Boeing y ANA operan el primer vuelo del B787 Dreamliner con biocombustible

"El 787 es el reactor más avanzado en términos medioambientales de los que están operativos en la actualidad, al combinar consumo eficiente del combustible y comodidad con menores emisiones de carbono", explicó el vicepresidente de Boeing Commercial Airplanes responsable de Política Medioambiental y de Aviación, Billy Glover.

El vuelo se realizó entre el centro de entregas de Boeing en Everett, estado de Washington, y el Aeropuerto de Tokio Haneda.

"Nuestro vuelo histórico, cruzando el Océano Pacífico utilizando biocombustibles sostenibles, muestra cómo se puede utilizar la innovación tecnológica en pro del objetivo de nuestro sector de crecer sin aumentar las emisiones de CO2 a partir de 2020", afirmó el vicepresidente ejecutivo de ANA, Osamu Shinobe.

El vuelo del 787 se ha realizado con biocombustibles procedentes principalmente de aceites para cocinar y se estima que ha emitido un 30% menos de CO2 que los aviones actuales de tamaño similar. Hace unos días, Qantas comenzó a utilizar en sus aviones fuel derivado de aceite de cocina reciclado, en una combinación de un 50%-50% con combustible convencional y en un trayecto mucho más corto, entre Sidney y Adelaida.

De esa reducción de emisiones de gases de efecto invernadero lograda en el vuelo de ANA, aproximadamente el 10% se puede atribuir al biocombustible y el 20% restante a los avances en tecnología y eficiencia conseguidos por el Dreamliner.

El Boeing 787 Dreamliner está fabricado principalmente de materiales compuestos, lo que lo hace más ligero, y es el primer avión de tamaño medio que puede abarcar rutas de largo radio, lo que permitirá a las aerolíneas crear nuevas rutas sin escala.