La empresa líder del turismo en España, Sol Meliá, ha decidido retirarse de una forma definitiva de Marruecos y parar su ambicioso proyecto de construcción de un gran complejo turístico. La tardanza de Sol Meliá en comenzar los trabajos en la región de Agadir, al sur del país, propiciaron los primeros rumores acerca de su marcha, rumores que se han confirmado esta semana después de que la prensa local, citando fuentes del gobierno de Rabat, hayan anunciado la retirada.
La empresa líder del turismo en España, Sol Meliá, ha decidido retirarse de una forma definitiva de Marruecos y parar su ambicioso proyecto de construcción de un gran complejo turístico. La tardanza de Sol Meliá en comenzar los trabajos en la región de Agadir, al sur del país, propiciaron los primeros rumores acerca de su marcha, rumores que se han confirmado esta semana después de que la prensa local, citando fuentes del gobierno de Rabat, hayan anunciado la retirada.
Sol Meliá firmó en 1999 con el gobierno marroquí, presidido en aquella época por el socialista Abderahman Yussufi, un convenio que consistía en la construcción en una primera fase de 500 suites y posteriormente de hoteles de más de 500 habitaciones. El presupuesto global ascendía a 100 millones de euros. La compañía tardó en empezar la construcción y, sorprendentemente, el monarca Mohamed VI decidió ampliar su palacio de Agadir anexionando las tierras previstas para albergar el citado complejo, por lo que Sol Meliá no encontró ya un lugar adecuado y decidió anular su proyecto. Según declaró la portavoz de Sol Meliá Mónica Cerda al periódico marroquí L´Economiste "la razón principal que llevó a la empresa a retirar su proyecto es económica, porque la coyuntura después del 11 de septiembre no favorece la inversión, y Sol Meliá se vio obligada a reconsiderar sus proyectos de futuro". Los marroquíes consideran la justificación de Sol Meliá poco acertada, porque la empresa consiguió en los nueve primeros meses de 2003 un beneficio neto de 41,8 millones de euros, lo que supone un aumento del 33% respecto al mismo periodo de 2002, según los datos dados a conocer por la compañía la semana pasada. Los observadores marroquíes creen que el verdadero factor que llevó a Sol Meliá a anular su proyecto son los cinco atentados de Casablanca del 16 de mayo que causaron 45 muertos, entre ellos cuatro españoles. Además, algunos informes estratégicos como el del instituto británico para los riesgos durante 2004, 'Control Risks Group', califican a Marruecos en la categoría de los países que podrían sufrir atentados en el futuro, sobre todo contra turistas. Parece que esta empresa ha abandonado por el momento todos los proyectos que tenía previsto realizar en Marruecos, incluso cerró su oficina en Marrakech. Según fuentes del Ministerio de Turismo marroquí, la decisión de Sol Meliá es un error de cálculo, porque Marruecos está decidido a captar más turistas españoles en el futuro y facilitar la inversión turística en este sector. Prueba de ello, la reciente firma de un convenio la semana pasada con Globalia para que Air Europa efectúe vuelos a Marruecos a partir de próximo lunes. El turismo en Marruecos es un sector esencial para la economía del país, garantizando el trabajo a más de 600.000 personas, y se trata de la segunda fuente de divisas del país tras las transferencias de los inmigrantes. Rabat planificó hace dos años un plan ambicioso para lograr diez millones de turistas en el año 2010, en lugar de los 2,5 millones actuales. (Diario Atlántico Canarias, 27/11/03)
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