Ordenación y urbanismo, ante el desafío que supone la vivienda turística

Los encuentros que periódicamente organiza el Grupo Hotusa bajo el título de “La industria de la felicidad” reunieron este viernes, en el hotel Eurostars Madrid Tower, a Miguel Sanz y a Reyes Maroto, ahora portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, para debatir sobre “Los retos y desafíos de la promoción turística para la marca España".

“La utilización de las viviendas como pisos turísticos es un absoluto disparate. Además de que puedan generar competencia desleal y generar inseguridad, sobre todo van a impedir que mucha gente pueda vivir en la ciudad y si la gente se va, las empresas también se irán y las ciudades se pueden convertir en auténticos parques temáticos", expuso Amancio López durante su intervención en la apertura del debate.

Un problema para el que las diferentes administraciones no acaban de encontrar una solución, a pesar de los reglamentos que se han desarrollado al respecto. Para el director general de Turespaña, la solución pasa por “la ordenación de esta actividad, como pide el sector”. De este modo, se protegerá al consumidor, al garantizarle que va a disfrutar de un producto de calidad, al tiempo que se solventa el problema de la competencia entre los diferentes actores del ámbito del alojamiento, argumentó.

De izquierda a derecha: Amancio López, presidente del Grupo Hotusa; Miguel Sanz, director general de Turespaña; Reyes Maroto, exministra de Turismo, y el moderador Juan Fernández-Miranda, adjunto al director de ABC y redactor jefe de la sección España, durante los desayunos que periódicamente organiza la firma hotelera bajo el título "La industria de la felicidad". Fuente: Grupo Hotusa.

"Igual que están ordenadas y se define dónde se pueden realizar determinadas actividades económicas y dónde no, en qué suelo", se debería hacer lo mismo en el ámbito de las viviendas turísticas, señaló. "Son regulaciones urbanísticas en muchos casos, regulaciones en materia de actividad económica en otros”, agregó

En cualquier caso, dejó claro que "no se trata de prohibir, sino de ordenar". De hecho, señaló que este tipo de viviendas es muy demandado y puede ser un gran dinamizador de la economía en lugares donde es complicado establecer otras alternativas de alojamiento. No es lo mismo, los destinos de costa y urbanos, donde hay una gran oferta, que en determinados destinos de interior, donde el problema es la ausencia de plazas. Por tanto, "es importante para el desarrollo de determinados territorios”, insistió.

“Las viviendas de uso turístico no son malas per se, son malas si no están reguladas. No se trata de prohibir ni de restringir, sino de ordenar”, agregó

Reyes Maroto, por su parte, reconoció que uno de los errores que cometió su departamento en su etapa como ministra de Turismo fue centrar todo el diálogo en las plataformas que comercializan este tipo de alojamiento. Trataron de que hubiese una colaboración, pero ésta nunca funcionó. “Hubo un diálogo fallido con las plataformas”, aseveró, pero confía en que con la nueva directiva europea haya un mayor control de las mismas.

A su juicio, “el debate de la vivienda es necesario”, ya que se han encarecido los pisos y para muchos jóvenes es imposible adquirir uno, lo puede llevar a “una pérdida de talento”, agregó.

En su opinión, para resolverlo el urbanismo es un eje fundamental. "El ordenamiento urbano va a ser clave", insistió. Señaló que hay normativas que "no están mal", como en Madrid, pero el problema es que no se aplican. “La inspección tiene que ser fulminante”, afirmó. Al tiempo que señaló que hay una brecha de seguridad en las viviendas turísticas, pues no se sabe quién se aloja en ellas.

Redefinir los indicadores

España ha registrado una fuerte recuperación tras la pandemia, con niveles ya superiores a los de 2019. En 2023, más de 84 millones de turistas extranjeros visitaron España. Sin embargo, ambos ponentes señalaron que es el momento de dejar de medir el éxito de esta actividad por el volumen y redefinir los indicadores.

El éxito no se debe valorar por las cifras de turistas que nos visitan. El director de Turespaña recordó que hace muchos años se celebraba la llegada del “turista un millón”. "El volumen era necesario para generar industria", añadió. Pero, a su juicio, los indicadores de éxito deberían ser los que afectan a la realidad de las personas que viven aquí. Por ejemplo, "cuánto empleo crea, qué tipo de empleo crea, cuántos ingresos recibimos por turismo...".

Una industria más competitiva

Por otro lado, Reyes Maroto puso en valor algunos de los logros alcanzados en la gestión turística, como el avance en la desestacionalización. Se ha logrado un mayor equilibrio entre los meses de verano y los de invierno, gracias a que se está alargando la temporada turística.

Recordó que en su etapa al frente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, “cambiamos el concepto de producto para hablar de experiencia. Es un concepto que hemos incorporado muy bien". Al tiempo que destacó el valor de la competitividad: “Nos esforzamos porque la calidad sea el sustituto de la cantidad”.

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