Rescate a España: tres consecuencias para el turismo
Publicada 08/06/12
La Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI prestarán hasta 100.000 millones de euros a España para rescatar a su sistema bancario. El Gobierno español, a través del ministro de Economía Luis de Guindos, ha confirmado que el Estado ha solicitado la “ayuda financiera” de Europa. ¿Qué consecuencias significará esta medida sobre el sector turístico a las puertas de la campaña de verano? Xavier Canalis apunta tres posibles escenarios en este post.
1) Reapertura del crédito. Una intervención de la banca española (recapitalizar las entidades financieras españolas con problemas) consiste en la aportación de fondos a cambio de "condiciones muy estrictas". Pero ello tendría que redundar en una mayor claridad y transparencia del sistema: recordemos que hoy la incertidumbre y el desconocimiento de lo que se esconde bajo las alfombras -por la elevada exposición al suelo y el ladrillo- es lo que ahora mismo impide a las entidades españolas acceder al crédito en los mercados financieros mayoristas.
Es posible que muchas entidades financieras deban acometer dolorosos planes de reestructuración y asumir más perdidas, pero a medio plazo el capital tendría que volver a fluir hacia las empresas. Y con el flujo de capital reabierto, numerosas empresas del sector turístico -con problemas de tesorería o con proyectos de expansión pendientes- respirarán aliviadas.
2) Subida del IVA. Bruselas lleva desde hace tiempo insistiendo a España para que aumente el IVA, ya que los ingresos por este tributo en nuestro país apenas ascienden al 5,5% del PIB, el porcentaje más bajo de la UE. Recordemos que el transporte y la hostelería pagan en España un IVA reducido del 8%. Precisamente, Bruselas ha sugerido que el aumento del IVA podría lograrse suprimiendo gran parte de los tipos reducidos de 8%. Dado que el rescate de hasta 100.000 millones de euros se concederá a plazos, Europa dispone ahora de una magnífica arma de presión para forzar a España a incrementar el IVA. La probable subida del IVA reducido que afecta la hostelería y el transporte haría que España perdiera competitividad por precio.
3) Confianza del consumidor europeo. Una vez el rescate ha sido aprobado, los consumidores europeos percibirán que España se traga su orgullo y se somete por fin al dictado de la Unión Europea (y de Alemania en particular). Lo cual no es de todo malo, ya que al cabo de un tiempo tendríamos que dejar de ser noticia alarmista en las portadas de la prensa internacional e indirectamente se reforzaría la imagen de nuestro país como un destino más o menos estable de la zona euro. Siempre y cuando no se dispare la conflictividad social como en Grecia.
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