Tasa turística: ¿en qué ciudades hay que pagarla?
Más de un centenar de municipios europeos cobran algún tipo de ecotasa a los visitantes durante su estancia
Publicada 04/07/24
La masificación turística se ha convertido en un problema creciente para muchas ciudades alrededor del mundo. Para mitigar sus efectos, una de las estrategias más comunes es la imposición de una tasa turística, un impuesto que los visitantes deben pagar durante su estancia en la ciudad elegida como destino. Este gravamen puede tener diferentes nombres y modalidades, pero generalmente se aplica sobre el precio por noche de alojamiento en hoteles, hostales, albergues, apartamentos o visitas a una ciudad.
¿Dónde se aplica en España?
En España, la aplicación de tasas turísticas, por ahora, solo se lleva a cabo en Cataluña y Baleares, aunque se intentó en la Comunidad Valenciana, finalmente la Generalitat derogó la medida.
Cataluña fue la primera en implementar este impuesto en 2012, con tarifas que podrían llegar hasta los 7,5 euros por noche, dependiendo del tipo de alojamiento y la temporada. Barcelona aplica en la actualidad un recargo de 3,25 euros por pernoctación en cualquier establecimiento y a los cruceristas, una cantidad que se añade a la tasa turística que cobra la Generalitat.
En Baleares, la ecotasa se aplica desde 2016, con tarifas que oscilan entre 1 y 4 euros por noche. En temporada baja solo se abona el 75% del impuesto y cuando las estancias superan los 8 días, se paga el 50% a partir de la novena noche.
¿Qué países europeos la cobran?
Más de un centenar de ciudades europeas cobran algún tipo de tasa turística que, en muchos casos, está ligada a la estancia hotelera. En este sentido, Venecia ha tomado un paso innovador al ser la primera ciudad en cobrar a los turistas por el simple hecho de visitarla, independientemente de si pasan la noche en uno de sus alojamientos.
Desde el inicio de esta medida, los visitantes que no pernoctan en la ciudad deben abonar 5 euros de tasa turística. Este ingreso adicional busca proteger el patrimonio histórico-cultural de Venecia.
Ámsterdam destaca por tener la tasa más alta, que supera los 20 euros por persona y noche. En Francia, más de 50 ciudades han implementado este impuesto adicional, con tarifas que van desde los 20 céntimos hasta los 4 euros por noche.
En Austria, Viena aplica la tasa turística, al igual que Bruselas, Amberes y Brujas (Bélgica);y Lisboa, Oporto y Faro (Portugal). En Europa del Este, Praga (República Checa) y Budapest (Hungría) también cobran este tipo de impuestos, al igual que destinos turísticos en Bulgaria y Grecia, donde la tasa varía según la categoría del hotel.
Por otra parte, Italia también ha adoptado ampliamente esta medida, con 35 ciudades aplicando tasas turísticas. Roma, por ejemplo, utiliza estos fondos para garantizar la sostenibilidad del turismo y la calidad de vida de sus residentes. En Alemania, el impuesto por cama es común en ciudades como Berlín y Hamburgo, y suele ser el 5% de la factura del alojamiento.
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