Estudio de la Escuela de Organización Industrial

Claves para alcanzar un modelo turístico más rentable y eficiente

El objetivo es elevar la aportación al PIB del 11,5% actual al 15,3% en siete años

Publicada 13/12/14
Claves para alcanzar un modelo turístico más rentable y eficiente

El turismo es uno de los sectores de la economía española con un mejor comportamiento en los últimos años. Se ha mostrado como un claro motor para impulsar la salida de la crisis. Sin embargo, esta actividad necesita afrontar grandes cambios, desde el propio modelo que la sostiene a las estadísticas que valoran su evolución. El estudio “La Eficiencia del Modelo Turístico Español”, elaborado por la Escuela de Organización Industrial (EOI), insiste en la necesidad de innovar y apostar por una nueva configuración.

La actividad turística es uno de los fenómenos socioeconómicos más determinantes e influyentes de los siglos XX y XXI. Y todo apunta a que seguirá siendo así en el futuro. Según las previsiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2030 se alcanzarán los 2.000 millones de viajeros internacionales. El ritmo de crecimiento en los últimos años ha sido vertiginoso: 2013 se cerró con más de 1.087 millones y este año se espera alcanzar los 1.100 millones.

El avance es cada vez más acelerado. En 1950, sólo viajaban al extranjero 25 millones de personas, la proporción de desplazamientos internacionales sobre el total de la población mundial era del 1%, mientras que en 2014 superará el 15%, según los datos recogidos en el estudio “La Eficiencia del Modelo Turístico Español”, elaborado por la Escuela de Organización Industrial (EOI) en colaboración con la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid y la cofinanciación del Fondo Social Europeo (FSE).

En el ámbito local también se ha producido un crecimiento espectacular. “El turismo ha cambiado a España”, asevera el informe. En los últimos 55 años, nuestro país ha registrado un rápido desarrollo con una tasa media interanual del 5%. En 2013, se llegó a la cifra histórica de 60,6 millones de turistas extranjeros, y se prevé superar los 63 millones en el actual ejercicio.

El estudio insiste en la necesidad de innovar y romper los viejos esquemas. #shu#El estudio insiste en la necesidad de innovar y romper los viejos esquemas. Imagen Shutterstock

A pesar del éxito, la estructura turística no funciona de forma correcta. Se han producido desajustes que arrastran problemas en la actualidad, por lo que se impone un cambio. “El turismo es eficaz pero no eficiente”, afirma Manuel Figuerola, coordinador del estudio y director del Doctorado de Turismo de la citada universidad. Se detectan síntomas de debilidad en factores como la formación, la calidad y muy especialmente en la rentabilidad, apunta Figuerola. Pone como ejemplo el caso de Francia, donde la estancia media es de cuatro días frente a los nueve de España. Según sus cálculos, dicho país registra 300 millones de estancias mientras que aquí suponen el doble. Sin embargo, los ingresos de nuestro competidor son sólo ligeramente inferiores a los de España, debido a que tiene un gasto medio más alto.

El informe propone impulsar modificaciones en el modelo, que pasarían por una renovación de los productos. El estudio critica la obsesión por el crecimiento cuantitativo, cuando no se deberían magnificar las cifras de desplazamientos que no expresen, en términos económicos, el auténtico beneficio del turista. En este sentido, señala la necesidad de una estadística más perfeccionada con el fin de conseguir un cuadro de política turística más rentable.

Con el estudio, “lo que proponemos son claves para alcanzar un nivel más alto de gasto medio, mejorar la estancia media y la calidad de los servicios y productos que se consumen”, señala Figuerola. Y añade que esto se consigue “mejorando los procesos de cambio, de innovación, formación, inversión en nuevos productos y apostando por la tecnología en las empresas”.

En este sentido, el objetivo es muy claro, según recoge el estudio: alcanzar un desarrollo en el que la variación de la actividad oscile entre el 3,5% y el 4%, desde 2014 a 2020. Un modelo de expansión que no se apoya en el crecimiento intensivo sino en un desarrollo controlado, lo que no impediría que el turismo eleve su participación hasta el 15,3% en el Producto Interior Bruto (PIB) en 2020, frente al 11,5% estimado para 2013.

El estudio insiste en la necesidad de innovar y romper con viejos esquemas. “Quien no cambia termina quedándose viejo y eso le está pasando al turismo español. No hay nada motivador, que sea diferente a lo que se ha vendido siempre”, señala Figuerola.

