Álvaro Middelmann, director para España de Air Berlin, fue al grano y directamente aventuró la muerte de los gigantes turísticos: «Los turoperadores tienen los días contados», significó Middelmann. Este máximo directivo de la aerolínea estrella de bajo coste estima que el diseño del paquete turístico con Internet será el fin de los turoperadores. Fue la gran apuesta que lanzó ayer Middelmann durante el transcurso del debate La economía balear: presente y futuro, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección de la Zona Mediterránea en la sede de la Fundación La Caixa de Palma.
Álvaro Middelmann, director para España de Air Berlin, fue al grano y directamente aventuró la muerte de los gigantes turísticos: «Los turoperadores tienen los días contados», significó Middelmann. Este máximo directivo de la aerolínea estrella de bajo coste estima que el diseño del paquete turístico con Internet será el fin de los turoperadores. Fue la gran apuesta que lanzó ayer Middelmann durante el transcurso del debate La economía balear: presente y futuro, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección de la Zona Mediterránea en la sede de la Fundación La Caixa de Palma.
No fue la única lanzada arrojada en el foro. El presidente del Fomento del Turismo de Mallorca, Miquel Vicens, lanzó un mensaje directamente a la yugular del Govern: «La administración lo que se tiene que dedicar es a administrar y a crear infraestructuras, pero nunca a fundar una televisión autonómica o a rehabilitar inmuebles que están en ruinas». Vicens se refería en este caso a los inmuebles que fueron comprados con fondos de la ecotasa por el Pacte de Progrés y que el Govern ha decidido ponerlos en valor. Mientras, el copresidente del grupo Barceló, Simón Pedro Barceló, insistió ayer una vez más, como ya expuso en una entrevista con EL MUNDO / El Día de Baleares, el pasado 30 de noviembre, en mantener la misma oferta de hoteles que hay en la Isla. «No queremos», explicó, «más ingresos si es a cambio de consumir más territorio». Barceló precisó que Baleares necesita un turismo «más rentable al mismo tiempo que económica y socialmente también sostenible». El discurso del presidente de Corporación Empresarial Barceló se basó en tres características: desestacionalización, diversificación e internacionalización. Para Barceló la lucha contra la estacionalidad en Baleares se debe convertir en uno de los caballos de batalla del sector turístico de los últimos años: «Si somos menos estacionales podremos tener más estabilidad en el empleo y seguridad en los puestos de trabajo». El presidente de Exceltur, el lobby turístico que representa a las principales compañías turísticas del sector, abundó en la necesidad de apostar no sólo por un turismo de sol y playa, sino por seguir insistiendo en el turismo de ciudad y de naturaleza: «El agroturismo ha sido un éxito». También por el turismo de convenciones, deportivo, de belleza y de salud, «sin olvidar el turismo familiar que debe ser una de nuestras principales bazas». En esta línea, se mostró partidario de la instalación en Mallorca de un parque temático. Barceló también radiografió un sector en el que hay que asumir «riesgos e inversiones» y exportar al exterior «todo lo que hemos aprendido». Sobre el desarrollo de la oferta del todo incluido, el directivo reconoció que con esta modalidad el hotelero perdía dinero, pero que no le quedaba más remedio que incluir esta oferta «porque hay un público que lo pide». Siguió insistiendo en que el futuro de la Isla y de Baleares en general pasa por un crecimiento económico que no implique «más uso del territorio» y sobre la subida del PIB del archipiélago matizó que debería aumentar «para todos». Barceló fue más gráfico y recordó que en 1998 Baleares se mantenía como la primera comunidad autónoma en renta per cápita y sin embargo en 2002 esta posición de las Islas ya había caído hasta ser la quinta o sexta comunidad autónoma. Por su parte, el delegado general de La Caixa en Baleares, José F. Conrado de Villalonga, explicó el descenso del PIB de Baleares de 1999, cuando se creció a un 7,1% a 2002 cuando el porcentaje de crecimiento fue del 0,8%. Conrado reconoció que la planta hotelera de Baleares era «muy competitiva» remarcó que habría que apostar por otros segmentos de mercado como el turista de golf, que se gasta 250 euros al día, «el triple de lo que desembolsa un turista de sol y playa». Respecto al territorio el periodista Antonio Alemany, colaborador de EL MUNDO / El Día de Baleares, recordó que en Mallorca apenas se ha ocupado un 6% del territorio y que en el recién aprobado Plan Territorial de Mallorca se prevé la construcción de 300.000 viviendas «cuando la demanda necesaria apenas bastaría con crear 5.000 viviendas». (A.R., diario El mUndo-El Día de Baleares, 10/12/03)
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