En 2025 entrará en vigor la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) en la Unión Europea, que obliga a miles de empresas de cierto tamaño a reportar nuevas métricas y objetivos en materia ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés). Todas las áreas deberán involucrarse en prácticas sostenibles y eso producirá un replanteamiento respecto a cómo desarrollan sus negocios. Esta nueva directiva afectará de manera indirecta a todo el tejido empresarial europeo, que también deberá acelerar la transformación sostenible para responder a las demandas de estas grandes compañías.
La firma de auditoria Grant Thornton explica que esta normativa se aplicará a unas 50.000 entidades de manera escalonada. Inicialmente, para el ejercicio 2024 (a reportar a inicios del 2025), se aplicará a las entidades que ya informan con arreglo a las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (NFRD). Las demás entidades que cumplan los criterios de alcance establecidos en la CSRD tendrán que informar a partir del ejercicio 2025 (a reportar a inicios de 2026), las pymes cotizadas a partir del ejercicio 2026 y las filiales de terceros países ubicadas en la Unión Europea entrarán en el ámbito de aplicación en el ejercicio 2028.
Desde el punto de vista de los eventos significa que estas 50.000 empresas (unas 5.500 de España) deberán contar con información y asegurar que cada aspecto del encuentro, desde la cadena de suministros hasta la gestión de residuos y las prácticas laborales, cumpla con estándares sostenibles y sea reportado de forma transparente.
Debido a esto, serán cada vez más frecuentes los eventos planificados, organizados y ejecutados de manera que reduzcan al mínimo el impacto negativo. Los actores involucrados deberán estar a la altura de las exigencias, porque habrá una presión adicional, y las grandes empresas buscarán socios y proveedores que cumplan con ciertos estándares de sostenibilidad
La Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa impactará en todo el tejido empresarial europeo. Fuente: IA/ AdobeStock
La buena noticia, según una encuesta realizada por Forum Business Travel & Events, en colaboración con Lufthansa Group, es que las empresas son cada vez más conscientes de que su política de ESG es fundamental para mantener su reputación corporativa, y resaltan que “en los últimos 10 años se ha producido un enorme avance en la implantación de la sostenibilidad, la responsabilidad social y la buena gobernanza en el ámbito empresarial”.
El porqué de los eventos sostenibles
Los eventos, ferias, congresos y viajes de incentivo se utilizan para exhibir y lanzar productos, crear redes de contacto y fortalecer la relación con los clientes, formar o incluso motivar y fidelizar a los empleados, por lo que son herramientas estratégicas para las empresas. Con el aumento de la conciencia ambiental, pero sobre todo por las exigencias ligadas a la normativa, quienes contraten necesitarán tener un análisis del impacto de los eventos en el consumo de energía, emisiones de carbono, uso de materiales sostenibles o en el manejo de desechos. Y además tendrán que demostrar que están trabajando para reducir esas huellas negativas.
España ocupa un lugar privilegiado como destino sede a nivel internacional y la cifra de negocio del MICE en el país rozará los 15.000 millones de euros al finalizar el 2024 (según un informe de la consultora Braintrust para el Spain Convention Bureau.) Conscientes de que el impacto cero nunca será posible, muchos organizadores ya están adoptando medidas ecológicas y socialmente responsables, para no perder posiciones en el mapa del turismo corporativo, de ferias e incentivos.
Promover la sostenibilidad
Muchos destinos, asociaciones y empresas de España han implementado programas para captar turismo MICE y ofrecen facilidades y asesoramiento para minimizar el impacto ambiental de los eventos que celebran en sus territorios.
La Agencia Catalana de Turismo (ACT) y Catalunya Convention Bureau lanzaron en 2023 una guía para incorporar criterios que contribuyan a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los eventos. La publicación incluye una lista de verificación para que los organizadores puedan planificar sus acciones sostenibles, una calculadora para medir el impacto ambiental de los eventos y una guía con información para compensar la huella de carbono generada.
La Oficina Andaluza de Cambio Climático (OACC) también publicó un ‘Protocolo para el cálculo de la Huella de Carbono de eventos sostenibles’, que está sustentado en la norma ISO 20121 de 2012, que establece los requisitos para que las organizaciones mejoren sus procesos y la ejecución de estos.
Madrid Convention Bureau (MCB) puso en marcha PLUS Legacy with US, una plataforma digital que ayuda a los organizadores a hacer un análisis previo a la celebración del evento, lo que permite realizar las modificaciones necesarias en la fase de planificación para minimizar el impacto desde el inicio, facilitando la implementación real de los ODS. A su vez, ha desarrollado una guía de entidades sociales locales e incluye propuestas para integrar la responsabilidad social. Entre otras cosas, propone charlas de concienciación con personas con discapacidad intelectual y autismo, talleres de bisutería guiados por mujeres en riesgo de exclusión social, actividades de reforestación autóctona, decoración de pijamas para niños enfermos o distribución de material de higiene para familias vulnerables.
Será una exigencia medir el impacto de los eventos en el consumo de energía y en las emisiones de carbono. Fuente: AdobeStock.
Caso de éxito: MWC 2024
El Mobile World Congress (MWC), que se celebra en Barcelona y que ha obtenido la certificación ISO 20121, en su edición de 2024 ha implementado un plan integral para reducir las emisiones de carbono y minimizar los residuos generados.
Además de ser un evento totalmente digital para registro y acreditación, mermando el uso de papel, llevó a cabo otras medidas sostenibles destacadas, como la iluminación LED de bajo consumo, sensores para la gestión automática de la iluminación y la instalación de sistemas de energía renovable en el recinto de Fira Barcelona. Los organizadores promovieron el diseño de stands respetuosos con el medioambiente y crearon una sala para que los expositores donen sus muebles, plantas y otros materiales no deseados. Los asistentes recibieron un pase gratuito para el transporte público y, en materia de movilidad responsable, también se puso en marcha un servicio de lanzadera MWC Direct Bus 100 % eléctrico, para minimizar el consumo de combustibles fósiles.
Con el foco en la economía local, ofrecieron opciones de comida de kilómetro cero, con productos de temporada y orgánicos. En cuanto a la gestión del desperdicio, los excedentes de alimentos y materiales para el servicio de comidas se donaron a programas locales de reutilización y donación, y exigieron que los proveedores de catering hicieran lo mismo
Los retos del sector
A pesar de que hay avances, la ejecución de eventos verdes se enfrenta a retos. Uno de los principales obstáculos, sobre todo para las pymes, es el coste asociado a las buenas prácticas, ya que la sostenibilidad puede implicar una inversión inicial más alta para la contratación de proveedores eco-amigables, materiales reciclables o energías renovables.
Otro desafío es que no todos los destinos cuentan con una amplia oferta de proveedores sostenibles e incluso los productos orgánicos, los materiales reciclados o el transporte ecológico puede ser escaso o costoso. Y un tercer punto es la resistencia al cambio, porque aún hay actores que no consideran a la sostenibilidad como una prioridad, aunque todo indica que esta posición tiene fecha de vencimiento, porque quien no se adapte quedará fuera de juego.
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