Este reportaje se ha publicado en la revista HOSTELTUR del mes de diciembre.

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Comentarios 2
Visto desde la perspectiva anterior, como en tantas ocasiones, en el artículo, nos enfrentan al problema, pero no nos ofrecen soluciones al mismo, porque insistir en la necesidad de innovar y romper con viejos esquemas, no sirve para nada, si no nos dicen cómo hacerlo de forma EFICAZ y EFICIENTE, porque con los viejos esquemas se rompió a lo largo de los años ochenta y noventa, mediante la externalización de servicios y la desprofesionalización del sector, en el que hay más gente titulada, pero escasamente profesionalizada, y la innovación se está realizando desde los años noventa por medio de la tecnología sustituyendo profesionales por máquinas, y por medio de las redes sociales y programas informáticos que nos ofrecen gran cantidad de información, sin que haya profesionales que puedan sacarle partido, con la consecuencia de que en la mayor parte de la industria turística la rentabilidad es menor cada año que pasa. Quizá pueda ser necesario que la innovación pudiese venir dada por una vuelta de nuestras miradas a un pasado no tan lejano, para que adaptando los esquemas del mercado de demanda, en el comenzó a desarrollarse el fenómeno turístico de entonces, al mercado de oferta en que hoy tiene que desarrollarse, se piense más en el cliente que se necesita para que el turismo de nuestro país sea cada vez más rentable, que en aumentar el número de turistas que puedan costarnos cada vez más dinero, porque siendo cierto que el cliente busca precio, la realidad es que no le damos otra alternativa en la industria hotelera, en la que por medio de tarifas opacas y técnicas de revenue management, que puedan cambiar los precios de forma constante, no se le da al cliente posibilidad de buscar otra cosa, dado que la mayor parte de hoteles, se han convertido en commodities, que no diferencia a unos de otros, más que en el precio. Lo que puede hacer valido lo que señala Figuerola, si cambiamos el final de su aseveración, donde dice “No hay nada motivador, que sea diferente a lo que se ha vendido siempre” por “que sea diferente a lo que hace la mayoría”, porque en los años cincuenta a setenta del pasado siglo, las cosas eran muy diferentes.
Desgraciadamente me encuentro frente a un artículo y un comentario, que dicen verdades sobre la situación del turismo en España, que al pasar en determinados puntos a ser medias verdades, terminan pasado a convertirse en mentiras a los ojos de muchos lectores de los mismos. Nos dice el informe que “se detectan síntomas de debilidad en factores como la formación, la calidad y muy especialmente en la rentabilidad”, el caso es que ese informe no acaba de enfrentarse con la realidad de la situación, porque si la propuesta del informe es “impulsar modificaciones en el modelo, que pasarían por una renovación de los productos”, me pregunto si no sería más importante, impulsar modificaciones en el modelo formativo, para que los alumnos que salen de los muchos centros de formación turística que existen en el país, saliesen con una formación más adecuada a la realidad del turismo que les toca vivir, en lugar de mantenerlos anclados a una formación obsoleta de un mercado de demanda, cuando en la actualidad y próximo futuro, les toca vivir en un mercado de oferta y gran competencia, en el que solo la CALIDAD les va a poder ser suficientemente competitivos, para que las empresas en las que trabajen terminen siendo más rentables. Me pregunto cómo es posible, que si se detectan síntomas de debilidad en la formación y consecuentemente en la calidad de nuestro turismo, alguien pueda esperar una mejora de la rentabilidad del mismo, sin antes corregir esas debilidades. Al camino de la rentabilidad no llegarán por medio de la tecnología, ni de la estadística, ni externalizando servicios, limitando éstos a lo que crean que mejor saben hacer, dejando en manos de terceros, servicios que pudiendo ser muy rentables, dejan que su rentabilidad pase a esos terceros, porque se han engañado por medio de una moderna ingeniería financiera, convirtiendo en ficticia ganancia de las habitaciones, las pérdidas que generan en otros departamentos por medio de imputaciones caprichosas de los ingresos y gastos que se generan en los establecimientos que dirigen, al promocionar la venta de habitaciones mediante el práctico regalo de los servicios de otros departamentos, creyendo que éstas son muy rentables y que los otros servicios pierden dinero, situación que tiene como consecuencia, que muchos directivos titulados en los mejores centros de formación, tanto nacionales como extranjeros, por no conocer la realidad de la industria hotelera, tomen decisiones contrarias a la rentabilidad de la misma.