El turismo en una Cataluña independiente: tres escenarios
La Generalitat podría suprimir la tasa turística, dice Pere Torres
Publicada 28/11/14¿Cómo funcionaría el sector turístico en una hipotética Cataluña independiente? Ello dependería básicamente de la situación económica, política y social en que quedara el nuevo Estado tras su separación de España. Para intentar responder a esta pregunta, la Asociación Catalana de Profesionales del Turismo (ACPT) organizó una cena-coloquio el 27 de noviembre en el hotel Princesa Sofía de Barcelona, donde se apuntaron tres posibles escenarios.
Lo cierto es que la propia convocatoria del acto generó polémica e incluso rechazo, "con actitudes poco ortodoxas", según reconoció uno de los organizadores del debate, Roberto Torregrossa.
Pero en cualquier caso, añadió el representante de la ACPT, "las reflexiones de este debate son una hipótesis por lo que hemos buscado un intercambio de ideas con sentido común y respeto a todas las opiniones expresadas".
Aunque también hubo momentos bastante acalorados, sobre todo entre Rafael Luna, diputado del PP en el Parlamento de Cataluña, y Pere Torres, secretario del departamento de Empresa y Competitividad de la Generalitat. Cabe apuntar que Torres que substituyó como ponente a Marián Muro, directora general de Turismo, que asistió como público.
Escenario 1: Separación negociada con España, se abre un período de transición para que Cataluña ingrese como nuevo Estado en la Unión Europea.
"Es incuestionable que el primer momento de la separación sería traumático, aunque hubiera sido amigable, por las incertidumbres que se generarían entre las personas y las empresas", explicó Marién André, excoordinadora del Observatorio de Turismo de Cataluña y profesora titular de Economía Aplicada en la UB.
Y es que según esta experta, "aunque sea una obviedad decirlo, en una Cataluña independiente el turismo irá bien si Cataluña va bien, lo que dependerá a su vez de cómo se culmine el proceso, cómo se ha negociado, etc".
En este escenario, y tras un período de adaptación a la nueva situación, "la incertidumbre tendería a diluirse y la evolución del turismo ya dependería de la política del nuevo país". No obstante, añadió, "me faltan muchas cuestiones por saber para emitir un juicio de valor".
Por su parte, el secretario del departamento de Empresa de la Generalitat, Pere Torres, apuntó también que la viabilidad del turismo en una Cataluña independiente tendría dos fases: una de transición y otra de situación ya normalizada.
Según Torres, la demanda no decaería porque "geográficamente nos encontramos en una buena situación y hay mucho interés por los productos turísticos que Cataluña ofrece".
Además, recordó Torrres, "en los últimos 30 años ya se ha llevado a cabo una política turística prácticamente independiente y hemos podido formular un modelo propio en consenso con el sector privado", debido a que las competencias en ordenación del Turismo fueron traspasadas.
Y por otra parte, añadió Pere Torres, "perder el amparo de la marca España no nos perjudicaría en absoluto. No detecto una valoración positiva de esta marca en ningún ámbito".
"¿Todo sería jauja? En absoluto. Habría unos riesgos a evaluar. Uno de ellos es la reacción del mercado español, muy importante para Cataluña, que supone entre el 20% y el 25% del total de visitantes que recibimos. Sería de locos querer prescindir de este mercado emisor", añadió Pere Torres.
En todo caso, según añadió el representante de la Generalitat en el debate, aunque se produjera una "reacción negativa" entre turistas españoles a visitar Cataluña, "el sector turístico y el futuro gobierno serían capaces de recuperar su interés".
Por otra parte, Torres dijo que una Cataluña independiente podría suprimir el actual impuesto por pernoctaciones en establecimientos turísticos (por el cual se recaudan 40 millones de euros al año), "ya que recuperaríamos los 16.000 millones de euros que cada año se van al Estado central y no vuelven". Buena parte del público, sin embargo, se mostró muy escéptico ante este anuncio.
Que Cataluña se separara de forma amigable de España sería clave para que cada año seis millones de catalanes siguieran haciendo turismo en España y cuatro millones de españoles continuaran viajando a Cataluña, según apuntó Martín Sarrate, presidente de ACAVE, la patronal catalana de agencias de viajes.
En la misma línea, el presidente de la patronal hotelera española CEHAT, Joan Molas, apuntó: "No creo que se perdiera el cliente español, que es fundamental para Cataluña. Representa el 30% del turismo en la Costa Dorada, el 17% en Barcelona y el 15% en la Costa Brava".
Por su parte, Martí Sabrià, gerente de Costa Brava Hotels, dijo que "yo no dejaré de viajar a España ni creo que la mayoría de españoles dejarían de venir a Cataluña si se independiza". Según añadió, "a la empresa familiar no le da miedo este escenario porque la marca turística y la marca política no tienen coincidencia. El turista no tiene necesidad de saber estas cosas".
Escenario 2: declaración unilateral de independencia, el nuevo Estado queda fuera de la Unión Europea, sin certeza de ingreso
"Si Cataluña fuera independiente, ¿vendría el turismo del resto de España? ¿Y qué pasaría al haber quedado fuera de la UE? ¿Cómo nos afectaría estar aislados de la marca España?" Estas tres preguntas fueron formuladas por el diputado del PP Rafael Luna.
De hecho, según aseguró este representante político, debido a la situación política que se vive hoy en Cataluña y al intenso debate sobre la independencia, empresarios conocidos suyos del Pirineo catalán estarían registrando ya una caída de visitantes, mientras que en un hotel del mismo grupo en el pirineo aragonés suben las llegadas.
Rafael Luna recordó además que el turismo español es fundamental en destinos como la Costa Dorada, donde supone el 30% de los visitantes, "y su recuperación en 2014 ha contribuido a paliar la caída del turismo ruso".
Añadió además que la incertidumbre generada en este escenario frenaría en seco las inversiones. "¿Por qué el proyecto Barcelona World se está atrasando? Pues por la inseguridad política que ya está teniendo Cataluña".
Cabe apuntar que las intervenciones de Luna fueron las más contestadas por el público. Uno le dijo "Lástima que no te enteras de nada" mientras que otro comentó: "Éstos siempre van con el mensaje del miedo".
Por su parte, el secretario del departamento de Empresa se mostró convencido que la Unión Europea sería capaz de encontrar una solución para que una Cataluña independiente continuara formando parte de la familia europea.
Escenario 3: Cataluña no forma parte de la UE, ni de la eurozona ni de la zona Schengen
Cuando se plantea la hipótesis de una independencia, algunos economistas sostienen que Cataluña podría continuar usando el euro aunque se quedara fuera de la UE. Sin embargo, otros recuerdan que en la práctica los depósitos bancarios ya no estarían garantizados por el Banco Central Europeo.
En la hipótesis de una Cataluña fuera del euro que se viera obligada a acuñar su propia moneda, las empresas turísticas podrían ser más competitivas -gracias a las devaluaciones- pero por otro lado las importaciones de productos básicos como el petróleo se encarecerían, según apuntó Joan Molas, presidente de la patronal hotelera española CEHAT.
Por otra parte, si una Cataluña independiente quedara fuera de la zona Schengen (acuerdo por el que varios países de Europa han suprimido los controles en las fronteras interiores), el nuevo Estado tendría potestad para exigir o no visados turísticos en función de cada mercado emisor, según indicó Pere Torres.
Sin embargo, también por quedar fuera de Schengen, los turistas catalanes tendrían más dificultades para viajar al extranjero, según indicó Martí Sarrate, de ACAVE.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.