Uno de cada tres ejecutivos cree que la situación del turismo empeorará

De hecho, un 25% cree que empeorará algo y un 8% opina que el agravamiento será significativo. Sólo un 20% espera que la situación mejore y el 47% considera que se mantendrá igual que en 2011.

La clave de esta visión reside fundamentalmente en la débil demanda interna, que se espera que empeore a corto plazo como consecuencia de las medidas de restricción presupuestaria emprendidas por el Gobierno, que incidirán en el consumo. Desde Deloitte afirman que este entorno de continuas malas noticas afectará asimismo a la confianza del consumidor. Además, se está acentuando la estacionalidad de los viajes y el precio también se erige como factor problemático para el sector.

Retos

Ante este panorama, se citan algunos retos de la industria. En primer lugar, un aumento de la demanda a través de los mercados emergentes. “No podemos depender de tres mercados, hay que captar clientes fuera de los mercados tradicionales y no dejarnos adelantar por otros”, afirman desde la consultora. La diversificación del modelo y la potenciación de la marca España es otro de los pilares básicos.

Por otra parte, la concentración empresarial parece ser otra de las claves y se prevé que en este sentido se produzca se produzca un proceso más profundo aún del que ya se ha venido dando que haga empresas más robustas en este entorno.

Tampoco hay que olvidar la importancia de la renovación de la planta hotelera para mantener la calidad del turismo español.

Palancas competitivas

Durante la presentación del informe se ha hecho referencia a tres palancas competitivas: el aumento de los ingresos, que es clave y es cuestión de técnica y disciplina; el margen operativo; la eficiencia de activos; y la persona y la marca, que sería por aquí por donde caminaría el futuro.

Un poco de optimismo

Aunque el panorama no es muy halagüeño, hay que recordar que en 2011 se produjo un aumento del número de visitantes extranjeros (7,6%, hasta los 56,7 millones), y en términos de ocupación hotelera se registraron en todos los meses tasas superiores a las de 2010. Además, España mantiene gran atractivo entre los países de Europa para ser su destino vacacional en 2012.

Desde Deloitte confían en que, a pesar del entorno complejo que se prevé para el turismo español en 2012, el sector sea capaz de sobreponerse a las adversidades y que, con la ayuda del sector público, adoptará medidas en 2012 para contrarrestar las dificultades a corto plazo y además sentar las bases para aumentar la competitividad y mejorar la percepción de los turistas que visitan el país.

Cabe mencionar la importancia del Plan Integral de Turismo, que recoge muchas de las demandas del sector y que, aunque su asignación presupuestaria será determinante, es percibido con positividad.