Hace algunos años fue una novedad en aerolíneas europeas como Easyjet o Go. Después les ha tomado el relevo Air Europa y ahora, siguiendo la estela de sus competidores, y en un claro intento de no perder cuota de mercado, le llega el turno a la todopoderosa Iberia. La aerolínea más emblemática de España quiere copiar el modelo que lanzó a principios de verano la compañía de Juan José Hidalgo: cobrar la comida y la bebida en sus vuelos.
Hace algunos años fue una novedad en aerolíneas europeas como Easyjet o Go. Después les ha tomado el relevo Air Europa y ahora, siguiendo la estela de sus competidores, y en un claro intento de no perder cuota de mercado, le llega el turno a la todopoderosa Iberia. La aerolínea más emblemática de España quiere copiar el modelo que lanzó a principios de verano la compañía de Juan José Hidalgo: cobrar la comida y la bebida en sus vuelos.
Esta iniciativa la confirmó un portavoz de Iberia en Madrid: «Es una de las tendencias de toda la aviación internacional. Muchos pasajeros prefieren elegir si quieren o no comer durante su viaje si con ello se pueden ahorrar un precio en su billete». Y, aunque no todavía no hay nada decidido, desde Iberia valoran este proyecto, que, sobre todo, tendría una especial incidencia en vuelos de duración media. «Es bueno que cada pasajero sepa exactamente lo que está pagando», comentaron a EL MUNDO / El Día de Baleares las mismas fuentes de Iberia. Como inevitable paisaje de fondo se encuentra la inacabable guerra tarifaria en la que están inmersas las compañías aéreas. El sistema Gusto + de Air Europa, que modifica los servicios de restauración a bordo de la compañía suprimiendo el servicio de catering de los vuelos, consiste en una carta menú con precios que distan de resultar imposibles para el bolsillo de un público amplio. La iniciativa empezó a funcionar en los vuelos europeos. Se extendió el pasado 1 de agosto a los trayectos a Canarias y desde el 1 de septiembre en los vuelos entre Palma y la Península y los interpeninsulares como las conexiones entre Bilbao y Málaga. El director de marketing de Air Europa, Víctor Bañares, tacha de «éxito» a los clientes del cobro de la comida y la bebida en los vuelos de la aerolínea del grupo Globalia. La medida que estudia aplicar Iberia también ha sido bendecida por Aviba, la Asociación de Agencias de Viajes de Baleares. «A las agencias de viaje no nos parece mal. Se había entendido que algunas compañías de bandera tenían quedar algunos servicios adicionales además del vuelo. Y si esto será bueno si se traduce en un menor costo para la compañía y abaratamiento para el pasajero», argumentó a este periódico Jaime Bauzá, presidente de Aviba. Bauzá también aprovechó la ocasión para criticar a Iberia: «Su servicio nunca se ha distinguido por su calidad. Ha sido un problema crónico de Iberia. Hay otras compañías que están a años luz de Iberia, como el servicio de Spanair, que es de muy alta calidad». Al mismo tiempo, el directivo de Aviba denunció que si la noticia podría ser «buena» si «redunda en un abaratamiento del coste del transporte de los que nos movemos con las Islas o en las distancias cortas o medias». Para Bauzá este nuevo sistema tarifario está obligando a que «la gente también pueda ajustar sus precios». Y añadió: «Desde luego en el caso de Iberia nunca han ofrecido un servicio muy esmerado». Conviene recordar que Jaime Bauzá ya denunció el pasado mes de mayo su particular guerra con Iberia. Las 230 agencias de viajes de Baleares agrupadas en Aviba se manifestaron «agredidas» por la política comercial que desarrolla Iberia hacia ese sector, «que vende más del 80% de los billetes de esa compañía aérea», subrayó ayer el presidente de la patronal, Jaume Bauzà. «Iberia nos recorta comisiones y ofrece servicios inferiores que el resto de compañías, que sí valoran como corresponde el papel clave que jugamos cuando un ciudadano decide viajar», explicó Bauzá. Hace pocos meses, las compañías rivales de la compañía aérea Iberia incrementaron entre un 10 y un 20 % los márgenes de comisiones a las agencias de viajes de Baleares y Canarias. Este aumento era para cada uno de los billetes vendidos para los trayectos desde ambos archipiélagos con los distintos destinos peninsulares.
En otro orden de cosas, Iberia prevé aplicar un plan de ajuste de 340 millones de euros entre 2003 y 2005, un ahorro que se basaría «en una segunda vuelta de tuerca al anterior plan de recorte de costes» anunciado en noviembre de 2002, fecha de la presentación del Plan Director 2003-2005, informaron fuentes de la firma de análisis Ibersecurities. Este ajuste, que supondría el 52 por ciento sobre el Ebditar estimado para 2003, se fundamenta en la revisión del Plan de Director «que podría estar lista para septiembre u octubre», según la firma de análisis. Entre otros aspectos, la compañía contempla un mayor grado de utilización de los activos así como la aplicación de un nuevo modelo comercial, que incluye la reducción de comisiones a las agencias de viajes, en estos momentos en negociación, «e incluso no se descarta solicitar un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE)», según Ibersecurities. Fuentes de Iberia consultadas por Europa Press aseguraron, sin embargo, que «no hay ningún plan estático y firme de revisión» del plan director. Según la aerolínea, el plan «se está revisando día a día, se están tomando medidas de ahorro conforme evoluciona el sector, pero no hay ningún plan concreto de revisión y, por lo tanto, no hay una cuantificación exacta de ahorro» previsto para los próximos ejercicios. Ya el pasado mes de junio, el consejero delegado de la compañía, Angel Mullor, adelantó que el Plan Director 2003-2005 estaba siendo revisado para hacer frente a los desafíos surgidos desde su presentación en noviembre de 2002, entre los que incluyó la rápida penetración de las compañías de bajo coste, cuya implantación estaba prevista inicialmente en el año 2005. La versión inicial del Plan Director contemplaba una fuerte reducción de costes unitarios (entre un 8 y un 10% nominal en el período del plan), la implantación de una estrategia de distribución con el fin de reducir los costes de comercialización y la disminución del coste de los recursos controlando los riesgos operativos y financieros. Las aerolíneas registraron un aumento del 1,4% en su tráfico internacional. ((A.R., diario El Mundo-El Día de Baleares, 10/09/03)
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