El turismo español lidera la lucha contra la explotación sexual infantil
Doce empresas se han adherido al código de conducta ECPAT
Publicada 02/10/12Riu, Lopesan, Grupo Piñero y Ashotel han sido los últimos en sumarse al código de conducta The Code-ECPAT contra la explotación sexual infantil, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo, de manera que ya son 12 las empresas del sector adheridas este Código de Conducta para la protección de los niños, niñas y adolescentes frente a la explotación sexual en la industria del turismo y los viajes. De este modo España lidera esta iniciativa por el peso específico de grandes cadenas que la apoyan como Meliá Hotels International o Barceló Hotels & Resorts, entre otras, como ha destacado el coordinador general de FAPMI, Tomás Aller.
A esas 12 empresas se sumarán próximamente otras cuatro con las que la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI), su representante en España, está trabajando y que ya han mostrado su compromiso de adherirse a esta iniciativa, en la que ya participan más de 1.030 empresas de 42 países.
Y es que, como reconoce la presidenta de UNICEF en España, Consuelo Crespo, “éste es un problema complejo que requiere de soluciones complejas, por lo que necesitamos buscar aliados dentro del sector público y privado”.
Así, las empresas adheridas contraen un compromiso de 10 puntos, como capacitar a sus empleados sobre lo que está ocurriendo y sus consecuencias (no debemos olvidar, en palabras de Crespo, que “esos trabajadores son ciudadanos de esas zonas que a lo mejor desconocen el problema, pero si se lo hacemos ver ellos mismos formarán a su entorno”), capacitarles para detectarlo y para denunciarlo, apoyados por la empresa.
De este modo, explica, “también se motiva a los empleados, mientras que la sociedad premia este tipo de acciones, estos esfuerzos realizados en época de dificultades. No en vano las políticas de RSC cada vez son más valoradas por la sociedad”.
Estas compañías también se comprometen a informar a sus clientes que ese tipo de prácticas está prohibido en sus establecimientos, así como a sus proveedores. Todo ello con el objetivo, como apunta la presidenta de UNICEF, de “cambiar una actitud que afecta a todos los eslabones de la cadena”.
Asimismo ha destacado la importante labor que están llevando a cabo con los turoperadores, porque “es un problema que no tiene fronteras, además de un negocio muy lucrativo, en el que la víctima potencial es muy vulnerable y tenemos que protegerla. Se necesita para ello un cambio cultural, hacer las cosas de otra manera. Y estamos en el camino”.
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