Escarrer: “No se puede penalizar con más impuestos a los que ya cumplimos”

¿Cuál debería ser entonces la solución, evidentemente basada en una colaboración público-privada, para paliar los problemas de rechazo social que está provocando el turismo, no sólo en Baleares sino también en otros destinos?

El rechazo social en los destinos se ha desbordado no por causa de los hoteles, que llevan décadas sin incrementar el número neto de plazas (gracias a la estricta ordenación mantenida en materia hotelera), sino por causa de la proliferación de oferta ilegal, fundamentalmente de viviendas de alquiler vacacional, por su dimensión y acelerado crecimiento. Además de saltarse cualquier planificación y limitación de carga en los destinos, el surgimiento de esta oferta constituye muchas veces economía sumergida, y aun cuando esté regulada, aporta escaso valor añadido, social y económico para los destinos, ya que apenas genera empleo y redistribución de renta en el destino, como sí hacen los hoteles.

Ante esta realidad, es evidente que la solución a la sobrecarga real que padecemos los destinos por esta oferta no planificada ni controlada no puede ser penalizar, con más impuestos, a los alojamientos que ya cumplimos abundantemente con nuestras obligaciones fiscales, que generamos empleo de calidad y redistribución de renta al necesitar de múltiples proveedores locales, y generar además un importante gasto inducido de nuestros clientes en comercios, transportes, servicios de ocio, restauración y cultura, etc., de la zona.

Gabriel Escarrer ha tachado la medida anunciada por Prohens de "ineficaz, injusta y fácil, diría que hasta algo demagógica". Fuente: Meliá.

La solución no es simple ni rápida. Precisamente para buscar soluciones se ha creado la Mesa por la Sostenibilidad, que engloba a múltiples actores públicos y privados. Pero se debe comenzar por establecer una estricta planificación y regulación de todos los tipos de alojamiento, controlar que se cumple esa regulación y que se elimina la oferta ilegal. Una vez hecho esto, la clave estará en definir y promover, entre todos, un modelo que incentive la calidad del turismo frente a la cantidad, ya que los mejores segmentos de turistas viajan durante más meses al año, gastan más en destino, suelen ser más respetuosos y culturalmente inquietos, y además, obligan a los establecimientos (no sólo los hoteleros) a mejorar sus instalaciones y servicios y a contratar más personal cualificado. Es decir, un modelo más rentable, social y económicamente, y más sostenible.

¿Piensa que es una medida en cierto modo de cara a la galería para calmar el descontento social?

Ciertamente es una medida ineficaz. Está comprobado que las ecotasas nunca han tenido un efecto disuasorio de la demanda turística de los destinos, a los que simplemente les restan competitividad. Es contraproducente porque no afecta a los principales causantes de la saturación y las externalidades negativas de la misma, como las dificultades de convivencia y de acceso a la vivienda, sino a los de siempre, a los hoteleros, que no sólo no crecemos en plazas, sino que invertimos en calidad, para seguir mejorando la rentabilidad de nuestro turismo, apostando por la calidad en lugar de la cantidad.

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Es también una medida injusta y fácil, diría que hasta algo demagógica, pues en lugar de afrontar con innovación y valentía cambios reales, se vuelve a arremeter contra los hoteleros, lo cual no arregla el problema pero lo “maquilla”.

¿Cree que no hay voluntad política de imponer límites a la oferta ilegal de viviendas vacacionales? ¿Por qué?

No puedo comprenderlo, sobre todo cuando toda la sociedad se ha unido en tender la mano al Govern para constituir la Mesa por la Sostenibilidad y buscar juntos soluciones por el interés de todos, en un tema que nos incumbe a todos. Probablemente haga falta valentía política para terminar con la situación de impunidad de una gran parte de la oferta de alquiler vacacional, pero ésa es precisamente la responsabilidad de un gobernante.

¿Reclaman más transparencia en el destino de esos fondos, que realmente reviertan en beneficio de los objetivos marcados?

¡Absolutamente! Si se justifica en la necesidad de mejorar el modelo turístico, debería ser realmente una tasa finalista que revierta en la mayor calidad y sostenibilidad de los destinos en que los hoteles desarrollamos nuestro negocio. No se entiende, desde luego, que se destine a gasto corriente o infraestructuras esenciales o culturales que deben acometerse con los impuestos que ya pagamos todos, y puedo asegurarle que muy especialmente los hoteleros.

¿Qué iniciativas concretas piden a la Mesa por la Sostenibilidad?

Muchas: nos gustaría estar viendo un plan para atajar la oferta ilegal de alojamiento, sea el modelo que sea. No hemos visto tampoco una decisión firme de limitar la oferta de alquiler vacacional en viviendas plurifamiliares, de forma que esta planta de viviendas se sujete a una planificación racional y acorde con las capacidades de carga de nuestras ciudades y destinos de playa. Tampoco hemos visto una estrategia de turismo ambiciosa que aborde los diferentes vectores de la oferta y la demanda y su encaje con la sostenibilidad a largo plazo del archipiélago, con vocación de perdurar más allá de cada legislatura. No hablo de una campaña o un PowerPoint, sino de un plan con responsables, un programa viable y una memoria económica que se pueda reflejar en los Presupuestos y en el marco financiero plurianual de la Comunidad.

“Queremos confiar en que la Mesa de la Sostenibilidad puede ser la herramienta que todos esperábamos para cambiar las cosas, pero anuncios como el de este miércoles no parecen augurar su compromiso para lograrlo, ni su éxito”, según ha concluido Escarrer