Ingresos por turismo extranjero en España, según la balanza de pagos. Click para ampliar gráfico. Fuente: Banco de España
En el último año, como reacción a las críticas —justificadas o no— hacia la actividad turística, han cobrado fuerza las declaraciones desde ámbitos académicos, políticos y empresariales, recordando a la sociedad española la importancia del turismo para la economía española.
En este sentido, se remarcan dos palabras clave: PIB y empleo.
De hecho, la actividad turística alcanzó los 155.946 millones de euros en 2022, un 11,6% del PIB, lo que supuso 3,9 puntos más que 2021, según el INE.
Por otro lado, las ramas características del turismo generaron más de 1,9 millones de puestos de trabajo, el 9,3% del empleo total.
Sin embargo, existe un argumento clave que suele ignorarse y que podría resultar decisivo para la opinión pública: el turismo supera con creces a otros sectores exportadores de la economía española, entre ellos la automoción, la industria química, los bienes de equipo, la agricultura o la minería.
De hecho, sin los ingresos del turismo extranjero, la prima de riesgo de España se dispararía, con consecuencias devastadoras para la economía nacional.
Desde una perspectiva económica, el turismo no es solo sinónimo de empleo. Es también un fenómeno que activa un flujo de consumo de productos y servicios que, inevitablemente, se traduce en un torrente de ingresos para los países receptores de turistas.
En el caso de España, esta realidad cobra una dimensión astronómica gracias al alto volumen de visitantes extranjeros que llegan cada año.
En 2023, España obtuvo 84.900 millones de euros en ingresos por turismo extranjero (datos de la Balanza de pagos del Banco de España) gracias a los 85 millones de viajeros extranjeros que visitaron nuestro país.
Dinero que entra sin necesidad de exportar mercancías
¿Por qué decimos que los ingresos por turismo extranjero se pueden comparar a una exportación?
En otros sectores económicos, si una empresa quiere vender sus productos en el extranjero, sólo tiene una salida: debe cargar sus lavadoras, coches, comida, vinos, frutas o lo que sea necesario en un camión, tren o barco y transportar todas estas mercancías a miles de kilómetros de distancia, donde se venderán y consumirán estos productos.
Gracias a la venta de estas exportaciones, la economía de un país prospera porque entra dinero desde fuera.
En el sector turístico, en cambio, no hace falta transportar y vender ninguna mercancía en el extranjero para conseguir que llegue dinero de fuera. El dinero llega dentro de la cartera de los turistas y desde allí va a a las cajas registradoras de hoteles, campings, restaurantes, bares, tiendas, museos, etcétera.
Por tanto, a diferencia de sectores tradicionales como la industria, la minería o la agricultura, que requieren complejas operaciones logísticas para exportar sus productos al extranjero, el turismo convierte cada noche de hotel, cada menú degustado o cada entrada a un museo en una “exportación” inmediata y tangible.
Como subrayaba JW Marriott, reconocido empresario hotelero estadounidense: “Los gobiernos deben entender que, cuando vendemos una habitación de hotel a un turista extranjero, eso es una exportación”.
Valor de las exportaciones de mercancías en España versus ingresos por turismo extranjero, en millones de euros. Click para ampliar gráfico. Fuente: Banco de España.
En cifras, la contribución del turismo a la economía española no tiene rival. Solo en 2023, los turistas internacionales dejaron en España 84.900 millones de euros, superando con creces a cualquier otro sector exportador tradicional.
Más allá de las frías estadísticas, basta imaginar cuántos productos, desde croissants para desayunos hasta bombillas para hoteles, quedarían olvidados en los almacenes sin la presencia de esos millones de visitantes.
Tal como podemos ver en las infografías que acompañan este artículo, en 2023 los ingresos por turismo extranjero que obtuvo España superaron de largo a las exportaciones de otros sectores economómicos como los bienes de equipo (74.833 millones de euros), los alimentos y bebidas (67.209 M €), los productos químicos (64.286 M €) o los de la automoción (53.972 M €).
Según apuntaba Raymond Torres, director de coyuntura económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) durante el Foro Acave 2024, “durante estos cuatro últimos años, marcados por una crisis pandémica, la guerra en Ucrania, la crisis energética y un brote de inflación intenso que ha erosionado el poder adquisitivo de los consumidores, hemos tenido una sorpresa: un crecimiento económico vigoroso en España, del 2,5%. Esto ha sucedido mientras Alemania y Francia atraviesan una situación casi de recesión. En este crecimiento del 2,5% destaca el turismo, que explica la cuarta parte de esa mejora económica”.
Según Torres, el buen comportamiento del turismo ha generado un “superávit externo para la economía española, una especie de seguro de vida, el cual permite que la prima de riesgo sea contenida y reducir la deuda exterior tan abultada que se heredó de crisis financiera, todo ello gracias a que vamos acumulando excedentes”.
En 2023, el superávit externo en turismo fue de 59.600 millones de euros. Tal como podemos ver en la infografía, esta cifra se calcula tomando como base los 84.900 millones de euros en ingresos por turismo extranjero y restándole los 25.300 millones de euros en pagos que realizaron los viajeros españoles en otros países ese mismo año.
El resultado es un saldo positivo en turismo de 59.600 millones de euros que contrasta con el saldo negativo (la diferencia entre lo que se exporta y se importa) de otros sectores económicos.
Por ejemplo, destacan los saldos negativos de los productos energéticos (-30.000 M €), los bienes de equipo (-20.380 M €), o las manufacturas de consumo (-12.200 M €). De hecho, el comercio exterior de mercancías en España arroja un déficit total o saldo negativo de 40.560 millones de euros en 2023.
