Jaime Batle: “No podemos decir que el turismo nos sobra”
Publicada 29/09/24
Con 90 años recién cumplidos, Jaime Batle se mantiene activo dentro del sector y su experiencia es clave en la gestión diaria del Hotel Condesa, establecimiento que construyó y que supuso su desembarco en la hotelería, tras dos décadas dedicado a los autocares. En una larga conversación con HOSTELTUR, el fundador de Mar Hotels y Majestic Resorts, analiza la evolución del turismo en Mallorca y España y cómo las nuevas generaciones tienen que hacer frente a desafíos impensados casi 70 años atrás.
Los primeros años en la hotelería
El camino de Jaime Batle dentro del sector se remonta a la década del 50. “En aquel tiempo Mallorca se dedicaba y vivía de la agricultura, no había hoteles, ni transporte. No había nada, pero vi que el turismo sería el futuro. En 1956 empecé con los autocares (Autocares Batle) y llegué a tener 100", pero fue en los años 70 cuando decidió apostar por la hotelería y lo hizo, reconoce, “por insistencia de turoperadores ingleses y escandinavos”.
Si bien el turismo “aumentaba cada año un 20%”, Mallorca no contaba con infraestructura para responder a esa demanda. “Los turoperadores me decían que necesitaban plazas de hoteles y que ellos me ayudarían, incluso económicamente. Me garantizaban ocupación y contratos a cinco años. Eso me animó”, cuenta.
Aprovechando el auge del turismo en la isla, Batle se lanzó al mercado hotelero con la construcción de un hotel en Alcúdia. El primer establecimiento fue el Hotel Condesa, que abrió sus puertas el 15 de junio de 1974, los siguientes tres abrieron en Palmanova, después Puerto Pollença y más tarde la compañía dio el salto a Menorca.
"Firmar un hotel por cinco años hoy es imposible de pensar, no necesitaba ni comerciales. Pero en aquel momento había mucha confianza con los turoperadores, incluso a veces me mandaban dinero para pagar facturas de hoteles. Era normal y muy interesante, porque no tenías que preocuparte. Eso te impulsaba a crecer, porque lo hacías sin esfuerzo”, relata Jaime Batle, aunque aclara que más allá de “los buenos contactos con los buenos turoperadores”, el grupo también sufrió la quiebra de Thomas Cook en 2019.
Internacionalización en busca de mayor rentabilidad
Hacia finales de los años 90, Batle comenzó a explorar la posibilidad de la internacionalización, identificando un enorme potencial en el Caribe.
“Aquí ya había muchos hoteles, estábamos llegando al tope, y pensé hacia dónde ir. Yo tenía amigos que ya estaban allí y me dijeron que era momento de invertir en República Dominicana. En un viaje a Punta Cana vi un solar muy bueno en primera línea de mar y lo compré. En diciembre de 2005 abrí el Majestic Colonial”.
Más información
Grupo Batle inaugura mañana su primer complejo de lujo en República Dominicana
Grupo Batle recauda 30 M € en el MARF para levantar dos resorts en México
“En aquel momento los hoteles de Punta Cana estaban abiertos 12 meses, no 6 meses como aquí, había mucha demanda y ocupaciones mayores al 90%. Era más rentable y se amortizaba mucho más rápido la inversión. Aparte había ventajas, el gobierno ayudaba y durante unos años no pagabas impuestos porque querían promocionar el turismo y que mejore la infraestructura. Eso también me animó a hacer un segundo hotel de 600 habitaciones”, detalla Batle. Y recuerda que, contra todo pronóstico, el hotel se llenó desde el primer mes, “gracias a un huracán que desvió turistas de México a República Dominicana”, acontecimiento que sirvió para que el mercado americano y canadiense conozca la marca.
México fue el tercer país “porque tenía mucha demanda, estaba de moda y los clientes pagaban más que en Punta Cana”. Si hoy tuviera que abrir un nuevo mercado, reconoce que su ojo estaría puesto en Costa Rica, “un país tranquilo, con naturaleza, costas y que tiene un plus: todavía es un destino un poco inexplorado y con ausencia de grandes cadenas hoteleras”.
El cambio generacional
En 2018, con 12 hoteles en total, el Grupo Batle dio paso a la etapa de transición generacional. Fue así que se llevó a cabo la división de sus dos marcas, Mar Hotels y Majestic Resorts, convertidas en cadenas distintas y centrada cada una de ellas en la gestión de sus propiedades en España y Caribe, respectivamente. Jaime Batle se quedó con el Hotel Condesa "para no aburrirme", asegura.
Más noticias:
Grupo Batle: Mar Hotels y Majestic Resorts se independizan
Cadena Mar reestructura su negocio hotelero en dos sociedades
Desde 1974 a esta parte, el negocio de se ha transformado “y las nuevas generaciones no lo tienen fácil en hotelería, aunque la inversión ya está hecha. En aquel momento crear hoteles era más sencillo, no costaba tanto, pero ahora sí, porque la amortización ya no es la misma y se necesita más tiempo”.
Además, agrega, los nuevos clientes “nos están obligando a cambiar y a buscar cómo destacar entre tanta competencia”.
“El cliente cada vez paga más y sabemos que cuanto más paga, más exigente es. Y cuando exige tienes que estar a la altura”, sostiene. En ese sentido, resalta que el Hotel Condesa cada año mejorara su propuesta, suma experiencias para sus huéspedes y apuesta por la cocina con productos de kilómetro cero: miel de los panales del propio Batle, frutas y verduras del huerto, hasta aceite y vinos con olivas y uvas de sus fincas.
La actualización de las instalaciones, la tecnología y la eficiencia en los procesos siguen siendo las prioridades de Batle a la hora de invertir. Es que, como asegura, "todo cambia muy rápido, cada día hay que hacer más. Antes no te preocupabas tanto, pero ahora te renuevas o mueres”
El aporte del turismo
A lo largo de su vida, Jaume Batle ha sido testigo y protagonista del desarrollo de la actividad y de su impacto socioeconómico, por eso defiende el valor del turismo.
“En Mallorca ha crecido mucho el turismo y es verdad que tiene sus inconvenientes, pero antes vivíamos de la agricultura, que es ingrata y no ofrece tantas oportunidades. Hoy todos vivimos del turismo, no podemos decir que nos sobra, porque ha ayudado muchísimo”, reflexiona
“Mallorca tiene que agradecer al turismo la situación en la que se encuentra ahora, porque antes no había trabajo, la gente se iba o solo podía trabajar en el campo. Yo me acuerdo de que antes no había ninguna familia que tuviera más de un coche, pero ahora hay uno por persona en las familias, eso quiere decir que ha mejorado la situación. El turismo ha ayudado a la economía de la isla y de toda España, hay que agradecerle porque ha cambiado la calidad de vida de todos”, concluye.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.