Talento en la empresa turística: ¿factor de riesgo o de competitividad?
Publicada 29/09/12
El sector del turismo tiene todavía la asignatura pendiente de la gestión de su recurso humano, el capital más valioso de una empresa que puede hacerse escaso y muy caro. La gestión del talento puede hacer del recurso humano un factor de riesgo o de competitividad para las empresas turísticas. En estos momentos, representa más del 50% en la estructura de costes.
Éstas son algunas de las conclusiones fundamentales del tema “La gestión del talento y la competitividad”, abordado por los expertos de amplia trayectoria Alfonso Jiménez, socio director de PeopleMatters; y Joan Vargas, director corporativo de RRHH y RSC del Grupo Iberostar, en la VII Jornada sobre la gestión de riesgos en el sector turístico que organiza Willis Iberia, el brocker especializado en gestión de riesgos, consultoría financiera y de recursos humanos. La jornada fue presentada por el VP y CEO de Willis Iberia, Antón Serrats; y moderada por el director de Willis para Baleares, Juan Carlos Tárraga.
Cocinero y camarero, los puestos más ejercidos en España
Jiménez ha destacado que la industria turística es una de las más importantes para España: según cifras de 2010, supone un 10,2% de su PIB, sin contar el efecto que tiene en otros sectores relacionados como las empresas de la oferta complementaria, el comercio y proveedores. En términos de empleo, es aún más importante, ya que supone el 11,5% de la población ocupada española. De la ocupación total del país, el sector servicios aporta dos de cada tres empleados y dentro de este sector, el turismo es determinante.
Jiménez concluye que esta diferencia de 1,3 puntos entre lo que el sector del turismo español aporta al PIB y al empleo significa que las personas, el recurso humano, son un factor clave en el negocio. Para el 30 de junio de 2012, más de dos millones de personas (2.010.000) trabajaban en Turismo. El más ocupado de todos los puestos del sector laboral de España, con más de 1 millón de personas ejerciéndolo, es el de cocineros y camareros.
Potencia que pierde competitividad
Jiménez analizó cómo se gestiona y protege este recurso que resulta clave en la industria del turismo. Recordó que España es, junto a Estados Unidos y Francia, una de las tres primeras potencias de la industria turística mundial y es la segunda, tras Estados Unidos, en ingresos por turismo extranjero.
Jiménez apuntó que, no obstante, España pierde competitividad y retrocede al puesto 39 de las economías mundiales, de acuerdo con los datos y rankings presentados por el Forum Económico Mundial. Agrega que “en capital humano, sin embargo, somos el número 46, es decir, que el factor que más penaliza a la industria turística es el factor humano, eso en un sector en el que el recurso humano es clave, ya que se ofrece es un sector de servicios, emocional porque se trata de experiencias, en el que personas sirven a personas. Sin duda, el recurso humano en España es una asignatura pendiente y es una barrera para que las empresas inviertan en nuestro destino”.
Jiménez destaca las empresas turísticas, en general, están fallando en la gestión de este recurso que es clave para su desempeño y tampoco están desarrollando su formación. “No hay, en la mayoría de las empresas, una función dentro de su organización para la gestión del talento. Para las empresas el personal es un factor de coste y no un factor de diferenciación clave para la generación de experiencias competitivas para sus clientes”. Según un estudio, el sector en general no considera imprescindible que su personal posea una titulación. Otro dato es que el 62% no ha recibido formación en el último año. Las empresas del sector ni siquiera tienen contemplados gastos en formación y el 63% no lo considera necesario. “La industria turística es, del sector servicios, la que menos invierte en formación.
Apuesta por el talento ante el bloqueo
Joan Vargas ha destacado que el país vive una situación casi de bloqueo, enfocados al recorte de gastos, tanto las empresas como la Administración, los sindicatos con su mismo discurso y la banca con muchas reservas, “pero nadie está enfocado a crear actividad y trabajo y lo único que se puede hacer en una situación como la que vivimos es apostar por el talento”.
Apunta que se están produciendo cambios rápidos y profundos, cambios de criterio por la crisis que nunca se hubieran imaginado –el modelo low cost, rebaja de sueldos, etc.-, “las organizaciones está lentas y pesadas y les cuesta adaptarse a los cambios y no se va por la productividad del capital humano que tiene actualmente un impacto en la cuenta de resultados y de más del 50% en la estructura de costes de las empresas del sector”.
Estrategias para el futuro
En su criterio, el futuro del sector pasa por la innovación para lograr una diferenciación, nuevos productos, nuevos clientes, nuevos nichos de mercado y optimizar la productividad de los equipos para ser capaces de hacer lo mismo con menos manos”. La orientación a la excelencia es otra de las claves propuestas por Vargas “que es hacer muy bien su trabajo todos, todo el tiempo”. Para ello se requiere de talento, el capital más valioso para afrontar el futuro. El talento se puede convertir en caro y escaso, y eso supone un factor de riesgo”.
Considera, por ello, fundamental el potenciar la formación en el puesto de trabajo, someterlo a una mejora continua. “Es necesario dinamizar el mercado de trabajo, ya que, de los cinco millones de parados que hay en el país, más de un 60% no tiene ninguna titulación para ejercer trabajo alguno, lo que significa que no podrían ser captados por ninguna empresa. Y se trata de un riesgo que hay que afrontar como nación”.
Concluye que potenciar el desarrollo de la formación, es poner el talento al servicio de la competitividad y la creación de valor, y la estrategia de RRHH en las empresas turísticas debe, sobre todo, contribuir a hacer fluir el talento.
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