Quiebra el turoperador ruso Neva Travel

La empresa fue fundada en 1990 en San Petersburgo y se dedicaba tanto al turismo emisor, como al receptor contando con las oficinas en las siete ciudades más importantes rusas y más de 137 agencias autorizadas. Se trata del turoperador con la mayor garantía financiera de todo el mercado. Según Maxim Pirogov, el director general de la empresa, el motivo de la suspensión de la actividad es la “mala temporada” que está viviendo el turismo emisor ruso.

Los clientes que había contratado un paquete turístico contarán con todas las garantías mientras que los que había contratado sólo vuelo han tenido que volver a pagar sus billetes.

La decisión del cese de actividad se hizo pública a través del comunicado oficial en la web la compañía según el que “dada la imposibilidad de ejercer sus obligaciones ante los turistas y clientes, ZAO Firma Neva se ve obligada de anunciar la suspensión de su actividad”.

Comentando la noticia la Asociación de Turoperadores Rusos afirmó que la situación con los turoperadores rusos puede llegar a ser todavía más vulnerable dadas la inestabilidad política y económica del país, alta competitividad en el sector y rígidos compromisos contractuales. Además ATOR señala que el negocio de la turoperación se hizo en Rusia poco rentable.

Según Maria Ivanova, creadora de ShopMadrid.ru, todo esto demuestra una vez más que el mercado turístico ruso con cada año se hace menos tradicional y más online. “La tendencia de viajar sin agencias en Rusia sigue creciendo y este tipo de turista pronto formará la gran parte del flujo turístico. De momento uno de los obstáculos más grandes que tiene el turista ruso a la hora de viajar a Europa sin agencia es el visado. A pesar de muchos intentos del gobierno ruso de anular o atenuar el régimen de visados existente, éste no parece hacer otra cosa que endurecer. Por ejemplo, a partir del año 2015 para obtener el visado Schengen el turista ruso aparte de aportar otros documentos necesarios tendrá que pasar por dactiloscopía, lo que hará que este proceso sea todavía más lento y complicado”.

Añade que “según ATOR la necesidad de dactiloscopia aumentará el precio, los plazos y las colas en los centros de visados rusos, lo que a su vez hará que el turista cambie sus preferencias geográficas y elija otros países. Se sabe también que la semana pasada ATOR envió una carta oficial a Cesare Maria Ragaglini, el embajador de Italia en Rusia, demostrándole su preocupación y pidiendo que el país europeo con el que Rusia siempre ha tenido la mejor relación y que pronto tendrá la presidencia en la UE, ayudara a resolver el problema de dactiloscopia o a introducir un régimen especial para turistas cuya estancia sea inferior de 30 días”.