Exportaciones, importaciones y saldos de los diferentes sectores económicos de España. Click para ampliar gráfico. Fuente: Ministerio de Economía y Banco de España.
Un sector estratégico, pero poco reconocido
Pese a su aportación crucial, el turismo sigue luchando contra una percepción desfavorable entre los poderes públicos y ciertas élites económicas, especialmente en países con una fuerte tradición industrial.
“Legislativamente, este país no se toma en serio el turismo teniendo en cuenta toda la riqueza que genera”, apuntaba el exalcalde de Lloret de Mar, Jaume Dulsat. “Si una empresa como la SEAT quiebra y mil personas van a la calle, todo el mundo a correr, a aprobar ayudas y a legislar a favor de la automoción. En cambio, el turismo, como ya funciona, como ya tenemos sol y playas y un fantástico patrimonio, entonces el Estado dice ‘Estos ya van haciendo, ya les va bien’. Y realmente no se legisla a favor de un sector que representa casi el 12% del PIB y que en épocas de recientes crisis seguía tirando del carro. Y ahora que otros sectores funcionan bien afortunadamente, resulta que empieza a molestar al turismo y el turista ya no es tan bienvenido, algo que no podemos permitirnos”, añadía.
El turismo y el efecto arrastre sobre la economía
En todo caso, las cifras son irrefutables. “El turismo es uno de los principales sectores productivos de la economía española y ha sido un motor fundamental de nuestro crecimiento en los últimos años”, afirma Ángel Gavilán, director general de Economía del Banco de España.
Esa afirmación se sustenta en que en 2023 las exportaciones netas de servicios turísticos contribuyeron en 0,6 puntos porcentuales al crecimiento del Producto Interior Bruto (1,8 pp en 2022) y la actividad fue responsable del 28% del empleo creado.
Durante su participación en la IV Convención de Turespaña, este experto puso en valor el impacto que tiene el turismo sobre otras actividades económicas. “Cuando el sector turístico genera un euro de actividad, genera un efecto arrastre. En el sector de alimentos y bebidas es de 30 céntimos; de 20 céntimos en el conjunto de comercio mayorista y minorista; de 10 céntimos en el inmobiliario, etc. Cuando se combinan estos pequeños efectos en los principales proveedores, decimos que por cada euro adicional en este sector se generan dos en el conjunto de la economía”.
Según Gavilán el efecto arrastre del sector del automóvil es mayor (3 euros por cada euro adicional de facturación) pero en España “la economía está creciendo por el comportamiento del sector turístico”, insistió.
Uno de los factores que más ha contribuido al dinamismo del turismo es la acusada recomposición, tras el fin de la pandemia, de la cesta de consumo de los hogares hacia los servicios. Las encuestas muestran que los patrones de consumo hacia automóviles o artículos del hogar “son flojos, pero la tendencia por consumir vacaciones ha ido aumentando” y “es un factor más estructural de lo que pensábamos en 2022, cuando se reabría la economía”.
No obstante, si bien el turismo está marcando cifras récord, “su ritmo de crecimiento se está desacelerando”.
Por dicho motivo, para mantener el dinamismo de la actividad, hay una serie de retos que abordar. “Para aumentar los niveles de productividad es importante tener niveles elevados de innovación y el gasto en innovación en turismo está por debajo del conjunto de la economía, para empresas de cualquier tamaño. Eso no hay que dejarlo desatendido”, advirtió.
Por otra parte, la dificultad de las empresas para alcanzar la plantilla objetivo “está limitando su capacidad de crecimiento. Esto se acentúa en el caso de turismo y está relacionado con la necesidad de proveer puestos de trabajo de calidad y atractivos”, según apuntó el director general de Economía del Banco de España.
Otro condicionante es el tamaño de las empresas, por lo que Gavilán cree que “tenemos que ser capaces de que aquellas pymes más dinámicas, con mayor capacidad de crecimiento y mayor productividad, puedan escalar”.
Según añadió, con el fin de “transformar la estructura empresarial de nuestro país” harán falta soluciones desde el punto de vista normativo y financiero.
Las cifras económicas, necesarias per no suficientes para el relato
El sector turístico busca mejorar su imagen ante la sociedad española, pero la gente no vive de estadísticas
En el debate sobre la importancia del turismo para la economía, surge una pregunta crucial: en un contexto donde las críticas hacia esta actividad se han intensificado, ¿pueden realmente los datos sobre PIB, contribución al empleo, balanza de pagos o los efectos indirectos e inducidos mejorar de forma significativa la percepción pública del sector?
Es cierto que España cuenta con uno de los sectores turísticos más competitivos del mundo, y eso está respaldado por cifras sólidas. Sin embargo, lo que a menudo pasamos por alto es que la gente no vive de estadísticas.
En muchos lugares que se han convertido en un “éxito turístico”, la gente va al supermercado pero solo encuentra tiendas 24 horas con productos y precios pensados para los visitantes; cuando buscan una vivienda, se chocan con precios desorbitados; los vecinos quieren ir a su barrio pero los autobuses están colapsados…
En resumidas cuentas, las cifras económicas pueden ayudar a contextualizar el valor del turismo, pero por sí solas no construirán un relato favorable al sector, por mucho que se repitan, ni resolverán los problemas reales que afectan a la gente.
Este reportaje ha sido publicado en la revista HOSTELTUR de enero de 2025, que puedes descargar como PDF en el siguiente botón:
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