La huelga de fin de año en TAP afectará 100 vuelos con España
Los sindicatos mantienen la convocatoria del 27 al 30 de diciembre si no se suspende la privatización
Publicada 16/12/14Los sindicatos de la aerolínea TAP han decidido este lunes que no desconvocarán la huelga prevista para finales de año, entre los días 27 y 30 de diciembre, a menos que el Gobierno portugués suspenda la privatización de la compañía, un proyecto que forma parte de planes estratégicos del Ejecutivo a los que no piensa renunciar, según ya ha advertido. La paralización de actividades afectará unos 100 vuelos desde Lisboa y Oporto a ciudades españolas
Según informaron los sindicatos en un breve comunicado, "después de la propuesta del Gobierno para crear un grupo de trabajo, la plataforma de sindicatos presentó al Ejecutivo un memorando para suspender el proceso de privatización y la huelga convocada".
El Gobierno relanzó el mes pasado el proceso de venta de la TAP, una privatización que espera concluir a principios del 2015 y que ya se había intentado dos años antes, sin llegar a término debido a la falta de ofertas atractivas.
La decisión de los sindicatos de la aerolínea, que cuenta con unos 5.000 trabajadores y una flota de 77 aviones, es la respuesta a la oferta presentada la semana pasada por el ministro de Economía, António Pires de Lima, que si bien expresó la disposición dle Gobierno a hacer mejoras laborales en la empresa y constituir un grupo de trabajo con los representantes sindicales de los trabajadores, fue firme en su intención de privatizarla.
Fuerte impacto en vuelos con España
Aparte de las abultadas pérdidas de la compañía, la conexión aérea entre Portugal y España se verá gravemente afectada por el paro, pues la TAP lidera el mercado aéreo entre ambos países, con un flujo de transporte que llegó a los 944.000 pasajeros en el 2013. Se calcula que serán 100 los vuelos afectados desde Lisboa y Oporto a ciudades españolas como A Coruña, Bilbao, Málaga, Sevilla, Valencia, Oviedo, Madrid y Barcelona.
Si finalmente se confirma la huelga, los medios lusos han especulado con que el Ejecutivo podría incluso optar por la «intervención civil», un mecanismo recogido en la legislación portuguesa que permite castigar penalmente a los empleados que no acuden a su puesto de trabajo. A este resorte sólo se puede recurrir en situaciones de emergencia o cuando están en cuestión servicios de interés público esenciales, por lo que es utilizado muy esporádicamente, aunque con un antecedente en la propia TAP, con una huelga de pilotos en 1991.
La todavía estatal TAP, con sede en Lisboa, opera desde 1945 y transporta cada año a cerca de 10 millones de pasajeros a 88 destinos de África, Europa y América, y es líder en las conexiones entre Europa y Brasil.
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