El Museo del Prado supera los 2.300.000 visitantes en 2003

El Museo del Prado superó con creces en 2003 los dos millones de visitantes, al haber alcanzado la cifra de 2.318.525, un 42 por ciento más que los registrados el año anterior, en el que el número de personas que se acercó a la pinacoteca fue de 1.730.378, informaron a Efe fuentes del museo. Desde 1990, año en que se celebró la gran exposición dedicada a Velázquez, el Prado no conseguía superar los dos millones de visitantes, y en el récord logrado en 2003 han contribuido de manera fundamental el tríptico de exposiciones que ha habido a lo largo del año, las de Vermeer y Tiziano, y la que tiene lugar actualmente sobre Manet, que permanecerá abierta hasta el 8 de febrero. El gran interés que despertó la muestra sobre la obra de "Vermeer y el interior holandés", que desde el 19 de febrero hasta el 18 de mayo fue visitada por 254.570 personas, fue superado por la de Tiziano, columna vertebral de las colecciones reales y de la colección del Prado, a la que acudieron 361.522 visitantes desde el 10 de junio al 7 de septiembre. La exposición dedicada a Manet, la primera retrospectiva que se celebra en España sobre este artista, fue inaugurada el 14 de octubre y desde entonces y hasta el pasado 31 de diciembre ha recibido 286.480 visitantes. La repercusión que ha tenido la muestra dedicada al pintor francés, padre de la modernidad, ha impulsado a los responsables del Prado a prorrogarla un mes más, y, así, será posible visitarla hasta el 8 de febrero. Esta ampliación ha sido posible gracias a la generosidad de las instituciones propietarias de las obras expuestas, como el Metropolitan de Nueva York, la National Gallery de Washington o el Museo d'Orsay de París, que han accedido a la solicitud del Prado de prolongar el préstamo de las mismas. A lo largo de 2003, los meses que registraron una mayor afluencia fueron los de marzo (226.713 visitantes), abril (226.810), mayo (200.776), julio (207.758), agosto (225.537) y noviembre (225.220). El récord de visitas alcanzado por la pinacoteca en 2003 se produjo en un año en el que convivieron las obras de ampliación del Prado con la actividad expositiva, por lo que tiene un significado especial e indica la capacidad de progresión del museo, según ha puesto varias veces de relieve su director, Miguel Zugaza.