Los problemas que ha sufrido el turismo en 2003, la guerra de Irak, la situación económica, la epidemia de neumonía atípica y los recientes atentados en algunas zonas turísticas no han afectado al desarrollo del sector en España, que contempla el cierre del año superando los 51 millones de turistas extranjeros. De acuerdo con las cifras que baraja la Secretaría de Estado de Turismo, durante los diez primeros meses del año entraron en España algo más de 72 millones de visitantes extranjeros, de los que el 65 por ciento, es decir, 46,7 millones fueron turistas (aquellos que pasan al menos una noche en el país).
Los problemas que ha sufrido el turismo en 2003, la guerra de Irak, la situación económica, la epidemia de neumonía atípica y los recientes atentados en algunas zonas turísticas no han afectado al desarrollo del sector en España, que contempla el cierre del año superando los 51 millones de turistas extranjeros. De acuerdo con las cifras que baraja la Secretaría de Estado de Turismo, durante los diez primeros meses del año entraron en España algo más de 72 millones de visitantes extranjeros, de los que el 65 por ciento, es decir, 46,7 millones fueron turistas (aquellos que pasan al menos una noche en el país).
Con estos datos, se puede especular con un crecimiento porcentual de entre uno y dos puntos con respecto al año pasado, lo que pondría al turismo español en aras de un nuevo récord de visitantes. En cuanto a los ingresos, el turismo representa el 12 por ciento del PIB español y las previsiones de cierre son crecer por encima del 4 por ciento, superando la cifra del año pasado de unos 37.000 millones de euros. Pero durante este año se han producido algunos hechos relevantes para el sector, como ha sido, entre otros, la desaparición de la conocida tasa medioambiental (ecotasa) en las Islas Baleares, tras el cambio de un gobierno multicolor a un gobierno del PP, después de las elecciones autonómicas. Otro hecho puntual ha sido el desarrollo de una campaña agresiva por parte de la Administración, a veces en colaboración con las Comunidades Autónomas, para promocionar España como destino turístico en distintos mercados emisores. Para este programa, Turespaña ha dispuesto de una cifra próxima a los cien millones de euros, y se ha incidido más en el mercado alemán, que ha tenido una caída espectacular, por su crisis económica, en lugares de tradición vacacional como Baleares y Canarias. Una vez más España se ha vuelto a consolidar como segundo destino mundial vacacional, por detrás de Francia, tanto a nivel de ingresos por turismo, como de número de visitantes.
Otra noticia importante fue la causada por la epidemia aparecida en China y Sudeste Asiático, de neumonía atípica, que supuso la anulación de viajes hacia esa zona asiática desde España, y la precaución de muchos turistas de moverse de su país. A este respecto la gira asiática realizada por el Real Madrid durante el mes de agosto sirvió para que, a juicio de las agencias de viaje, los turistas españoles cogiesen confianza y volviesen a viajar a esa zona. El desarrollo de los programas iniciados en el 2002 se ha mantenido de acuerdo con lo proyectado, y así se han abierto los paradores que estaban siendo remozados el año pasado, y se ha inaugurado uno, el de Lerma (Burgos), mientras que siguen en obras las instalaciones que vienen en el futuro, entre ellos dos emblemáticos como son Lorca (Murcia) y Alcalá de Henares (Madrid). Asimismo, se ha producido un relevo político al frente de la Secretaria de Estado de Turismo y de la Secretaria General de Turismo. El nombramiento de Juan Costa como ministro de Ciencia y Tecnología ha supuesto el ascenso de Francisco Utrera a la Secretaria de Estado, mientras que el paso de Juan José Güemes al Gobierno Regional de la Comunidad de Madrid, ha permitido el nombramiento de Germán Porras como nuevo Secretario General. Los proyectos de desarrollo turístico se mantienen latentes, sobre todo con la idea de favorecer la desestabilización vacacional y el turismo cultural. A tal fin se mantiene el diseño realizado en el 2002 de promocionar la riquísima y variada oferta cultural que tiene España y aprovechar más el patrimonio de un país que posee más sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con los más ricos, variados y singulares lugares del mundo. Este desarrollo ha sido incluido por el Gobierno en el denominado Plan de Impulso al Turismo Cultural e Idiomático puesto en marcha para el periodo 2002-2004, para el que se han destinado 70 millones de euros, de los que 23,8 se invirtieron en el 2002 y 30 lo han sido en el 2003. En virtud de este Plan se va a incidir sobre rutas culturales como el Camino de Santiago, la Vía de la Plata, las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, la Ruta de la Lengua Castellana, y sobre actuaciones directas como el Año de Salvador Dalí, el Año Jacobeo y el Quinto Centenario de Isabel la Católica.
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