Turismofobia: qué es, causas e impacto en el turismo
La saturación de destinos o el desplazamiento de residentes son algunas de sus problemáticas
Publicada 08/09/24El turismo es una de las principales industrias a nivel global, impulsando economías, generando empleo y facilitando el intercambio cultural. Sin embargo, en los últimos años, el crecimiento exponencial del turismo masivo ha comenzado a mostrar otra cara. En muchos destinos populares, la afluencia desmedida de visitantes ha provocado un profundo malestar entre la población local, dando lugar a un fenómeno conocido como turismofobia.
¿Qué es la turismofobia?
La turismofobia se refiere al rechazo hacia los turistas y el turismo masivo. Este sentimiento surge de la preocupación de la población local, que teme que la llegada masiva de visitantes pueda tener un impacto negativo social, económico y ambientalmente. En este sentido, la turismofobia se ha hecho evidente en ciudades altamente turísticas como Barcelona, Venecia y Mallorca, donde la saturación turística ha generado protestas y malestar entre los turistas y residentes.
El turismo de masas surgió, entre las décadas de 1950 y 1970, cuando la expansión económica global permitió que viajar se volviera accesible para un mayor número de personas. Países como Alemania, Japón y Estados Unidos fueron los primeros receptores de esta creciente ola de turismo internacional.
Causas de la turismofobia
Las causas de la turismofobia son variadas, pero en su esencia se relacionan con la explotación descontrolada de los destinos turísticos. Las más comunes, según eltiempo.es, son:
Sobresaturación de destinos
Esto ocurre cuando el número de visitantes supera la capacidad de acogida de un lugar, provocando una congestión en las infraestructuras locales, como calles, transporte público y atracciones turísticas. Este fenómeno afecta tanto a los turistas como a los residentes. Los visitantes enfrentan largas colas y aglomeraciones que deterioran su experiencia, mientras que los residentes deben lidiar con el ruido, la falta de espacio y las alteraciones en su vida cotidiana, generando un malestar que alimenta la turismofobia.
Incremento del coste de vida
El turismo masivo puede desencadenar un aumento significativo en el coste de vida para los residentes locales. La alta demanda de bienes y servicios por parte de los turistas tiende a elevar los precios en sectores clave como la vivienda, la alimentación y el transporte. Este incremento afecta especialmente a los residentes que ven cómo sus gastos diarios se disparan, generando un resentimiento hacia los turistas, percibidos como los responsables indirectos de estas dificultades económicas.
Desplazamiento de residentes
El incremento de los alquileres y los precios de las propiedades debido al turismo puede llevar al desplazamiento de los residentes. Los vecindarios se transforman, con una disminución en la cantidad de residentes permanentes y un aumento de propiedades destinadas al alquiler a corto plazo. Este proceso no solo afecta la cohesión social, sino que también provoca la desaparición de comercios y servicios locales, sustituidos por establecimientos orientados exclusivamente al turista, lo que desarraiga aún más a las comunidades.
Deterioro del entorno local
La llegada masiva de turistas contribuye al deterioro del entorno local. Los recursos naturales pueden ser sobreexplotados, y el aumento de basura y contaminación degrada tanto el paisaje urbano como las áreas naturales. La infraestructura también sufre un desgaste acelerado debido al uso intensivo, y monumentos y sitios históricos corren el riesgo de dañarse por el exceso de visitantes. Este deterioro no solo perjudica la calidad de vida de los residentes, sino que también daña la reputación del destino a largo plazo, afectando su atractivo turístico.
Impacto del turismo de masas
El impacto de la turismofobia en la industria turística y las comunidades locales es significativo. En muchos destinos, la creciente insatisfacción ha dado lugar a protestas y conflictos sociales. En alguna comunidades se han producido manifestaciones en contra del turismo masivo, con actos de vandalismo. Este tipo de enfrentamientos subraya la necesidad de replantear el modelo turístico hacia uno más sostenible y equilibrado.
Además de los conflictos sociales, la turismofobia puede tener repercusiones económicas negativas. Las restricciones impuestas para limitar la afluencia de turistas pueden reducir el número de visitantes, afectando a comercios, restaurantes y hoteles que dependen del turismo para su subsistencia. Por otro lado, la saturación turística también puede llevar a la pérdida de la identidad cultural de las comunidades locales, que se ven obligadas a adaptar sus tradiciones para satisfacer las expectativas de los turistas, contribuyendo a la homogeneización cultural y debilitando el sentido de pertenencia de los residentes.
Más información:
- La Comunidad Valenciana y Baleares contra la turismofobia
- Masificación turística: ¿dónde siguen las protestas en España?
- Masificación turística: formas de abordarla desde Mallorca a Seúl
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