Cómo el turismo urbano se adapta (con éxito) al cambio climático
Estrategias para que las ciudades costeras palíen sus consecuencias
Publicada 20/08/24- La última apertura en Sevilla de Room00 Hotels and Hostels ya alcanza un 90% de ocupación, según ha confirmado su CEO, Ignacio Requena
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El turismo urbano en grandes capitales de interior ha sabido adaptarse a las circunstancias climáticas, manteniendo en verano óptimas cifras de ocupación que hace años eran impensables. Madrid y Sevilla son buenos ejemplos de ello, como ha recalcado Cristina de la Cruz, responsable de Comunicación y Relaciones con inversores de GRC IM, Gestores Independientes de Inversiones Inmobiliarias. Por su parte, desde la firma global de desarrollo sostenible Arup han recomendado qué pueden hacer las ciudades costeras para paliar las consecuencias del cambio climático en su territorio, recurriendo a la naturaleza.
En destinos como Sevilla o Madrid, según ha incidido Cristina de la Cruz, “los veranos siempre han sido un desafío. Abarrotados de turistas, especialmente en Semana Santa y en épocas con los termómetros más contenidos, las ciudades de interior llevan años viviendo un florecimiento veraniego”.
Y eso que, como ha añadido, “las altas temperaturas dificultan ser turista las 24 horas del día, por lo que se pasan gran parte del tiempo refugiándose del sol. Sin embargo, cada vez más viajeros parecen no dar tanta importancia a estas circunstancias meteorológicas y siguen visitando estas ciudades en cualquier época del año”.
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“El tardeo se ha impuesto en las alturas como los nuevos chiringuitos de playa, los conciertos nocturnos en jardines emblemáticos son los nuevos festivales de verano y las piscinas de los hoteles en sus azoteas con las mejores vistas a la ciudad, las nuevas playas. fotografiadas por los viajeros”, según ha enumerado la experta.
Esta tendencia demuestra, en palabras de Cristina de la Cruz, cómo “la oferta cultural, la gastronomía y la experiencia ciudadana están ganando relevancia frente al simple deseo de escapar del calor. Sevilla, con sus 44 grados en verano, y Madrid, con su calor implacable, siguen atrayendo a visitantes que buscan algo más que un destino de sol y playa”
Y ha concluido recordando que “España es el segundo país más visitado del mundo después de Francia. Es indudable el valor de nuestras playas y que las 3.000 horas de sol al año siguen siendo un reclamo para turistas de países gélidos, pero el encanto interior descubre a una España igual de rica con su mezcla de culturas, de sabores, de paseos infinitos en los que perderte una buena noche de verano”.
Cómo paliar las consecuencias del cambio climático
La subida del nivel del mar, los cambios en los patrones de lluvias con periodos de sequía más largos y tormentas más fuertes, y la erosión costera son problemas derivados del cambio climático que requieren de medidas inmediatas en los destinos de sol y playa. Desde Arup aseguran que “las soluciones basadas en la naturaleza pueden actuar como una barrera natural contra las inundaciones, además de proporcionar múltiples beneficios adicionales para la calidad ambiental y la biodiversidad”.
El cambio climático, como han apuntado las mismas fuentes, “está planteando importantes retos medioambientales, económicos y sociales para las poblaciones locales”, para los que ya no es suficiente con construir “barreras físicas como diques y muros de contención para salvaguardar las zonas urbanas de mareas y tormentas. Ahora para proteger estas áreas de inundaciones, precipitaciones extremas y la subida del nivel del mar es crucial diseñar infraestructuras resilientes”.
En este sentido, según han detallado, “las soluciones basadas en la naturaleza ofrecen beneficios adicionales significativos, fomentando la biodiversidad, mejorando la calidad ambiental, creando espacios públicos atractivos y reduciendo las emisiones de carbono. Así, la creación de parques y zonas verdes no sólo proporciona áreas de recreo y bienestar para los residentes, sino que también actúa como una barrera natural contra inundaciones”.
“Espacios verdes como parques urbanos, jardines comunitarios y de lluvia, así como áreas naturales protegidas, aumentan la permeabilidad de las áreas urbanas y ayudan a absorber el exceso de agua durante las tormentas, reduciendo la escorrentía y el riesgo de inundaciones. Combinado con sistemas de drenaje efectivos y una planificación cuidadosa del uso del suelo, las ciudades pueden reducir significativamente su vulnerabilidad a los efectos del cambio climático”, como han subrayado desde Arup
Su directora de Sostenibilidad y Clima en Europa, Susana Saiz, ha reconocido que “el cambio climático está afectando de lleno a nuestras ciudades y necesitamos que estén preparadas para el futuro, para lo que la planificación urbana juega un papel crucial. Las urbes costeras deben adoptar enfoques integrados que consideren el uso del suelo, la gestión del agua y la protección de la biodiversidad”.
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