Gran Canaria, universo de sabores
Destinos Publicada 16/07/24
Recorrer Gran Canaria a través de la gastronomía es una de las formas más excitantes e interesantes de acercarse a sus municipios, conocer el saber hacer de productores locales, y tomarle el pulso a la historia y cultura de un territorio que se plasma con innovación en los fogones más destacados de la isla, dando como resultado una cocina auténtica y peculiar, en plena efervescencia y reconocida a nivel internacional. Un motivo de peso para poner rumbo a la isla.
Sol y playa, turismo activo y de naturaleza, ocio y cultura, bienestar y salud, patrimonio histórico, deportes al aire libre, compras… Gran Canaria es un destino perfecto por su variedad de opciones y capacidad camaleónica. Un lugar para desconectar o reconectar, descansar o divertirse en cualquier época del año, gracias a su clima suave en cualquier estación -18 grados de media en invierno y 25 en verano- y por un entorno privilegiado: el 43% de su superficie y parte de la zona marina de su costa están declarados Reserva de la Biosfera. Añade una amplia oferta alojativa que, a pie de playa o de barranco, incluye alternativas variadas que van desde los resorts y hoteles más selectos, pasan por hoteles boutique, y llegan al encanto de las casas rurales o casas-cueva.
Una gastronomía singular ligada al producto local y al territorio
El mar ha sido desde siempre uno de los principales proveedores de la gastronomía local. Con carácter artesanal, la actividad pesquera en Gran Canaria se realiza cerca de la costa, a poca profundidad, donde se recogen cabrillas, samas, chernes, sargos, brecas, salmonetes, salemas, morenas, sardinas… y el pescado más preciado por la población, la vieja, de carne delicada y exquisita textura y sabor. Sin olvidar los túnidos, pulpos, lapas o calamar sahariano, presentes en las cartas de los restaurantes de pueblos pesqueros como San Cristóbal, Agaete, Mogán, La Aldea de San Nicolás, Sardina del Norte, Gáldar o Arguineguín, excelentes opciones para catar la tradición pesquera isleña.
Del mar también obtenían la sal los aborígenes canarios, que aprovechaban la pleamar para recolectarla en los charcos que se formaban entre las rocas. Esta práctica sigue vigente en dos lugares de Gran Canaria declarados Bien de Interés Cultural: las Salinas de Arinaga y las de Tenefé.
La ubicación y origen volcánico de la isla confieren numerosas particularidades al territorio -microclimas, una flora única con gran variedad de endemismos-, que se transmiten a los quesos, mieles, vinos y resto de productos agrarios, proporcionando matices de olores y sabores únicos.
La producción agrícola está íntimamente unida a la apuesta por la sostenibilidad del destino. Tradición, innovación y vanguardia se fusionan en el campo para ofrecer lo mejor de la tierra: el tomate, con su perfecto equilibrio entre dulce y ácido, es el cultivo más importante de la isla; el plátano canario es el único del mundo que cuenta con el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP); 20 variedades de papas diferentes; y entre las frutas destacan las tropicales, especialmente mangos y aguacates de Mogán, papayas de La Aldea y Gáldar, y la piña de Guía y Gáldar.
De la ganadería, el cochino negro es la única raza porcina autóctona y en Gran Canaria se cría mayormente en el municipio de Agüimes; su jugosa carne es una exquisitez asada. Los embutidos más famosos provienen de Teror, donde los protagonistas son el chorizo y las morcillas dulces. Disfrutar de un bocadillo de chorizo con pan de leña en su mercadillo dominical es uno de los placeres más sencillos e imprescindibles.
Tampoco hay que dejar de probar la repostería a base de almendra de Tejeda, con el bienmesabe, el mazapán o los polvorones como postres más ilustres; ni las aceitunas con mojo o los aceites que se obtienen de los olivos de Santa Lucía de Tirajana. O el gofio de millo, harina de alto valor nutricional clave en la alimentación aborigen y que sigue siendo habitual en los hogares canarios, producido artesanalmente en los molinos de Gáldar, Firgas, Valleseco, Santa Brígida, Telde y Vecindario. La miel también refleja la singularidad isleña, única en el mundo gracias al clima y a la labor de la abeja negra canaria, que le saca el máximo partido al néctar de la flora endémica.
Quesos y vinos con denominación de origen, sidras y café con premio
El suelo volcánico, los vientos alisios y la salinidad atlántica, unidos a variedades propias de uva que sobrevivieron a la filoxera como la tintilla, la listán negra o la malvasía, dan como resultado caldos exclusivos, originales y exóticos. Bodegas de Tejeda, Telde, San Mateo, Santa Brígida, Las Palmas de Gran Canaria, Gáldar, Valsequillo, San Bartolomé de Tirajana y Agüimes producen las referencias con DOP que están ubicando a Gran Canaria en el mapa enológico nacional e internacional. Pueden conocerse en la Ruta del Vino de Gran Canaria, la única existente en el archipiélago y fuera del territorio peninsular, a través de un recorrido por más de 50 establecimientos dedicados a la cultura vitivinícola.
Canarias es la comunidad autónoma en la que se consume más queso al año y Gran Canaria cuenta con una gran tradición quesera, con más de 80 miniqueserías que elaboran los productos más genuinos. Su característica clave es el uso de leche cruda de cabra, vaca y oveja, y el mantenimiento de la transhumancia, práctica de pastoreo prehispánica que da al queso aromas y sabores sin igual. Algunas variedades utilizan cuajo vegetal de flores de cardo en su elaboración, siendo Gran Canaria uno de los pocos lugares del mundo donde se usa. Los quesos Flor de Guía, Media Flor de Guía y de Guía -con Denominación de Origen Protegida-, los curados de Fagajesto o Pajonales y los ahumados de Valsequillo, son éxito seguro.
El preciado café de Agaete es el único que se cultiva en Europa, y sus raíces se remontan al siglo XIX. De la variedad arabica typica, su exótica producción apenas llega a los 5.000 kilos anuales, lo que lo convierte en un producto gourmet que, a pesar de su coste, es una delicia única. En el Valle de Agaete se puede visitar uno de los cafetales y degustar su sabor premium.
Otro de los productos más especiales de Gran Canaria es la sidra, que desde el municipio de Valleseco ha conseguido posicionar la isla con medallas de oro que avalan la producción de sus lagares. La mayoría se elabora con manzana reineta, cuya variedad local cuenta con más cantidad de azúcar debido a las horas de sol que miman su maduración.
Gran Canaria: una cocina avalada por los astros
Desde 2019, año en que la isla consiguiera sus primeras estrellas Michelin, Gran Canaria asiste a un despertar gastronómico que no ha parado de sumar reconocimientos. Sus restaurantes acumulan ya seis estrellas Michelin y quince soles Repsol, confirmando el saber hacer de una cartera de chefs dispuesta a encumbrar la isla y la materia prima local más allá de sus fronteras.
Son parada obligada los restaurantes La Aquarela -una estrella Michelin y dos soles Repsol-, Los Guayres, Poemas by Hermanos Padrón y Bevir -una estrella y un sol-, Muxgo -una estrella verde y un sol-, Tabaiba -una estrella- y El Equilibrista 33 -BIB Gourmand y un sol-. Si algo caracteriza a los fogones de todas sus cocinas es el apego al territorio, con propuestas que ensalzan el producto local a la vez que reinventan la cocina canaria para, desde Gran Canaria, llevarla al estrellato.
Datos de contacto
TURISMO DE GRAN CANARIA
Suscríbete al Boletín Informativo de Turismo de Gran Canaria
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.