El informe de coyuntura del «lobby» empresarial que forma la Mesa del Turismo español, confirmó ayer que el año 2003 se caracterizará por ser un ejercicio económico en el que las empresas «han tenido que trabajar más para facturar menos». El estudio se presentó en Madrid y entre sus conclusiones destacó también el rechazo general de los hoteleros a la fórmula del «todo incluido» importada desde el Caribe y al peligro que suponer basar la competitividad en los precios bajos, sobre todo en el producto «sol y playas». España ha dejado de ser un destino barato y debe apostar por la calidad. Un asunto de candente actualidad en Benidorm donde a raíz de la apertura de los nuevos hoteles se ha reabierto la guerra de los precios para captar mercado.
El informe de coyuntura del «lobby» empresarial que forma la Mesa del Turismo español, confirmó ayer que el año 2003 se caracterizará por ser un ejercicio económico en el que las empresas «han tenido que trabajar más para facturar menos». El estudio se presentó en Madrid y entre sus conclusiones destacó también el rechazo general de los hoteleros a la fórmula del «todo incluido» importada desde el Caribe y al peligro que suponer basar la competitividad en los precios bajos, sobre todo en el producto «sol y playas». España ha dejado de ser un destino barato y debe apostar por la calidad. Un asunto de candente actualidad en Benidorm donde a raíz de la apertura de los nuevos hoteles se ha reabierto la guerra de los precios para captar mercado.
La rentabilidad ha sido durante los diez primeros meses de 2003 una de las mayores preocupaciones de los empresarios turísticos que se «han visto obligados a trabajar más para ganar menos» a pesar de que el sector tuvo una cierta recuperación con respecto a 2002, señaló ayer el presidente del Grupo Nexo, Ignacio de Quesada. El 53% de las empresas sondeadas para la realización del informe señalaron que tuvieron un incremento en sus costes de producción, frente al 39% que consiguió mantener los gastos y el 8% que pudo reducirlos. No obstante, 2003 está resultado «moderadamente satisfactorio» ya que las repercusiones de la guerra de Irak y la epidemia del SARS, que afectaron al turismo en Semana Santa, vieron compensados sus efectos negativos por el buen verano y la balanza de pagos muestra un saldo positivo de 20.291 millones de euros, un 5,3% superior al mismo período de 2002. Los ingresos por turismo fueron de 24,9 millones de euros hasta agosto de 2003 frente a los 23,8 millones obtenidos en el mismo período de 2002, lo que implica un crecimiento del 4,5 % en la facturación bruta. Por lo que respecta a los pagos de la Balanza Turística, en los ocho primeros meses fue de 4,6 millones de euros, frente a los 4,5 millones de 2002, con una variación interanual positiva del 0,9%. Quesada dijo que el sector sigue generando puestos de trabajo, con un aumento del 3,8% en el número de asalariados y algo más del 1% en autónomos y que la cifra global de la balanza turística ha sido de 28.500 millones de euros. Quesada se refirió al cambio de ciclo económico «que ya dura dos años», auguró dos años más hasta la recuperación del sector y subrayó que «antes crecíamos por encima de los dos dígitos y ahora no llegamos al 5%». Por su parte, el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Andrés Melián, subrayó que algunos empresarios han tomado una serie de medidas «que han minado la rentabilidad de los hoteles a pesar de que la ocupación ha sido buena». Los subsectores con mejor rentabilidad en 2003 han sido los cámpings, el alquiler de coches o balnearios, frente al sector hotelero con rentabilidad «si no nula, muy escasa» y la hostelería -restaurantes y cafeterías-. (Diario Información, 03/12/03)
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