Hotel Innovación: qué priorizan las nuevas generaciones de profesionales
Mesa redonda “Nuevas generaciones: valores, actitud y formación para desarrollo profesional”
Publicada 28/11/24 00:43h
- Los profesionales jóvenes que han participado en la mesa animan a sus coetáneos a probar cosas diferentes para saber qué quieren y qué no
- Para Cadavid “no hay menos talento sino menos explotado porque hay personas talentosas que se han ido a otros sectores que no son su pasión”
- Antes se trabajaba por dinero, pero las nuevas generaciones no tienen la ambición de ganar más sino que quieren disfrutar más de la vida
Muchas veces se habla de la incorporación de las nuevas generaciones al mercado laboral, subrayando sus diferencias con respecto a las que les precedieron, porque sin duda son distintas en valores, prioridades y exigencias a las empresas. Pero pocas veces se les pregunta directamente a ellos. Es lo que han hecho en la octava edición de Hotel Innovación, organizada en el Hotel Gran Bilbao junto con los hoteles Bécquer y Kivir, de Sevilla. En esta jornada James Rhind, director de Desarrollo de negocio de RoomPriceGenie; Idoia Herrero, responsable de Ventas para España de Revbell RMS; y Pablo Cadavid, chef y propietario del restaurante La Yerbita, han participado en la mesa redonda sobre “Nuevas generaciones: valores, actitud y formación para desarrollo profesional”, con Sergio de Miguel, coach ejecutivo y de equipos, como moderador.
Valores
Los tres tienen muy claro cuáles son los valores en una empresa que consideran claves. Para James Rhind, “transparencia, flexibilidad y conciliación”; mientras que Idoia Herrero ha destacado “la coherencia y el equilibrio; la confianza en las personas y en la justicia social, defendiendo la igualdad, la diversidad, el impacto social, los espacios seguros, romper con dinámicas históricas y prácticas dudosas en este mercado a nivel laboral”.
En esta misma línea Pablo Cadavid ha subrayado “la constancia como valor principal, y la actitud, con la que puedes llegar lejos sin necesidad de cumplir con el plan previsto; ser un eterno aprendiz de todo lo que nos rodea. Porque la vida nos lleva por caminos que no pensábamos recorrer, pero con perseverancia puedes dar el salto y disfrutar del proceso sin pensar tanto en la meta, porque recorrer ese camino es lo más bonito”.
Y él es un buen ejemplo de ello, ya que cuando estalló la pandemia se preparaba para realizar sus prácticas del Master de Dirección Hotelera, que era el puesto que quería desempeñar. Lógicamente no pudo hacerlas y hoy está liderando el restaurante familiar La Yerbita, en un pueblo cerca de Cabárceno (Cantabria), que lo ha convertido en restaurante-destino poniendo en valor su peculiar ubicación.
Rhind ha reconocido su compromiso profesional que siempre confiesa a su jefe al empezar a trabajar en un nuevo sitio: “Haga lo que haga, lo voy a hacer lo mejor posible; de mí puedes esperar el 100%. Sea el resultado que sea, lo voy a dar todo”.
En esta misma línea, Herrero considera “muy importante el autoconocimiento, cuidando de tu salud mental ayudándote con el coaching, por ejemplo, con un trabajo personal detrás para saber cuáles son tus valores, lo que te gusta y lo que no, comprender tus motivaciones y qué es para ti el éxito, buscar el equilibrio a nivel personal, tener la cabeza muy bien estructurada, saber esperar porque las cosas no son inmediatas, llevan un proceso… Disciplina y responsabilidad para saber superarte”. A ello ha añadido como clave “ser buena persona, porque con educación, amabilidad y respeto se llega al fin del mundo”.
Qué les piden a las empresas
Idoia Herrero demanda “flexibilidad con normas, porque todos tenemos derechos y obligaciones y las empresas deben ser justas con lo que ofrecen, no sólo cumplir unos objetivos sino alinearse con tus principios y valores, además de formarte porque el mercado cambia mucho y muy rápido y nos tenemos que actualizar constantemente, es una responsabilidad de la empresa y del trabajador”.
Eso sí, la empresa debe, agrega, “generar espacios de feedback para conocer qué objetivos tenemos, dónde queremos llegar. Es muy importante para no presuponer nada, porque cada uno valoramos cosas diferentes y la compañía, además de ser consciente de la situación del mercado, en constante cambio, debe personalizar un plan específico de desarrollo, teniendo en cuenta siempre que la vida personal es lo primero”.
En palabras de James Rhind, “los jóvenes tenemos claro que no vivimos para trabajar, sino que trabajamos para vivir. Queremos que las empresas nos ofrezcan calidad de vida, que es lo que buscamos, porque priorizamos el bienestar personal”.
Pablo Cadavid aboga por que el personal “se sienta valorado. Nos falta empatía con los trabajadores. Si ellos te están ayudando a cumplir tus sueños, tienes que cumplir los suyos, acompañarlos en sus procesos, porque no sería justo. También hacerles partícipes del éxito, recompensarlos, en base a objetivos tangibles y medibles, porque esas mejoras económicas y contar con ellos en la toma de decisiones optimizan la productividad y los números cambian”.
El chef y propietario del restaurante La Yerbita también apuesta por “la unión de todas las generaciones de trabajadores, con sus cosas buenas y malas, porque todos luchamos por un mismo objetivo, tirar para delante, y podemos aprender unos de otros, teniendo claro que vida sólo hay una”.
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