El año toca a su fin. Es hora de hacer balance, de echar la vista atrás y comprobar cómo ha ido el ejercicio. En el caso de los empresarios hoteleros, la mayoría puede llorar con un solo ojo. Sus cálculos vaticinan una caída del tres por ciento en la ocupación de sus establecimientos si se comparan las cifras de este año con las de 2002; sin embargo, tal y como está el negocio, la media de los hoteles andaluces resulta menos preocupante que la presentada por otros destinos turísticos.
El año toca a su fin. Es hora de hacer balance, de echar la vista atrás y comprobar cómo ha ido el ejercicio. En el caso de los empresarios hoteleros, la mayoría puede llorar con un solo ojo. Sus cálculos vaticinan una caída del tres por ciento en la ocupación de sus establecimientos si se comparan las cifras de este año con las de 2002; sin embargo, tal y como está el negocio, la media de los hoteles andaluces resulta menos preocupante que la presentada por otros destinos turísticos.
El presidente del Consejo Empresarial de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Miguel Sánchez, realizó ayer estas valoraciones y recordó que los negocios hoteleros de la Comunidad ya experimentaron el año pasado una caída de la ocupación media respeto al año anterior de 2,17 puntos. Concretamente, la ocupación de los hoteles el pasado año fue del 53,12 por ciento. Sánchez añadió, en declaraciones a Europa Press, que pese al aumento de viajeros en Andalucía, este hecho no se reflejó en los hoteles debido a que cada vez son más los turistas que eligen alojamientos residenciales para pernoctar, sobre todo en zonas como la Costa del Sol, con un mercado inmobiliario en plena ebullición. «El incremento de plazas hoteleras no ha sido absorbido por la demanda», aseguró Sánchez, quien también se refirió a que 2003 ha sido «atípico» para el sector turístico debido a la guerra con Irak y la crisis económica de algunos de sus mercados emisores, cuyo caso más llamativo ha sido la recesión en Alemania. A juicio de Sánchez, este año también estuvo marcado por la fortaleza del euro respecto al dólar, que ha provocado que los norteamericanos y los viajeros de larga distancia sean «más remisos» a salir fuera de sus países y, al mismo tiempo, que los europeos se animen más a viajar a Estados Unidos y Canadá por el incremento de su poder adquisitivo en estas naciones. El presidente de los empresarios turísticos andaluces también destacó como «tremendamente positivo» que los hoteles de la Comunidad no hayan tenido que bajar sus precios para garantizar la ocupación, «como ha sucedido en otros destinos», en referencia a algunas zonas costeras del resto del país. Sánchez destacó que una bajada de precios incidiría negativamente sobre la calidad de estos establecimientos. «Una bajada de precios para que suba la ocupación nos puede llevar a perder puntos en la calidad», aseguró el representante de la CEA. (Diario Sur, 29/12/03)
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