El factor humano pudo evitar más drama en el descarrilamiento del sábado
El ministro de Transportes confirma que un un empleado de Adif fue quien tomó la decisión de descarrilar el tren que ha quedado volcado en el túnel que une Chamartín y Atocha
Publicada 22/10/24 18:23h
La intervención de un empleado de Adif en el descarrilamiento del tren que provocó el caos en el transporte ferroviario el pasado fin de semana, con 50.000 viajeros afectados, fue clave para no tener que lamentar males mayores. Así lo ha señalado el ministro de Transportes, Óscar Puente, aunque sin confirmar si fue para evitar la colisión con otro tren de pasajeros. Las investigaciones siguen su curso y tanto el ministro como el sindicato de maquinistas, SEMAF, instan a la prudencia antes de conocer las conclusiones del informe de la comisión de la comisión de investigación de accidentes.
En declaraciones a los medios, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha confirmado que el factor humano o, lo que es lo mismo, la intervención de un empleado de Adif, estuvo detrás del descarrilamiento del tren que ha quedado varado desde el sábado en el túnel de Alta Velocidad que une Chamartín y Atocha.
Puente ha señalado que un tren iba remolcado a taller, en un momento determinado, por razones que no ha podido detallar debido a que las investigaciones siguen su curso, se suelta del tren que lo remolcaba "e inicia su recorrido en una especie de caída libre por el túnel de Chamartín".
En estas circunstancias, ha añadido, "un trabajador del centro de control de Adif toma la decisión de desviarlo a una de las vías para provocar su descarrilamiento o evitar que acabe saliendo a la playa de vías que entra en Atocha, pudiendo eventualmente chocar con algún tren que viniera". Y ha concluido que, en cualquier caso, el factor humano pudo evitar "cualquier riesgo" para las personas y para otros trenes que estuvieran en el entorno de Atocha.
Óscar Puente no ha querido precisar si, tal y como se ha venido especulando, la actuación del empleado de Adif podría deberse a evitar la colisión contra un tren de pasajeros que, en teoría, se dirigía en esos momentos desde la estación de Atocha a la de Chamartín.
Prudencia ante las especulaciones
El ministro ha instado a la prudencia hasta que se conozcan las causas reales y las circunstancias en el informe en el que está trabajando la comisión de investigación de accidentes.
En similares términos se han expresado desde el Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios (SEMAF), a través de un comunicado, en el que piden "precaución sobre las elucubraciones e informaciones no contrastadas que se están difundiendo sobre el accidente del pasado sábado 19 de octubre", ya que, según indican, "todos los detalles están siendo objeto de investigación y cualquier afirmación de parte alguna que no sea el equipo investigador supone una desinformación sobre lo sucedido".
Sin aludirlos directamente, se refieren a los audios que se han publicado en varios medios en los que, supuestamente, un trabajador de Adif relata la gravedad de lo que podría haber ocurrido teniendo en cuenta la presencia de dos mecánicos en el tren averiado y de un tren de pasajeros que se libró de la colisión.
50.000 viajeros afectados
Mientras tanto, el tren descarrilado sigue en el túnel. Adif, gestor de la infraestructura ferroviaria, trabaja en diseñar la mejor estrategia para retirarlo, con la idea de que durante el fin de semana se lleven a cabo los trabajos de retirada. En los próximos días se va a mantener la operativa, tal y como se ha habilitado tras el incidente, según han confirmado a EFE desde Adif, que cuando tenga diseñada su estrategia la compartirá con las empresas ferroviarias que usan esas vías.
Así, Renfe, iryo y Ouigo tendrán que repartirse la capacidad que tenga ese tramo ferroviario -que atraviesa Madrid para unir de forma subterránea las estaciones de Chamartín y Atocha- para canalizar los trenes que vayan a poner en circulación, que previsiblemente, serán menos de los programados inicialmente.
El balance final de pasajeros afectados por las dos incidencias que se produjeron el pasado fin de semana es de casi 50.000, la mayoría de ellos de Renfe (27.000), seguida por Ouigo (13.000) e Iryo (7.500). Del total de pasajeros de Renfe afectados, 18.800 lo fueron el sábado y el domingo pasados por supresiones y reprogramaciones derivadas de la incidencia del túnel de alta velocidad entre las estaciones de Atocha y Chamartín en servicios comerciales (AVE, Avlo, Alvia).
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