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Semana Santa: las procesiones más raras que seguramente no conocías

Publicada 12/04/25

Semana Santa: las procesiones más raras que seguramente no conocías

No todo en la Semana Santa española es incienso, silencio y recogimiento. Más allá de las grandes capitales, donde las procesiones se desarrollan con sobriedad y perfección casi coreográfica, existen celebraciones que rompen con lo tradicionalmente esperado. Manifestaciones religiosas tan singulares como intensas, donde lo popular y lo místico se entrelazan con lo insólito, y donde la fe se expresa a través de una teatralidad que roza lo surrealista. España, un país de contrastes y pasiones, ofrece durante estos días un variado catálogo de ritos que sorprenden tanto al visitante extranjero como al propio español. Si estás buscando una escapada de última hora, aquí te dejamos una selección de las celebraciones más peculiares.

La Semana Santa en España es una de las celebraciones religiosas y culturales más importantes del país, atrayendo a miles de turistas cada año. Aunque muchas de las ciudades más conocidas, como Sevilla, Málaga, Valladolid o Granada, concentran la mayor parte de la atención con sus majestuosas procesiones, la verdadera riqueza de este evento radica en la diversidad de manifestaciones que se celebran a lo largo del territorio nacional.

Desde la solemnidad de las grandes ciudades hasta las peculiaridades de las localidades más pequeñas, la Semana Santa española ofrece una gran variedad de experiencias que combinan devoción, folklore y tradición, y que son ideales para quienes buscan vivir una vivencia única.

Más allá de las procesiones tradicionales y los pasos de Semana Santa, existen celebraciones que destacan por su carácter singular y su capacidad para combinar lo religioso con lo festivo de una manera que suele sorprender a quienes no están familiarizados con estas manifestaciones.

A lo largo del país, hay pueblos y ciudades donde las costumbres y rituales de la Semana Santa se mezclan con elementos populares, culturales e incluso lúdicos, lo que convierte a estos eventos en una alternativa atractiva para los turistas que desean adentrarse en la riqueza más desconocida de la festividad.

Una de las celebraciones más peculiares tiene lugar en la ciudad de León, donde el jueves santo se conmemora a Genarín, un personaje popular que se convirtió en símbolo de la tradición local. En 1929 falleció Genarín arrollado por el primer camión de basura motorizado de la ciudad mientras orinaba, en Jueves Santo.

Este personaje bohemio, borrachín y mujeriego se ha convertido en un mito en León hasta formarse una cofradía en su honor: Hermandad de Nuestro Padre Genaro. Desde entonces, cada jueves santo los leoneses procesionan por las tabernas del Barrio Húmedo de la ciudad, el mismo que el santo frecuentó en la fatídica noche de su fallecimiento.

A pesar de no ser un santo oficial, Genarín tiene una profunda devoción en la ciudad, y la procesión que le rinde homenaje es una de las más curiosas de toda España

La procesión es nocturna y está marcada por la irreverencia, el humor y el desorden, siendo una mezcla de devoción y fiesta popular, donde los feligreses recorren las calles en una especie de carnaval nocturno, portando velas, bebiendo orujo y realizando cantos a Genarín, un evento que está lejos de las solemnidades tradicionales de otras ciudades, pero que se convierte en un espectáculo de luz, sonido y color que atrae a miles de turistas y jóvenes de la ciudad cada año.

Entierro de Genarín en León 2024

También en la provincia de León, concretamente en Astorga, encontramos procesiones como la de "La Pasión", la ciudad se convierte en un centro de devoción religiosa donde se combina la historia medieval con el fervor popular. Los pasos procesionales de la ciudad, que incluyen figuras bíblicas de gran tamaño y cientos de 'papones' se acompañan de coros y música sacra que llenan las calles de solemnidad.

En Navaluenga, un pintoresco pueblo de la provincia de Ávila, se vive una tradición única durante la procesión del Jueves Santo, donde se leen poemas en voz alta. Con una población cercana a los 2.200 habitantes, el pueblo se organiza en dos cuadrillas, cada una compitiendo por destacar como los mejores en la declamación.

La batalla consiste en cantar de manera más fuerte y con mejor interpretación que el grupo rival. Durante esta emotiva celebración, se recitan cerca de 14 romances de unos 300 versos, que narran la pasión y muerte de Jesucristo, entre los cuales figuran composiciones de autores como Lope de Vega y José de Valdivieso.

En Galicia, la Semana Santa de Ferrol es una de las más especiales del país. La ciudad gallega destaca por su carácter militar y solemne, donde las procesiones adquieren una dimensión casi ceremonial, con la participación de la Armada Española en algunas de ellas.

La "Semana Santa Ferrolana" ha sido reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional, lo que atrae a un número creciente de turistas que buscan conocer una de las tradiciones más arraigadas del norte de España. La combinación de fervor religioso, disciplina y belleza estética hace de esta celebración una de las más destacadas en el norte del país.

Picaos de San Vicente de la Sonsierra
Picaos de San Vicente de la Sonsierra Fuente: Adobe Stock

Los Picaos de San Vicente de la Sonsierra, en La Rioja, ofrecen una tradición única. En esta procesión, los participantes se flagelan con látigos en un acto de penitencia y devoción, los disciplinantes se golpean la espalda por encima del hombro alternativamente, durante un tiempo variable que ronda los 20 minutos y una cantidad de entre 800 y 1000 golpes.

Después, otro cofrade les golpea levemente con una bola de cera virgen en la que hay incrustados seis cristales, denominada ‘esponja’, hasta hacer correr la sangre para así evitar molestias posteriores. Este acto simbólico, que rememora los sacrificios de Cristo, es una de las tradiciones más impactantes y visualmente intensas de la Semana Santa española.

