Buscan desesperadamente un gestor privado para el Aeropuerto de Castellón
Publicada 26/04/12
El Gobierno valenciano busca desesperadamente un gestor para el Aeropuerto de Castellón, aún sin estrenar, después de una inversión de 150 millones de euros y trece meses de ‘inaugurado’, y envuelto en demandas judiciales.
Para la Generalitat valenciana, intentando rentabilizar las empresas públicas, la nueva infraestructura está resultando un verdadero karma, para el que no encuentra salida en su objetivo de privatizar su gestión.
Incluso, según ha trascendido en Valencia, el presidente de la Comunidad, Alberto Fabra, estaría dispuesto a otorgar gratuitamente la concesión del aeropureto con tal de que alguna empresa lo ponga en marcha y, de paso, le libere de la carga económica que significa el gasto menual de 300.000 euros en sueldos y mantenimiento. ¿Y ahora qué hacemos con esto?, tal y como analizaba el reportaje de portada de la revista HOSTELTUR, noticias turismo, Infraestructuras fantasma: el pozo sin fondo de la crisis.
Aeropuerto virgen
El Aeropuerto de Castellón fue inaugurado el 25 de marzo de 2011 pero aún sus pistas se encuentran intactas. La infraestructura cuenta con una terminal de 10.000 metros cuadrados y una pista de 2,7 kilómetros, mientras que la inversión realizada por la empresa pública Aeropuerto de Castellón SL (Aerocas), participada por la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón, ha sido de 150 millones de euros, a los que se suman 2,8 millones de euros que debe a Concesiones Aeroportuarias correspondientes al crédito participativo que fue suscrito para la construcción.
Su puesta en marcha, prevista para finales de 2011, cada día se complica más: desde el verano se encuentra en “causa de disolución legal”. El pasado diciembre, el Gobierno suspendió el contrato de concesión que había suscrito con la empresa Global Vía, accionista mayoritaria de Concesiones Aeroportuarias (Conaer), que asumiría la gestión, debido al endurecimiento de las condiciones de las entidades financieras que supo ndría un sobrecoste de 21 millones de euros en los próximos ocho años.
Tras esta ruptura, Globalvía ha demandado al Gobierno valenciano por incumplimiento de contrato y exige que se le reembolse lo invertido en la construcción del aeropuerto, lo que ha impedido liberar la infraestructura de este compromiso para poder ser adjudicado a otro gestor, en el caso de que aparezca.
Para evitar que el caso se alargue en los juzgados, la Generalitat valenciana está considerando absorber los créditos que contrajo la firma para la construcción del aeropuerto y llegar a un acuerdo extrajudicial. También está interfiriendo el tema de los intereses y los sobrecostes.
Aún el Aeropuerto no tiene la autorización para operar de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) y Aena Navegación Aérea.
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