La FEHR califica de "muy aceptables" los resultados de la hostelería española este verano

La Federación Española de Hostelería (FEHR) ha calificado de "muy aceptables" los resultados y el volumen de actividad alcanzados por el sector durante el verano de 2003. La federación considera que, en líneas generales, la actividad hostelera durante el período vacacional fue "positiva", aunque resulta "muy preocupante el deterioro de la situación económica en muchos países de la Unión Europea", especialmente el los mercados emisores más importantes para España. Para FEHR, el turismo nacional fue "el verdadero motor durante el verano de la actividad hostelera", pero en algunas zonas, como es el caso de Mallorca, las ofertas enfocadas a este mercado "sólo han compensado en parte el hueco que ha dejado el turista extranjero". Otra de las características del sector hostelero durante este verano ha sido la contención de los precios, por lo que los incrementos en cualquier caso "no son debidos a una mejora en los beneficios empresariales, sino que son el resultado último de un proceso de crecimiento de costes (precio de los carburantes, tasas municipales, etc.) que no deja de preocupar al empresariado". Entre zonas geográficas con resultados positivos, FEHR destacó a Benidorm y la Costa Blanca, que han mejorado un 2,1 por ciento su ocupación hotelera, Cádiz, con unas ocupaciones por encima del 82 por ciento, y La Manga, con una buena temporada en restauración, pero negativa en su grado de ocupación hotelera. También Castilla y León obtuvo unos buenos resultados, aunque su punto negativo es, según FEHR, Salamanca que, tras ser "Ciudad europea de la Cultura 2002", afronta un 2003 con exceso de oferta hotelera, sin poder mantener el nivel de atracción del año pasado. De acuerdo con FEHR, Barcelona consigue proyectar su imagen exterior con gran éxito, por lo que ha tenido un comportamiento muy positivo durante el verano, con una alta proporción de turismo extranjero, mientras que Madrid consolida la tendencia de los últimos años, en la cual el "bajón" de actividad en la hostelería es menor.