En el municipio catalán de Verges (Girona), la danza de la "Muerte" se celebra en la noche del Jueves Santo, una tradición que data de la Edad Media. Los participantes, vestidos con trajes que imitan esqueletos, danzan al ritmo de los tambores por las calles de la ciudad, representando la danza macabra que simboliza la muerte y la redención.

Esta tradición es una de las más antiguas y, al mismo tiempo, más impactantes, ya que es un desfile de sombras y luz, en el que los participantes interpretan el simbolismo de la muerte que rodea la pasión y muerte de Cristo. Los tambores que marcan el ritmo de la danza generan un ambiente místico y enigmático que atrae a miles de turistas que buscan una experiencia única en la Semana Santa.

En la localidad de Orihuela, en Alicante, la figura de la Diablesa es uno de los principales atractivos de la Semana Santa. Esta figura, que aparece durante la procesión del Sábado Santo, se caracteriza por su vestimenta diabólica y su comportamiento provocador, que contrasta con la seriedad y solemnidad del resto de las figuras religiosas que participan en la procesión.

Aunque lleva más de doscientos años saliendo de procesión tiene prohibida la entrada a la iglesia por sus peculiares características

La Diablesa representa la lucha entre el bien y el mal, y su presencia en la procesión añade un toque único de tradición popular y humor que la convierte en una de las celebraciones más llamativas de la Semana Santa en la Comunidad Valenciana.

La Semana Santa de Jumilla (Murcia), que cuenta con más de 600 años de historia, está reconocida como Fiesta de Interés Internacional, siendo una de las 26 festividades que ostentan este título. En esta población murciana, es la celebración más significativa, donde hasta veinte cofradías y tres mil nazarenos recorren las calles portando los pasos, entre los cuales destaca el Cristo Amarrado a la Columna, una obra maestra de Francisco Salzillo que data de 1756.

La solemnidad de las procesiones, que se desarrollan durante Miércoles Santo, Jueves Santo y Viernes Santo, se ve interrumpida en algunas ocasiones por el reparto de caramelos entre los asistentes, una tradición llevada a cabo por los nazarenos.

Sin embargo, es el Domingo de Resurrección el día en que la celebración alcanza su punto culminante, ya que, tras la procesión, las hermandades desfilan con las imágenes hasta sus sedes y participan en la caramelada, una alegre "batalla" de caramelos que llena de diversión y camaradería el final de la Semana Santa en Jumilla.

En la ciudad de Cuenca, la Semana Santa también tiene un enfoque singular con la celebración de las Turbas, una manifestación que tiene lugar durante la madrugada del Viernes Santo. Las Turbas son una especie de caos ruidoso y desordenado que simula el juicio de Cristo, con un desfile de miles de personas que se agrupan en torno a las imágenes religiosas, realizando ruido con tambores, cornetas y otros instrumentos, mientras los participantes van disfrazados y cubiertos con capuchones.

La procesión se caracteriza por su energía frenética y ruidosa, una vibrante representación popular que, al final, da paso a un solemne y profundo silencio. Este contraste entre el bullicio y el recogimiento ha convertido a las Turbas de Cuenca en una de las celebraciones más singulares de la Semana Santa española.

Turbas en Cuenca 2023 en la procesión Camino del Calvario

En otras localidades, como Tobarra (Albacete) y Calanda (Teruel), la música de los tambores marca el ritmo de las celebraciones, generando una atmósfera solemne y al mismo tiempo vibrante. En Tobarra, durante el Viernes Santo, se lleva a cabo la famosa "Tamborada", un evento en el que miles de personas se agrupan para tocar el tambor de manera ininterrumpida durante horas, creando una verdadera "marea de sonidos" que resuena por toda la ciudad.

Por su parte, en Calanda, en Teruel, la "Tamborrada" es conocida por su fuerza y su intensidad, convirtiéndose en un verdadero homenaje al sonido y la tradición popular. Según dicen en el pueblo la tradición data de 1127, cuando el sonido de los tambores sirvió para avisar a la población de una inminente invasión árabe.

En Extremadura, una de las celebraciones más espectaculares tiene lugar en Valverde de la Vera, un pequeño pueblo de Cáceres que celebra su Semana Santa con los "Empalaos". Esta tradición consiste en que los hombres del pueblo desfilan descalzos, con las piernas atadas con cuerdas y cargando un timón de arado sobre los hombros. Esta penitencia se realiza en silencio y con gran devoción, como un acto de sacrificio personal y fe profunda.

Esta procesión es una de las manifestaciones más impactantes de la Semana Santa, representando el sufrimiento de Cristo, y atraen cada año a turistas nacionales e internacionales interesados en conocer una de las tradiciones más originales y difíciles de ver en otras partes de España.

Legionarios cantando el "novio de la muerte" en Málaga 2024

En Málaga, uno de los clásicos es "El Cristo de la Buena Muerte", custodiado con orgullo por un centenar de legionarios y su mascota, la cabra. Considerado su patrón y sagrado protector desde 1928 es un Cristo crucificado original de Pedro de Mena que data del año 1660. El momento cumbre es cuando los legionarios entonan a voz en grito el himno de la legión, ‘El novio de la muerte’, con el Cristo en alto.

Estas celebraciones peculiares de la Semana Santa española muestran una faceta del evento religioso que va más allá de las tradicionales procesiones. En cada uno de estos rincones del país, las festividades ofrecen a los turistas la oportunidad de adentrarse en una Semana Santa distinta, marcada por el contraste entre lo popular y lo religioso, lo solemne y lo festivo, lo antiguo y lo moderno.

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