El grupo SAS no tiene "ninguna intención" de vender parte ni la totalidad de la aerolínea española Spanair, aunque "nunca se sabe lo que pueda pasar en el futuro", manifestó a los medios españoles el presidente de la compañía escandinava, Jorgen Lindegaard.
El grupo SAS no tiene "ninguna intención" de vender parte ni la totalidad de la aerolínea española Spanair, aunque "nunca se sabe lo que pueda pasar en el futuro", manifestó a los medios españoles el presidente de la compañía escandinava, Jorgen Lindegaard.
Lindegaard hizo estas declaraciones durante la rueda de prensa que convocaron, con motivo de su reunión en Tokio, los presidentes de Star Alliance, alianza de la que forman parte ambas compañías, junto a otras trece aerolíneas más, entre ellas la alemana Lufthansa y la nipona ANA. Tras su reciente ampliación al 94,9 por ciento de la participación en Spanair, el presidente de SAS confirmó que, actualmente, "no existen planes para vender la compañía española", respondiendo así a rumores aparecidos en España sobre su posible futura venta a Iberia. En los mismos términos se expresó el director de Spanair, Enrique Meliá, presente en la reunión de Star Alliance, según quien, SAS no tiene pensado compartir con ningún otro socio el porcentaje que tiene en la compañía española y "obviamente, aún menos, con nuestro competidor directo que es Iberia". Spanair es un miembro muy importante del grupo escandinavo, señaló Lindegaard, para quien, la aerolínea española, que cuenta con unos costes unitarios más bajos de Europa, similares a los de una compañía de bajo coste, sirve de modelo para el resto de las empresas pertenecientes a SAS, además de jugar un papel destacado en el segmento de vuelos chárter, especialmente entre España y Escandinavia. Para Lindegaard, el presidente de Spanair, Gonzalo Pascual, es un "muy buen representante del grupo SAS en el mercado español", por lo que "tras la ampliación de nuestro capital, le pedimos que se quedara al frente de la compañía y conservase el cinco por ciento de sus acciones". "Nuestra idea es que continúe -añadió-, pero si por alguna razón decidiera vender la participación que mantiene en Spanair, la compraríamos". Meliá coincidió con Lindegaard en confirmar la estrecha relación que han mantenido siempre los dos socios y aseguró que, tanto en la época de la mayoría española como en la de liderazgo de SAS, ha habido consenso y ahora, con una participación del 94,9 por ciento de la escandinava, las decisiones se siguen tomando "de mutuo acuerdo". Para tranquilizar a los consumidores y empleados de la compañía, Meliá dijo que esa segunda ampliación del capital por parte de SAS formaba parte del acuerdo inicial y "es un paso bastante sólido para el futuro de la compañía", por lo que "honestamente" no cree que suponga ningún cambio en el poder ejecutivo que ostenta el actual equipo directivo. De acuerdo con Meliá, el presidente ejecutivo de la compañía sigue siendo Gonzalo Pascual "con el mismo poder y fuerza que cuando tenía mayoría" y no hay ningún tercer paso previsto por ahora en cuanto a la venta de las acciones que aún mantiene. Lindegaard, por su parte, apuntó el interés del grupo y de Star Alliance, en "combinar la oportunidad de crecer tanto en la región báltica como en España", apuntó . Al carecer de un sistema rentable de larga distancia, ya que los aviones 767 no son aparatos adecuados para este tipo de operaciones, "tenemos que concentrarnos en el negocio europeo", indicó, aunque, al mismo tiempo, "vamos a empezar el proceso de conversión de la flota de Spanair con vistas al mercado latinoamericano". Además, tenemos muy buenas relaciones con Aerolíneas Argentinas, por lo que "el análisis que hagamos junto con Star Alliance sobre nuestra presencia en América Latina, se realizará en ese contexto, en el que Spanair es un miembro muy importante", agregó.
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