A raíz de la emergencia por sequía, el rellenado de piscinas de hoteles y cámpings solo podrá ser con agua salada. En la fase de emergencia I y II hay excepciones para piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat y de las piscinas descubiertas de uso durante todo el año para la práctica deportiva federada si disponen de un sistema de recirculación del agua, en las cantidades indispensables para garantizar la calidad sanitaria. Para ahorrar un volumen de agua equivalente al empleado en el llenado de la piscina, en la fase de emergencia II se cerrarán las duchas.

Más información

- Emergencia por sequía: se decretarán restricciones en Cataluña

- Cataluña prohibirá llenar piscinas de hoteles y campings por la sequía

Las piscinas en hoteles y campings de Barcelona solo se podrán llenar con agua de mar. Fuente: AdobeStock.

Jordi Clos ha dicho a EFE que si los hoteles se ven obligados a cerrar las piscinas, registrarán "una pérdida importante de ocupación", ya que dichas instalaciones se han convertido en un complemento "bastante básico" en verano, y sin ellas los clientes se irían a otros destinos. Frente a esto, agregó que si esto ocurre "nos encontraremos con una situación de crisis de sequía y otra de crisis económica"

La medida establece que las piscinas se podrán llenar con agua de mar, pero el hotelero ha explicado que es complicado. Si bien no se puede calcular cuántos establecimientos tendrán que cerrar la piscina por falta de agua el próximo verano, Clos ha calificado de hecho "insolidario" que algunos pantanos tiren al mar una gran cantidad de metros cúbicos de agua mientras "aquí estamos con restricciones".

"Todo esto tendría que resolverse", ha apuntado, al tiempo que ha asegurado que "los políticos tendrían que pensar que las desalinizadoras que tenían previsto hacer desde el año 2008, tendrían que estar hechas" y que quizás deberían haber previsto esta situación de emergencia con más tiempo.

Por otra parte, recordó que el Gremio de Hoteles de Barcelona presentó el año pasado un informe en el que se apuntaba que los establecimientos de la ciudad han reducido un 40 % el consumo de agua en los últimos siete años, y que de media se consume 163,5 litros de agua por día y cliente, por debajo de los 200 litros decretados como consumo máximo.

Clos también ha asegurado que los hoteles han mejorado su gestión del agua con medidas como adecuar las instalaciones para el reciclaje de aguas grises; mediante la instalación de sistemas de grifos, duchas y WC con ahorro de agua, de sistemas de monitorización diario del consumo de energía y agua o con piscinas con sistemas de recirculación de agua.

Asimismo, ha resaltado que en los últimos años se han eliminado el 30 % de las bañeras de los establecimientos y se han sustituido por duchas, lo que supone un consumo más eficiente.